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Devotos de arzobispo Romero en Los Ángeles peregrinan para asistir a su beatificación

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Devotos del arzobispo salvadoreño Óscar Romero parten en peregrinación desde Los Ángeles hacia el país centroamericano para “poner en práctica sus enseñanzas de amor a los más necesitados” y asistir a su beatificación el próximo 23 de mayo.

“Para nosotros, los salvadoreños en Estados Unidos, la beatificación de monseñor Romero significa una reivindicación a su vida, a la lucha, a la vida que entregó por los pobres”, dijo Carlos Vaquerano, director ejecutivo del Fondo Educativo para el Liderazgo Salvadoreño Americano (SALEF), en Los Ángeles.

“Yo creo que es la mejor forma de haberle pagado tributo a lo que él dio”, consideró Vaquerano, quien también es miembro de la junta directiva de la Clínica Monseñor Óscar Romero, organización sin fines de lucro que atiende en Los Ángeles las necesidades sanitarias de refugiados de las guerras civiles centroamericanas.

Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980 cuando predicaba en la capilla del hospital La Divina Providencia de la capital salvadoreña.

El pastor, conocido como “La voz de los sin voz”, fue declarado mártir por el papa Francisco en febrero pasado y el próximo día 23 de mayo será beatificado, último paso antes de ser nombrado santo, en la Plaza Salvador del Mundo de la capital salvadoreña.

“Clínica Romero se está preparando con gran euforia, porque esto es algo muy histórico y estamos llenos de gozo, alegría y amor”, dijo Ana Grande, directora de organización comunitaria del centro de salud.

“Pero no es sólo ir como delegación a ir a presenciar ese evento magnánimo, sino que también ir a dar mucho amor, lo que monseñor hubiese hecho”, expresó la sobrina del también sacerdote Rutilio Grande, amigo íntimo de Romero y también asesinado en 1977.

La delegación angelina, que parte este martes, está compuesta por una veintena de personas, entre ellas personal de Clínica Romero y miembros del comité de ciudades hermanas Los Ángeles-San Salvador.

Además, la integran un enviado especial de la Presidencia del Senado de California, el concejal del distrito 13 de Los Ángeles, Mitch O’Farrell, en cuya jurisdicción residen varios miles de salvadoreños, y varios religiosos, que donarán una ambulancia a la localidad de Villa Victoria, situada en la provincia de Cabañas.

Entre los religiosos viajará también el cardenal emérito Roger Mahony, quien se sumará a nueve cardenales más que participarán en la ceremonia de beatificación.

Grande explicó que, para honrar la memoria de Romero, hay que imitar “sus acciones de amor al prójimo, que son los pasos de Jesús”.

Por ello, “en la relación de hermandad con el hospitalito La Divina Providencia proveemos lo que puedan necesitar para el confort de los pacientes”, indicó Grande, quien entregará a las monjas a cargo del nosocomio salvadoreño ropa de cama y otros materiales.

Sandra Rossato, directora ejecutiva de Clínica Romero, dijo que suplir necesidades de personas en El Salvador es un “honor”.

Rossato, que trabajará en una jornada de salud dental en un centro de educación infantil de la provincia salvadoreña de La Libertad, destacó la “necesidad” que existe en el país centroamericano, por lo que su objetivo es “llevar, aunque sea algo de aquí, para poder ayudar especialmente a los niños”.

Pero no todos los devotos del religioso podrán viajar al país centroamericano con motivo de su beatificación. Uno de ellos es José Vásquez, quien suele hacer ofrendas de flores y reza ante la escultura de Romero en el parque angelino Douglas MacArthur “por la paz de la violencia de pandillas y una reforma migratoria” en Estados Unidos.

“La realidad es que no estamos esperando a que un documento firmado en el Vaticano lo declare santo para comenzar a rezarle, para nosotros ya es un santo”, concluyó.

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