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Asesinaron a veterano de guerra latino para luego quemarlo; reciben su castigo

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Dos hombres fueron condenados a prisión de por vida, por asesinar a un veterano de la guerra de Irak, cuyo cuerpo fue descubierto en un baúl de su auto ardiendo, en la ciudad de South Gate.

Anthony Silvas, de 38 años, y Juan Vallejo, de 43, fueron condenados por el asesinato en primer grado de Jesse Aguilar, en octubre de 2006.

Aguilar había recibido un golpe en la cabeza, fue envuelto en plástico, tela y cuerda; asimismo, tenía los pies atados con alambre cuando fue hallado, dijo Kenneth Von Helmont, abogado de la Procuraduría del Distrito.

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Su cuerpo fue encontrado en posición fetal, en el maletero de su Toyota Corolla azul que se encontró humeando, en el cauce de concreto debajo de la Autopista 710 de Long Beach, la noche del 26 de octubre de 2006.

La madre de la víctima de 24 años de edad, dijo creer que su hijo fue quemado vivo.

“Soy madre de un hijo asesinado. Yo soy su voz”, dijo Nancy Aguilar ante los medios de prensa señalando que había “orado por este día” [de justicia].

Llamó a los asesinos de su hijo “despiadados” y “monstruos”, que habían tomado parte de su vida, así como dejaron a dos niñas huérfanas.

Un excuñado de Silvas testificó que la victima le dijo, poco antes del asesinato, que estaba muy molesto porque Aguilar había visitado a su novia, según el fiscal.

Von Helmolt alegó que Silvas le dijo a su excuñado que ya se habían “encargado” de Aguilar y que se lo había “quebrado”, admitiendo que él lo había matado.

En su confesión Silvas agregó que la víctima estaba viva mientras le prendieron fuego a su auto.

“Ambos merecen cada momento en prisión que pueden recibir... Si podría alargar la condena, lo haría”, dijo el juez del Tribunal Superior, Mark S. Arnold al revelar la condena.

El juez, quien dijo que esperaba que Aguilar estuviera muerto a la hora de que incendiario el auto, citó una “gran cantidad de evidencia” para denegar una solicitud de los abogados defensores para reducir las condenas de los acusados.

Un jurado del centro de Los Ángeles deliberó menos de tres horas el 29 de marzo, antes de encontrar a los dos culpables de matar a Aguilar, pero los absolvió de una carga de tortura.

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