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Cobros excesivos en servicios de gas, electricidad y teléfono se pueden reembolsar

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Al firmar el contrato, cuenta Ivonne Robles, le dejaron una tarifa de 149 dólares por el uso ilimitado de teléfono, texto e internet en dos líneas. Para su asombro, sin previo aviso, le llegó una factura con 50 dólares adicionales. Pero al reclamar, le sucedió lo mismo que a todo mundo, nadie le resolvió.

“Cuando hablaba a la compañía me decía: ‘alguien le va a ayudar’, me dejaban esperando y, a veces, hasta se cortaba la llamada”, relató a HOY la inmigrante, residente en El Sereno. “Estuve durante un mes intentando que me atendieran”.

Al principio, recuerda la mujer de 45 años de edad, buscó en el recibo cual era la causa del el incremento excesivo. Al haber pasado alrededor de cinco meses con ese recargo, que la obligaba a desembolsar 200 dólares mensuales, la refirieron con un programa de asistencia estatal.

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En febrero de 2008, la Comisión de Utilidades Públicas de California (CPUC) creó un programa piloto con el fin de asistir a la comunidad de forma gratuita en el reclamo por cargos en servicios que los usuarios no han solicitado, así como en el caso de incrementos injustificados.

En el Instituto Internacional de Los Ángeles (IILA), autorizados por el CPUC, cuentan con personal que pelea por los consumidores en servicios como teléfono, internet, gas y electricidad, así como en el abuso de los minutos que se pierden en las tarjetas de llamadas internacionales.

“Cuando llaman a sus países y les roban minutos lo que se les pide es que traigan las tarjetas, se puede reclamar crédito o devolución de dinero”, afirmó Alejandro Saldaña, coordinador del programa en IILA. “Todos tienen derechos, si el servicio no funciona, no pagas”.

De acuerdo a Saldaña, los abusos se registran en mayor índice en la comunidad inmigrante y especialmente son víctimas las personas que no hablan inglés, por esa razón realizan jornadas educativas para enseñar cómo se debe leer una factura y semanalmente realizan charlas en grupo.

Sin embargo, advierte que las grandes compañías con frecuencia incrementan los cobros de forma generalizada; a pesar de que son objetos de multas millonarias, vuelven a repetir los recargos y el que no reclama, termina sacando de su bolsillo más dinero del que estableció en el contrato.

“La gente no sabe leer las facturas porque están en ingles, pero tienen el derecho para pedir que se la envíen en español”, aclaró el especialista quien visita diferentes centros comunitarios para orientar a la comunidad. “Para ayudarles solo necesitamos las facturas ya sea por fax, email o textos”.

Este programa opera con los fondos que la CPUC colecta de las penalidades que se imponen a las corporaciones. En el período de mayo de 2014 a abril de 2015, la agencia estatal atendió a 15.5 millones de usuarios en 22 diferentes idiomas. Solo en español fueron 523,200 personas.

Con el respaldo de las autoridades estatales, las personas que acuden por asistencia en IILA encuentran alivio. Robles, por ejemplo, acudió primero por su recibo de teléfono. Ahora ha sometido una queja por el incremento en el servicio del gas, solicitud que se encuentra en proceso.

“No se dejen, uno puede tener ayuda, sino nos ponemos las pilas comienzan a agregar cobros. En el teléfono ya me bajaron 50 dólares del ‘bill’. Ahora reviso con cuidado la luz y el gas para ver qué es lo que me están cobrando, porque uno sabe que es lo que usa y cuanto usa”, concluyó Robles.

Asistencia en Reclamos de Servicios

Instituto Internacional de Los Ángeles

Dirección: 3845 Selig Place, LosÁngeles

Citas: 323-987-8283

Charlas: todos los lunes a las 9:00 a.m.

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