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Científica representa el valor de los inmigrantes en el ramo de la salud

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El amor por las ciencias y el compromiso social con las personas más vulnerables, le abrieron las puertas a Verónica Jiménez en Estados Unidos como reconocida científica.

Jiménez, de nacionalidad argentina, es presidenta electa de la Sociedad de Parasitólogos del Sur de California y profesora asistente de ciencias biológicas en Cal State Fullerton.

“Estoy muy contenta y agradecida del acogimiento de mis colegas desde que llegué a Estados Unidos”, dice la científica, cuya tarea actual en la nación es investigar la cura para la enfermedad de Chagas.

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¿Pero cómo logró Jiménez obtener esos títulos, y tan importante tarea de salvar vidas en la Unión Americana?

“Todo empezó con mi interés por la genética y la biología en mi natal Argentina”, dice Jiménez, de 43 años de edad.

“En un tiempo trabajé para un hospital y vi de primera mano a muchos niños nacer con la enfermedad de Chagas. También vi a muchos adultos sufriendo el mismo mal, provocado por la mordedura de la chinche besucona o como le llaman aquí, ‘kissing bug’”, sostiene la científica.

“Decidí entonces seguir estudiando e investigar el insecto para encontrar la cura. Más que todo, fue un compromiso humanitario que me hice a mí misma sin pensar llegar a Estados Unidos”, agregó.

La joven obtuvo una maestría en bioquímica en Argentina y un doctorado en ciencias biomédicas de la Universidad de Chile, los cuales le abrieron las puertas a presentar su trabajo en una conferencia en el estado de Georgia.

“Ahí conocí a un investigador a quien le interesó mi trabajo y me ofreció colaborar en su laboratorio, con una beca en la Universidad de Georgia”, señaló Jiménez.

Pocos años después, en el 2013, la experta se unió a la facultad de Cal State Fullerton, donde lleva a cabo la investigación.

“Los expertos de salud en Estados Unidos están preocupados por la enfermedad de Chagas, la cual se está viendo cada vez más en la nación con más de 300,000 casos de enfermedades reportados. Antes esa enfermedad solo se veía en América Latina”, dijo Jiménez.

El mal de Chagas se transmite a través de la picadura de la chinche infectada. Aunque puede pasar hasta 10 y 15 años sin síntomas, los afectados empiezan a tener enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y enfermedades gastrointestinales.

Jiménez se dio a la tarea de asegurar 1 millón de dólares en fondos para el estudio, que identifica dianas farmacológicas que puedan llevar a la eliminación del parásito que ocasiona la enfermedad.

“La idea es comprender los mecanismos esenciales para la supervivencia del parásito y explotarlos como objetivos terapéuticos “, aseguró.

Jiménez y su equipo de investigación también están estudiando otro parásito, Trypanosoma brucei, el tripanosoma africano causante de la enfermedad del sueño, que afecta a millones de personas en el África subsahariana.

Además, se están preparando para hacer presentaciones en el Simposio de Parasitología, que se celebrará en mayo como parte de la reunión anual de la Academia de Ciencias del Sur de California en Pomona.

“Mi mensaje para los que buscan estudiar en el ramo de las ciencias es que sean persistentes en su educación”, dice Jimenez.

“Allá afuera hay muchos recursos que pueden ayudarlos a encontrar becas, hablen con sus profesores, pidan ayuda pero no bajen los brazos, como latinos y de otras minorías podemos hacer muchos cambios positivos en la comunidad”, concluyó.

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