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Alarma ola de suicidios entre trabajadores de emergencia del Condado de L.A.: ¿Por qué está ocurriendo?

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Son bomberos, policías, socorristas y enfermeros del Condado de Los Ángeles quienes son los primeros en auxiliar a las personas en balaceras, desastres o ataques.

Ahora estos trabajadores necesitan ayuda debido al incremento en suicidios entre estos sectores, sostiene la junta de supervisores.

Con la aprobación de los funcionarios, el personal del condado debe revisar las políticas y servicios destinados actualmente a prevenir o tratar los trastornos de estrés postraumático al que se enfrentan estos trabajadores.

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El personal cuenta con 90 días para hacer la revisión y las recomendaciones, en donde se esperan más entrenamiento y pláticas sobre el suicidio y la asistencia otorgada.

La supervisora Kathryn Barger, quien recomienda la revisión, hace hincapié en un informe de Fundación de la Familia Ruderman, que encontró que los bomberos y los agentes de policía tenían más probabilidades de morir por suicidio que en el cumplimiento de su deber.

Según el estudio, la cantidad de bomberos y agentes de la ley en todo el país que se suicidaron en 2017, superó en número a todas las muertes en actividades relacionadas con su servicio.

En el 2017 hubo al menos 103 suicidios de bomberos y 140 suicidios de policías. En contraste, 93 bomberos y 129 policías murieron en el cumplimiento del deber.

El suicidio es el resultado de una enfermedad mental, incluida la depresión y el desorden del estrés postraumático, que se debe a la exposición constante a la muerte y la destrucción.

Asimismo, el reporte también presenta varias barreras que impiden que los primeros respondedores accedan a los servicios de salud mental necesarios para ayudarles a lidiar con el trauma.

Los expertos describen la vergüenza y el estigma que rodea a la salud mental dentro de las profesiones que priorizan la valentía y la dureza, y el público permanece en gran medida inconsciente de estos problemas, ya que la gran mayoría de los suicidios de primera respuesta no están cubiertos por los principales medios de comunicación.

Adicionalmente, de las 18,000 agencias policiales de los Estados Unidos, aproximadamente del 3 al 5 por ciento tienen un programa de capacitación para la prevención del suicidio.

“Estos valientes hombres y mujeres se enfrentan a situaciones extremadamente difíciles todos los días, sacrificándose tanto para salvar las vidas de otros, merecen nuestra ayuda para salvar la suya”, dice Barger.

La supervisora da el ejemplo del ataque de septiembre del 2001, en el que murieron casi 3,000 personas, incluyendo a 343 bomberos.

Esa clase de exposición a la muerte y la destrucción tiene un costo intenso para los trabajadores de emergencia, sostiene la supervisora.

Asociación Internacional de Bomberos Local 1014 (IAFF) apoya la solicitud de más recursos. Sin embargo, están incrédulos que de que se les pueda ayudar.

Dave Gillotte, presidente de IAFF, sostiene que en su rama se ven muchas situaciones imborrables a la memoria, brindando ayuda en desastres que van desde inundaciones hasta tiroteos en masa.

El programa de salud del comportamiento existente es “obsoleto y carece de apoyo agresivo y oficial”, dice Gillotte enfatizando que la importancia de la confidencialidad y el contrato de médicos que entiendan el estrés del trabajo es crítico.

Por su parte, el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Daryl Osby, comparte que su departamento recientemente fue sacudido por un suicidio, que aún le resultó difícil hablar públicamente y devastador para el departamento.

“Pensamos que estábamos haciendo todo lo que podíamos hacer para abordar este tema”, dijo Osby. “Obviamente no es suficiente”.

El doctor Jonathan Sherin, director de salud mental del condado, dice que el estrés diario del trabajo puede acumularse.

Los socorristas pueden aislarse a medida que se deprimen, por lo que los programas deben identificar de manera proactiva a las posibles víctimas, no solo reaccionar ante una amenaza de suicidio en tiempo real, enfatiza Sherin.

El supervisor Mark Ridley-Thomas emitió una declaración tras el voto unánime de la junta este mes.

“Abordar la salud mental y el bienestar de quienes se encuentran en primera línea es de vital importancia y es una buena manera de honrar el heroísmo de los funcionarios públicos que respondieron a la solicitud de ayuda el 11 de septiembre”, dijo.

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