Aumentará el número de enfermeras en el sistema carcelario del condado de Los Ángeles

La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles le dio luz verde a un plan que aumenta el personal de enfermería dentro de las instalaciones del sistema carcelario del condado de Los Ángeles luego de terminar un entrenamiento.

Las enfermeras o enfermeros, que ya trabajan dentro del Departamento del Sheriff pueden tomar cursos extras para trabajar en el ramo de enfermería familiar o en la psiquiatría para ejercer en el sistema de la cárcel del condado de Los Ángeles, uno de los más grandes del país con una población promedio de 19 mil reclusos.

Con el énfasis de lo difícil que le es al condado reclutar y retener personal médico en las cárceles, la supervisora Hilda Solis, señaló que esta acción no solo proveerá mejor atención a los reos sino también un ahorro para la región en términos de doctores.

“El reclutamiento de más profesionales de enfermería reducirá la dependencia de los médicos como la fuerza laboral dominante en las cárceles y permitirá un plan de costos eficaz para el personal y más equilibrado”, dijo Solis tras la aprobación de la medida.

Cifras del 2013, indicaban que tan solo en el 2013 la población de reos con enfermedades mentales era de 3,081. Esta cifra aumentó a unos 4,139 en el mes de mayo del 2016, según estadisticas del diario Los Ángeles Times en un artículo sobre el aumento de prisioneros.

La cárcel del condado de Los Ángeles incluye la Cárcel Central de Hombres, Twin Towers Correctional Facility, Century Regional Detention Facility, Mira Loma Detention Center, Pitchess Detention Center (The Ranch) East Facility, Castaic; Pitchess North Facility y North County Correctional Facility.

Para la comunidad que busca la rehabilitación de los presos para integrarse exitosamente a la sociedad, este plan debe llevarse a cabo lo antes posible.

“Sabemos que dentro de las cárceles no solo están los que cometen crímenes sino las personas que no están del todo sanas mentalmente, ya sea por tener enfermedades o por la drogadicción”, dijo Cecilia Rojas, integrante de Interfaith Communities United for Justice and Peace, una organización comunitaria a favor de las comunidades de bajos recursos.

“Necesitamos más personal que pueda proporcionarle a esta gente el cuidado que se merecen porque los prisioneros también son hermanos, tíos, hijos y padres cuyas familias dependen de ellos”, dijo Rojas.

Para Rodrigo Díaz, miembro The Vermont Manchester colaborative, una organización contra la violencia en el sur de Los Ángeles, tener más personal dentro de las instalaciones es una herramienta más a la rehabilitación.

“Si estás enfermo y un guardián no sabe lo que tienes y responde pegándote, tu situación se agrava más. Si dentro de las cárceles hay personal calificado que puede identificar esas características, las probabilidades de un tratamiento aumentan”, dijo Díaz.

Para contrarrestar las críticas que el Sheriff ha recibido por su conducta de “brutalidad” dentro de las cárceles, la junta también acordó recientemente tener un refugio de animales en ciertas cárceles con la meta de que tengan un impacto positivo en los reos.

Los animales “reducen la violencia en las instituciones y apoyan su rehabilitación a la sociedad”, sostuvo el supervisor Mike Antonovich, quien introdujo la medida.

Agregó también que un refugio puede incrementar las interacciones sociales positivas dentro de las cárceles tal como un programa similar que ya se lleva a cabo en una prisión de Arkansas.