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‘Yo pensaba que no me contagiaría del VIH’

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Francisco Aguilar tomó asiento, respiró profundamente y entre su nerviosismo escuchó; “Usted ha sido diagnosticado con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

La cara del joven de 20 años de edad se puso pálida, un sudor caliente se soltó por los poros de su cuerpo y su primer pensamiento fue; “me voy a morir”.

Tres años después, Aguilar tiene la misión de alentar a la comunidad gay latina a hacerse la prueba del VIH y revelarles que ya existe una píldora que puede prevenir el virus.

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Y es que entre las personas que a finales del 2013 vivían con VIH en el condado de Los Ángeles, de un total de 47,148, los latinos representaban el 46% por ciento seguido por los afroamericanos y anglosajones cada uno con el 24%. Asimismo, el 86% de los latinos contrajo el virus a través del sexo con otro hombre, según el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.

Por si solo, el residente de Los Ángeles no sabe convocar a la prensa y vociferar en masa que el medicamento de nombre Truvada existe. Pero toma fuerzas para compartir su historia con este periódico en espera de que la comunidad homosexual se informe.

“Empecé a tener encuentros sexuales a los 15 años de edad. Tenía sexo como unas 20 veces al mes con varias personas. Era promiscuo”, dice Aguilar.

“Para ese entonces yo no sabía exactamente qué era el VIH, lo que sí sabía es que era una enfermedad, pero yo pensaba que no me contagiaría”, señala Aguilar.

A pesar de no saber mucho sobre el virus, Aguilar iba a médico para chequear su salud constantemente, fue en una de esas visitas en diciembre del 2012 cuando fue diagnosticado.

“Me mandaron a llamar de la clínica, me pidieron que tomara asiento y esperaron a que llegara alguien a darme la noticia…. Aun recuerdo la voz que me dijo, ‘querrás respirar profundamente antes de que te diga los resultados’. Para mí fue un shock saberlo. Y aunque no lloré en la clínica, en la calle cuando le empecé a llamar a mi familia por teléfono, me solté a llorar”.

La familia de Aguilar apoyó 100% al joven, lo que lo alentó a buscar ayuda médica y informarse sobre su padecimiento. No obstante indica Aguilar, muchos latinos gays que son activos sexualmente, no visitan al doctor y no le revelarían a su familia si resultan portadores del virus.

“Aún en esta época, los latinos no están suficientemente informados sobre la enfermedad. Otros temen saber que tienen algo y prefieren encerrarse solos en su problema antes de decirle a su familia. Yo ahora les digo que se enfrenten a lo que pueda venir para que tengan tranquilidad y no vivan con la preocupación”, dice Aguilar.

“Si yo hubiera sabido que existen medios para evitar el virus lo hubiera hecho. Ahora es tarde para mí, pero aún es tiempo para muchos. Conozco mucha gente que dicen que no van a contraer VIH. Desgraciadamente toma una sola vez para infectarte. Es como jugar a la ruleta rusa”, señala.

Truvada

Para el Doctor Scott Kim, quien trata a pacientes con VIH, no es extraño que muchos latinos no conozcan la ‘relativamente’ nueva píldora.

“Me sorprendería si la comunidad conoce el medicamento de no estar enfermo, ya que muchos se empiezan a informar ya cuando han sido diagnosticados”, dice Kim, de AltaMed, una serie de clínicas comunitarias sin fines de lucro en el condado de Los Ángeles, que este mes ha lanzado la “Campaña PrEp Listo/Ready” para incrementar el conocimiento de este método entre los latinos homosexuales.

“Tiene varios años que Truvada salió al mercado como parte de un paquete de pastillas para tratar la enfermedad y recientemente, se ha aprobado como un medicamento que por sí mismo puede evitar la transmisión hasta en un 90%.

De hecho, Truvada se usa desde hace una década como parte de un paquete de medicamentos para tratar el VIH. Sin embargo, en el 2012 la pastilla fue aprobada por si sola para prevenir el virus por la Administración de Comida y Drogas.

“Para ser eficaz, es imperativo que Truvada se use diariamente al igual que una pastilla anticonceptiva. Este medicamento junto con el condón reduce el riesgo aún más y esto es lo que precisamente la campaña quiere dar a conocer”, dice Kim.

A pesar de la efectividad de “PrEP”, como se le llama al medicamento para uso de prevención, su popularidad está en las sombras. Por este motivo, parte de la campaña consiste en exponer en los bares gay del condado segmentos cortos de tres videos que educan a las personas lo fácil que es incorporar un medicamento preventivo.

Los videos “Listo”, cuentan con un hombre que levanta pesas, un hombre que viste de mujer y un vaquero alistándose para salir de su casa y entre todas sus tareas, toman la pastilla. Los videos también se pueden ver en Youtube.

El último día para ver los videos es el 27 de junio, Día nacional de las pruebas de VIH.

Sin seguro médico, el costo de la pastilla por mes es de alrededor de 1.300 dólares, no obstante la mayoría de seguros médicos y Medi-Cal cubren los costos.

“Nuestro mensaje a los latinos es que no permitan que alguien más decida por su salud, que se hagan la prueba y vean las opciones que los pueden mantener saludables”, dice Kim.

El pasado 9 de junio, los supervisores del condado votaron a favor de desarrollar un plan para distribuir Truvada entre los residentes más vulnerables de contraer el virus.

Personas infectadas con el VIH en el Condado de Los Ángeles

2009 ---41812 (46% Latinos) 23% Afro 25% Anglo

2010 –43346 (45% Latinos) 23% Afro 25% Anglo

2011 –44677 (47% Latinos) 22% Afro 23% Anglo

2012 –46108 (49% Latinos) 21% Afro 23% Anglo

2013 ---47148 (46% Latinos) 24% Afro 24% Anglo

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