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Advertencias de salud en etiquetas desalientan a los jóvenes a comprar bebidas azucaradas

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Los adolescentes que tienen la oportunidad de leer las etiquetas de ingredientes y las advertencias de salud que contienen los refrescos como se requiere por ley en San Francisco, son mucho menos propensos a elegir bebidas artificialmente azucaradas, arroja un estudio de la Universidad de Pensilvania publicado esta semana en el “American Journal of Preventive Medicine”.

“En su gran mayoría, los adolescentes informaron que las etiquetas de advertencia lograron convencerlos de que las bebidas azucaradas no son saludables si se comparan con otros productos”, dice el doctor Harold Goldstein, director ejecutivo de Public Health Advocates.

Los autores del estudio reclutaron a 2,202 adolescentes de 12 a 18 años de edad para participar en una experiencia de compra en línea.

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Luego, los investigadores dividieron a los jóvenes en tres grupos: El primer grupo fue expuesto a las bebidas endulzadas sin etiqueta especial; un segundo grupo fue expuesto a bebidas azucaradas que tenían etiquetas que leían “libre de calorías”, mientras el tercer grupo fue expuesto a bebidas que mostraban las advertencias de salud al consumirlas.

Después, se les pidió seleccionar una bebida de una máquina expendedora que contenía una variedad de bebidas endulzadas y sin azúcar.

El estudio encontró que las etiquetas de advertencia fueron casi tres veces más aceptadas por los adolescentes en lugar de otras bebidas. En otras palabras, las etiquetas de advertencia redujeron el número de adolescentes que optaron por una bebida azucarada en un promedio del 17 por ciento, frente a un descenso de sólo el 6 por ciento para el sello de calorías actual de la industria.

Después de completar la simulación de compra, se les preguntó a los adolescentes acerca de sus creencias con respecto a las bebidas azucaradas.

El 63 por ciento de todos los participantes indicó que apoyarían una legislación que exija una etiqueta de advertencia en las bebidas azucaradas mientras sólo el 8 por ciento se opuso a la política.

En general, la mayoría de los participantes informaron de que una etiqueta de advertencia iba a cambiar sus creencias acerca de lo saludable que ese una bebida y los animaría a comprar menos bebidas artificiales.

“Este estudio confirma que las etiquetas de advertencia ofrecen a los consumidores la información científica que necesitan para tomar decisiones al momento de la compra”, dice el doctor Goldstein.

Este estudio es una buena noticia para los políticos y defensores de salud en el país, como California y New York, los cuales están considerando las etiquetas de advertencia como un medio para reducir el consumo de bebidas azucaradas.

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