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Padres de 20th Street Elementary confrontan al distrito por rechazar su intento de tomar las riendas de la escuela

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Los padres de familia del sur de Los Ángeles que calificaron a la escuela de sus hijos con una ‘F’ están explorando actualmente sus posibles recursos legales, luego de que el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD) anunciara el sábado pasado que la ley estatal que permite a los padres tomar el control de escuelas con fallas no aplica para ese distrito.

Al rechazar la petición de la 20th Street Elementary School, el distrito afirmó que la llamada ‘parent trigger law’, de 2010, que permite que los padres de familia tomen control de las escuelas con bajo rendimiento si logran recolectar las firmas necesarias, no es válida ya que ésta se rige por medidas de rendimiento académico obsoletas.

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Uno de los abogados del distrito, David Holmquist, argumentó en una carta de rechazo a la petición que, incluso si la ley fuera válida, el distrito cuenta con una exención federal que lo exime de utilizar el Índice de Rendimiento Académico y Progreso Anual (API, por sus siglas en ingles) como medidas de desempeño. Las escuelas ya no miden el API; en su lugar utilizan una nueva forma de pruebas basadas en los estándares estatales básicos comunes (Common Core).

El distrito ya ha intentado interponer este argumento anteriormente, bajo el mandato de John Deasy como superintendente, en 2014. Pero el último superintendente,Ramón Cortines, señaló más tarde ese mismo año que permitiría este tipo de peticiones.

Para solicitar la aplicación de la parent trigger law se requiere que una escuela tenga un API por debajo de 800 y que haya perdido puntos de referencia AYP. En 2013, esta escuela registró un API promedio de 765, sostenido durante tres años consecutivos.

La carta del distrito señala que la escuela alcanzó el progreso anual adecuado según la medición del estado realizada en 2015. Pero incluso en las recientes pruebas estandarizadas del estado, sólo el 19% de los estudiantes alcanzaron los estándares de alfabetización y el 20% cumplieron con los estándares de matemáticas. Esos porcentajes se encuentran por debajo de los resultados de todo el estado, en donde el 44% de los estudiantes en todos los grados alcanzaron los estándares de alfabetización y el 33% los de matemáticas.

“No ha habido una mejora en la educación de los niños”, señaló Lupe Aragón, coordinadora de la Unión de Padres de 20th StreetElementary, cuya hija y nieta asisten a la escuela.

20th Street Elementary está compuesta casi por un 95% de latinos; la mitad de los estudiantes allí aprenden inglés y el 92% recibe almuerzo gratis y reducido.

El año pasado, padres de familia insatisfechos con 20th Street Elementary estuvieron a punto de presentar una petición para convertir la institución en una escuela piloto manejada por el distrito, pero decidieron posponer su plan cuando el distrito les ofreció un plan de mejoras.

Actualmente, los padres afirman que el distrito no hizo lo suficiente; los maestros no invierten su tiempo en los estudiantes, la escuela no ofrece suficiente tutoría y los alumnos, especialmente de inglés, no están bien preparados cuando entran a la escuela secundaria, aseguró Maribel Mani, una de las madres que firmaron la petición.

Los líderes del grupo de padres comenzaron a recoger firmas nuevamente este año, con la intención de quitar casi por completo el control del distrito y convertir a la escuela en una charter.

La recolección de firmas se llevó a cabo con la ayuda de la organización Parent Revolution, con sede local, que ha tenido un papel destacado en organizar a padres insatisfechos para el uso de la parent-trigger-law. La organización recibe dinero de grupos que apoyan el crecimiento de las escuelas autónomas, entre ellas la Fundación de la Familia Walton, la Fundación Wasserman y la Fundación Broad.

El sindicato de maestros de Los Ángeles ha criticado a Parent Revolution, señalando que los padres que optan por no firmar las peticiones no tienen voz en el futuro de las escuelas que son absorbidas por las charter.

La nota de rechazo del distrito argumenta que la petición no especifica si se quiere convertir a la institución en un modelo de escuela gestionada por el distrito, o una escuela autónoma independiente, operada por un grupo externo.

La superintendente Michelle King tiene planeado reunirse esta semana con los padres, en la propia escuela. El distrito está “comprometido a trabajar con los padres para hacer frente a todas las inquietudes de manera oportuna”, señaló King a través de un comunicado.

Si los padres deciden emprender acciones legales, podrían presentar una demanda para revertir la decisión del distrito. Un distrito escolar de Anaheim ofreció razones similares para rechazar una petición de aplicación de la ‘parent trigger law’ el año pasado, y un juez anuló posteriormente este rechazo. Ese caso se encuentra ahora en instancia de apelación.

Encuentre a Sonali Kohli en Twitter, @Sonali_Kohli , o por correo electrónico, en Sonali.Kohli@latimes.com.

Traducción: Diana Cervantes.

Nota del editor: Los Angeles Times recibe fondos para su iniciativa digital La Educación Cuenta por parte de uno o más grupos mencionados en este artículo. California Community Foundation y United Way of Greater Los Angeles administran fondos de The Baxter Family Foundation, Broad Foundation, California Endowment y Wasserman Foundation para apoyar este esfuerzo. Bajo los términos de estos fondos, Los Angeles Times mantiene el control completo del contenido editorial.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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