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Cinco ciudades del sureste angelino piden menos contaminación de camiones de carga

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El aire huele a combustible y llanta quemada, dice Eloísa Torres, una residente de la ciudad de Commerce. Con los años se ha acostumbrado al olor que emana de la autopista que corre a unas cuadras de su casa, pero no a los problemas respiratorios que sufre.

Torres, de 55 años de edad, desarrolló asma cinco años después de mudarse a Commerce, afirma.

Sin embargo, Torres no es la única afectada. Cientos de miles de residentes de la región están siendo afectados por la contaminación que emana de los camiones de carga pesada que atraviesan la autopista 710, señalaron cinco alcaldes de las ciudades de Maywood, Bell, South Gate, Compton y la misma ciudad de Commerce.

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A raíz de este problema los alcaldes se reunieron este martes en South Gate para pedirle al gobierno federal y estatal tomar acción para eliminar estos camiones y cambiarlos por transportación que despida menos contaminantes al aire.

“Commerce tiene alrededor de 13 mil habitantes que viven cerca de la autopista 710, los cuales se afectados por unos 27 camiones de carga que vienen del Harbor de Long Beach para transportar mercancía. Y se espera que para el 2035, el número de tráileres asciende a los 92 mil”, sostuvo Leon.

“Debemos hacer algo para detener estas cifras porque todo se traduce a enfermedades para los que ya habitan en la ciudad como para sus futuras generaciones”, agregó Leon.

Varios estudios han demostrado que los corredores como la autopista 710, tienen la peor calidad de aire en la nación y que los que resultan más impactados son los residentes de comunidades desfavorecidas, aseveró por su parte el alcalde Jorge Morales, de la ciudad de South Gate.

“No hace poco fui a una escuela y pregunté quién sabía que era el asma. Nunca pensé que los niños iban a responder y de pronto vi siete inhaladores en el aire en un salón de 25 niños”, indicó Morales.

“Los gobiernos federal tanto estatal deben empezar a buscar soluciones, tal vez fondos e incentivos para animar a las compañías dueñas de estos camiones a cambiarlos por aquellos que despiden menos químicos”, dijo Morales, en cuya ciudad el 90% es latino.

Ali Saleh, el alcalde actual de Bell, señaló que no se pondría a presionar a las compañías para cambiar sus camiones, ya que los costos por el cambio son elevados. No obstante, sostuvo que “los políticos pueden empezar a crear pólizas para las empresas y llegar a acuerdos donde todos se beneficien”.

Los estudios también indican que la contaminación del aire contribuye al asma y cáncer, añadió Saleh.

Una opción

Los alcaldes también hicieron público su apoyo para Cummins Westport, los creadores de un motor que recientemente fue certificado por La Barra de Recursos de Aire de California (CARB) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) como un motor 90% más limpio que los motores convencionales.

En el presente, unos 4,500 camiones en Estados Unidos llevan el motor que fue auspiciado por South Coast Air Quality Management Dristrict (SCAQMD), California Energy Commission (CEC) y Southern California Gas Company (SoCalGas).

“En el sur de California la tecnología vehicular de cero o emisión de casi cero (contaminantes) son criticas para formar parte de las reglas federales y los estándares de aire limpio”, dijo Barry Wallerstein, director ejecutivo de SCAQMD.

Rodger Schwecke, vicepresidente de soluciones al consumidor de SoCalGast, sostuvo que el gasto extra de estos camiones limpios valen la pena.

“El gas natural es una de las alternativas al combustible más limpias y accesibles. Con estos vehículos el smog puede reducirse hasta en un 90%. Debemos ser parte de la solución”, dijo Schwecke.

La compañía Cummins Westport ofrece la venta de los camiones que vienen con el motor. No obstante el costo es de 30 mil dólares más que un camión convencional.

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