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Impotencia e indignación causó en los salvadoreños ver la tragedia de padre e hija en el Río Bravo

Los cuerpos de Óscar Alberto Martínez Ramírez (25 años) y su hija Valeria (un año y 11 meses) se encontraron entre unas ramas y a unos kilómetros del puente internacional de Matamoros que une esta ciudad con Brownsville (Texas).

Los cuerpos de Óscar Alberto Martínez Ramírez (25 años) y su hija Valeria (un año y 11 meses) se encontraron entre unas ramas y a unos kilómetros del puente internacional de Matamoros que une esta ciudad con Brownsville (Texas).

(Julia Le Duc / AP)
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La tragedia de Óscar Alberto Martínez y su hija Valeria, cuya imagen circuló en el ciberespacio de forma viral, ha generado estupor entre la comunidad salvadoreña en Estados Unidos, al ver como estos inmigrantes fueron encontrados muertos uno junto al otro a orillas del Río Bravo.

La fotografía en la que la niña, menor de dos años, aparece metida en la camisa de su padre y con el brazo derecho cubriendo la cabeza de su progenitor, eriza la piel y los líderes cuzcatlecos radicados en el Sur de California condenan que las políticas estadounidenses y en su tierra de origen causen tanto dolor.

“Me da una tristeza inmensa, una impotencia”, manifestó Teresa Tejada, directora ejecutiva de la Asociación de Salvadoreños en Los Ángeles (Asosal).

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“Los derechos humanos de estas personas están siendo violados, ellos no son criminales, vienen huyendo por la falta de oportunidades. Y cuando llegan a Estados Unidos si son detenidos los meten a centros que se pueden llamar campos de concentración. Lo que estamos viendo es parecido a lo de Siria”, remató Tejada.

Miembros de la Patrulla Fronteriza navegan las aguas del Río Bravo cerca de donde los migrantes fallecidos fueron encontrados.

Miembros de la Patrulla Fronteriza navegan las aguas del Río Bravo cerca de donde los migrantes fallecidos fueron encontrados.

(Julia Le Duc / AP)

Problema añejo

La migración salvadoreña no es reciente, data de finales de la década de 1970, cuando la gente comenzó a salir por la convulsión social y se agudizó a principios de la década de 1980, después de la muerte del obispo Óscar Arnulfo Romero, la cual encendió un conflicto civil que fue patrocinado por Estados Unidos.

En los últimos cinco años, la salida de menores no acompañados y padres de familia junto a sus hijos ha ido al alza a raíz del problema de la violencia y la falta de empleo.

“Primeramente siento indignación por lo que sufrió esa familia, tomaron ese riesgo por la necesidad económica”, reaccionó Mauricio Funes, presidente de la organización Comunidad Unida de Chinameca en Los Ángeles (Couchila).

“Es la realidad y hay que ver que cambios positivos se pueden hacer para que la economía funcione y no tengan que salir del país. Es una lástima que que estas tragedias ocurran con nuestra comunidad”, abundó.

Nuevo gobierno salvadoreño

La llegada de Nayib Bukele como presidente en El Salvador ha generado grandes expectativas en esa nación y en el exterior; sin embargo, a juicio de Caesar Campos, presidente de la Fundación Maya, el problema de la migración es tan severo que un cambio de políticas no va a generar un efecto inmediato.

“Bukele quiere invertir en infraestructura y eso va a generar empleo, todo es para estabilizar la economía, pero los resultados se van a ver a largo plazo, no es algo que se va a observar en 2 ó 3 años, pues estamos hablando de un país que ha estado destruido desde 1932”, apuntó.

“Es triste que esto se esté viviendo a diario, a mi me dio pena ver esa imagen, me reflejó a mi nieta”, agregó Campos. “Esto es algo que se debe combatir desde los países de origen”.

Tania Vanessa Ávalos dijo a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su esposo, el padre de la menor, quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río.

Tania Vanessa Ávalos dijo a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su esposo, el padre de la menor, quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río.

(Julia Le Duc / AP)

A criterio de Francisco Rivera, presidente de la Mesa Redonda Centroamericana, el problema se ha agudizado con las políticas del presidente estadounidense Donald Trump.

“Da un sentimiento de frustración porque nadie quiere ver que esas escenas [en el Río Bravo] ocurran, es símbolo del endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, y ahora que también México y Guatemala se han unido a las políticas anti-inmigrantes”, dijo.

Pobreza

Según el Banco Mundial, casi uno de cada tres salvadoreños es pobre, quienes viven con menos de $5.5 al día, muchos se mantienen de las remesas que en el 2018 se enviaron $5,468.7 millones desde suelo estadounidense.

Douglas Carranza, antropólogo salvadoreño y director del Departamento de Estudios Centroamericanos de la Universidad Estatal de California en Northridge (CSUN), plantea que esa realidad de pobreza, desigualdad y violencia que atraviesa el territorio cuzcatleco está vinculada a Estados Unidos.

“Esa fotografía encapsula muchos momentos similares o peores que son producto de una política que ha venido justificando este tipo de insensibilidades ante el dolor humano, que no mira cómo y porqué se han producido”, analizó el académico.

Ayuda militar estadounidense

Entre 1980 y 1992, durante el conflicto armado, Washington envió alrededor de $6 mil millones en ayuda militar al ejército salvadoreño para evitar la expasión del comunismo en la región.

“Es necesario que como comunidad en Estados Unidos presionemos a esos que formulan esas políticas y pidamos políticas más humanas”, aseveró Carranza.

El antropólogo también aseguró que se debe apostar “a un entendimiento en donde la parte humana tenga un impacto en las decisiones políticas, y que no se vean ese tipo de decisiones con frialdad, racismos y discriminación”.

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