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Lo confundieron con un asesino y ahora lo recompensan

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Un error de los agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAUSD) cambió la vida de Guillermo Torres para siempre.

Torres, sin previo historial criminal, fue arrestado y detenido por la policía durante 18 días, lo estaban responsabilizando de los crímenes que un asesino cometió en el año 2000.

Durante ese tiempo, en el 2016 cuando estuvo preso, Torres fue cuestionado y forzado a confesar algo que nunca había hecho, pero a pesar de que se aferraba a su inocencia, las autoridades no lo ponían en libertad.

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Esta semana, el ayuntamiento de Los Ángeles firmó un acuerdo extra judicial en el que Torres tendrá que ser recompensado con $298,000 por su arresto, detención y los daños sicológicos que sufrió en el episodio de su vida que llama pesadilla.

La policía dijo que pensaban que Torres era Samuel Calvario, quien era buscado un 9 de noviembre de 2000 por la muerte a tiros de Daniel Félix, de 31 años.

Los investigadores creyeron que Calvario había adoptado una nueva identidad, y se había cambiado el nombre y apellido para evadir a la policía.

Torres fue absuelto después de que las pruebas de ADN determinaron que no era Calvario, quien fue sentenciado a 14 años de prisión después de admitir un 3 de abril a homicidio voluntario, así como una acusación de uso de armas en relación con la muerte de Félix.

La demanda presentado por Torres en la Corte Superior de Los Ángeles, el año pasado, se quejó de asalto, agresión, detención ilegal, negligencia e inflicción de angustia emocional, difamación, abuso de proceso y varias violaciones de derechos civiles.

De acuerdo con la demanda de Torres, el LAPD recibió una notificación anónima de que alguien que era buscado por la muerte de Félix estaba viviendo en una dirección particular.

No obstante, sin haber hecho pruebas de ADN adecuadas y haber tomado otras medidas para demostrar la precisión de la información, la policía arrestó a Torres el 19 de julio de 2016, frente a su hijo y dos compañeros de trabajo, alegó la demanda.

Torres mide cinco pulgadas más bajo que el asesino, de acuerdo con sus documentos judiciales.

El estrés de ser falsamente arrestado y acusado de ser un asesino le causó a Torres un colapso emocional y fue hospitalizado bajo custodia, según la queja.

“Él negó categóricamente ser el fugitivo buscado: el señor Samuel Calvario”, enfatiza la demanda.

Un día después de su arresto, Torres fue liberado y gastó 100 dólares por un taxi que lo llevó al Valle de San Fernando, donde regresó al trabajo, según su demanda.

Días después, el 25 de julio, la policía entró en su casa detuvo a su esposa Susana, a punta de pistola, lo deja temiendo por su vida y la forzaron a llevarlos al trabajo de su esposo, donde nuevamente lo tomaron bajo custodia y luego lo procesaron con una fianza de 2 millones de dólares.

El reclamo de difamación se deriva de los comunicados de prensa difundidos por el LAPD, que identificó falsamente a Torres como un presunto asesino, dice la demanda.

La información falsa fue reportada por los medios de comunicación en todo el mundo, de acuerdo con la queja.

Calvario fue detenido aproximadamente tres semanas después de que liberaran a Torres.

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