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Boyle Heights es tierra de tortillerías

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En Lupe’s Tortillería, el aroma del maíz inunda el aire y el fuerte ruido de las máquinas mezcladoras hace que sea difícil poder escuchar cualquier conversación.

Las máquinas producen tortillas frescas durante cinco días a la semana. El propietario Fidel Morales y Félix Márquez, su empleado de larga trayectoria, mezclan agua y lima con el maíz en grandes recipientes para crear masa, la que se cocina y luego las máquinas dan forma para producir las tortillas.

Una vez que se hornean a la perfección, las tortillas se dispensan de a dos en la cinta transportadora. Morales y Márquez toman y apilan las tortillas enfriadas para ser empacadas.

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Durante más de cinco décadas, las tortillerías como ésta han sido negocios prominentes en Boyle Heights, brindando lo que algunos consideran el alimento básico para las dietas mexicanas y centroamericanas. Muchos de estos negocios, tanto grandes como pequeños, son instituciones del vecindario que se transfieren de una generación a otra.

La competencia conduce al cambio

Debido al creciente aumento de competidores, como las cadenas nacionales y los supermercados, algunos de los establecimientos de más larga trayectoria están cambiando la manera en que operan sus negocios. Algunas tortillerías están ofreciendo tortillas sin conservantes ni grasa para satisfacer las exigencias de una era en que los consumidores se preocupan por la salud, mientras que otras tortillerías están creando nuevos productos con los que destacarse.

Lupe’s Tortillería, ubicada próxima a la esquina de César Chávez Avenue y Mott Street, vende principalmente a tiendas de descuento como 99 Cents Store. Produce unos 500 paquetes de tortillas de maíz a diario, un gran descenso en comparación con su producción previa. Márquez, de 65 años, ha trabajado en la tortillería por 15 años y señala que la producción se ha reducido en dos tercios.

Cuando Lupe’s Tortillería comenzó con su negocio, las máquinas funcionaban entre 12 y 15 horas diarias, pero ahora solo trabajan unas cuatro horas.

“Hay mucha competencia de las tiendas grandes que hoy tienen tortillerías”, dice Márquez. “Todas las tiendas. Superwest. El Super Market. Todas las tiendas grandes”.

Según la Asociación de la Industria de Tortillas, las tortillas son más populares en

Estados Unidos que todos los demás panes étnicos, incluidos los bagels, los muffins ingleses y el pan de pita. A lo largo de la última década, el consumo de tortillas ha aumentado más del 60 por ciento alcanzando un total actual superior a los 2.5 mil millones de dólares anuales.

Elaboración de tortillas más sanas

San Marcos Tortillería comenzó a operar en 1980, ubicándose próxima a la esquina de First St. y State St. Andrés García y su padre tomaron el control luego de que el negocio anterior cerrara sus puertas. Recientemente, San Marcos cambió su receta y García dice que este cambio ha ayudado a mejorar el negocio.

“Todos quieren evitar la grasa y ese tipo de cosas, por lo que usamos aceite vegetal. No usamos ningún conservante”, señala García. “A la gente le gusta el sabor. Ahora estamos recibiendo más clientes”.

Las ventas de San Marcos son casi en su totalidad a restaurantes. Adrián Luna, propietario del restaurante El Sol, compra las tortillas a San Marcos Tortillería debido a la cercanía de su negocio y a que desea dar su apoyo a los negocios del vecindario.

Si bien muchas tortillerías pequeñas han debido cerrar sus puertas por la competencia, las fábricas más grandes también han tenido que cambiar la manera en que gestionan su negocio.

La Princesita, una tortillería que abrió sus puertas en 1973, ubicada próxima a la esquina de Alma St. y César Chávez Avenue, se ha ampliado y ahora cuenta con seis locales diferentes, cuatro de ellos en Boyle Heights. La Princesita tiene una producción de hasta 400 mil tortillas por semana y vende principalmente a distribuidores. Francisco Ramírez Jr., que trabaja con su padre, es propietario de varios locales en el Este de Los Ángeles, entre ellos La Blanquita, que también incluye una carnicería, un supermercado y una cocina para preparar comida para llevar.

“La mayor parte de nuestras tortillas se lleva a otras ciudades donde no se elaboran muchas tortillas”, afirma Ramírez. La Princesita hace más de 50 años que se dedica a elaborar tortillas, pero la compañía está cambiando su estrategia para mantener la competitividad.

Diversificación de productos

“La gente está buscando alternativas. Hemos visto que el crecimiento proviene de los artículos orgánicos”, señala Ramírez.

Dice que para la empresa ya no es realmente redituable elaborar tortillas de maíz. “Estoy comenzando a crear proyectos nuevos, incluir productos especiales al mercado, como batoncitos de tortillas”, dice.

Padre e hijo también empezaron a experimentar con chips de tortillas y están agregando colorantes naturales rojo y azul a algunos productos.

“Una tortilla de maíz y una tortilla con grasa es solo eso, pero si uno personaliza el producto, puede ofrecer algo que los demás no lo tienen”, afirma Ramírez. “Es así como podemos destacarnos y nos están llamando de otras compañías porque no tenemos miedo de hacer las cosas de manera diferente”.

Rony Contreras es reportero del Pulso de Boyle Heiths en el Este de L.A. Esta historia apareció anteriormente en boyleheightsbeat.com

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