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Los Ángeles quiere investigar historia de armas confiscadas por la policía

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Los funcionarios del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) estan considerando el pedido de un comité del ayuntamiento para rastrear el origen de armas de fuego confiscadas por el departamento.

El concejal de la ciudad, Mitch O’Farrell, que forma parte del Comité de Seguridad, propuso crear una política para averiguar dónde provienen las armas confiscadas, especialmente las que entran de otros estados. A la vez, busca que la policía proporcione un informe anual.

El movimiento surge tras la revelación de que el tirador del Festival del Ajo en Gilroy compró su arma en Nevada, un tipo de arma de fuego que no se obtiene fácilmente en California.

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“Tienes estados que tienen leyes abiertas, donde tienen organizaciones como la Asociación Nacional de Rifles, que se inclinan hacia atrás para asegurarse de que las armas de combate están disponibles para cualquier persona sin verificación de antecedentes y sin límite de edad”, sostiene O’Farrell dijo.

“Si ya estamos recopilando los datos, eso nos ayudaría determinar la magnitud de cómo eso afecta y perjudica negativamente a las víctimas del crimen armado en California. Creo que hay un universo de crímenes donde podríamos establecer ese nexo, y esa es la base de este movimiento’’, sostuvo.

Pero el capitán del LAPD, Paul Espinosa, dijo que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos han dejado claro en el pasado que información específica, en cuanto a la ubicación exacta de dónde se vendió el arma de fuego, puede no estar disponible para el público.

Los agentes habrían respondido al llamado de ayuda por un accidente.

Ago. 12, 2019

“Luchamos esta batalla con ATF, y enviaron abogados de D.C. a declarar su razonamiento para no revelar esa información, para no hacerla pública’’, dijo Espinosa.

“Se puede seguir utilizando para investigaciones y puede continuar entregándose a la unidad de armas del LAPD a fin de solicitar esa información, debe ser aprobada por ATF”, dijo el capitán enfatizando que el departamento puede hacer el intento.

Sin embargo, afirmó, LAPD no puede producir voluntariamente esta información sin su permiso’’.

Por ahora, el seguimiento de las armas de fuego se realiza en base a las solicitudes enviadas por las agencias de policía y el ATF no distribuye públicamente él información específica sobre qué distribuidor y de dónde vinieron las armas.

Cuando el LAPD intentó rastrear estas armas en esfuerzos anteriores, se cortó la relación con ATF y la policía de Los Ángeles, según Espinosa, lo que resultó en que el departamento tuvo que presentar solicitudes a través de la sede de Washington DC en lugar de localmente.

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