Condenan a pederasta: 70 años en prisión por tener sexo con niños

Un pederasta de Palos Verdes recibe una sentencia de siete décadas en la prisión federal por abusar sexualmente de varios menores de edad.

Ronald “John” Boyajian, de 55 años de edad, viajaba a Camboya para rentar a las niñas en zonas de bajos recursos para cometer sus delitos.

Tres mujeres, ahora adultas entre los 20 años de edad, rindieron sus testimonios de lo que fue su vida en la manos del sujeto que fue encontrado culpable este pasado marzo de cargos federales por viajar fuera del país para rentar menores y tener sexo con ellos.

La juez del distrito, Christina Snyder, impuso la sentencia de 70 años al mismo tiempo que pidió que el sujeto se registre como depredador sexual. Además, ordenó que si algún día el hombre llega a salir de la prisión, se le supervise de por vida.

Boyajian, quien actuó como su propio abogado, logró atrasar el caso durante siete años oponiéndose a cada procedimiento de su juicio y acusando a la juez de conspirar contra él.

A través de un traductor, una de las mujeres instó a la juez “no permitir que este hombre salga de la cárcel porque posiblemente hay otros niños allá fuera que pueden convertirse en sus víctimas, “al igual como me pasó a mí”, dijo la mujer.

Otra víctima dijo también que desde que fue atacada por Boyajian hace más de siete años, ella le teme a los hombres y a menudo se encuentra de mal humor sin razón alguna.

Boyajian fue arrestado por la Policía Nacional de Camboya en febrero del 2009 en su viaje número 35 a Asia durante un período de nueve años.

Presuntamente Boyajian les pagaba a los familiares de las menores para tener sexo con ellas. Los ataques tuvieron lugar en la localidad de Svay Pak.

Boyajian comenzó a viajar a ese país luego de completar una libertad condicional en el Condado de Orange tras ser condenado por tener relaciones sexuales con una menor de edad en 1994.

Boyajian fue uno de los primeros acusados en virtud de una iniciativa internacional de aplicación de la ley dirigida específicamente a los estadounidenses que viajan a Camboya con el fin de abusar sexualmente de niños.

La Operación Twisted Traveler, fue un esfuerzo del Departamento de Justicia y la oficina de Inmigración y Control de Aduanas para acabar con el turismo sexual.