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Diabetes con impacto devastador; unos 440 millones la padecen en el mundo

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Pocas enfermedades tienen un impacto tan vasto y extenso en el organismo del ser humano como la diabetes, uno de los males más prevalentes en México.

El endocrinólogo Guillermo Villareal Coindreau explica que este padecimiento es una enfermedad crónica degenerativa de tipo metabólico que actualmente se considera una epidemia mundial.

“Se calcula que aproximadamente 440 millones de personas la padecen en el mundo y estas cifras han ido aumentando progresivamente durante los últimos años”, comenta el también médico internista.

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Entre el 10 y el 15 por ciento de la población mexicana la padece, así que es uno de los problemas de salud más graves del País por sus repercusiones tanto en la integridad física del paciente, como en el sistema de salud nacional.

Villareal Coindreau expone que existen dos tipos, la 1 y la 2, siendo esta última la más frecuente: la persona que la padece desarrolla una resistencia a la insulina, la hormona encargada de regular los niveles de glucosa en la sangre.

“Es una hormona producida por las células beta del páncreas que permite que se metabolicen y absorban en el cuerpo distintas sustancias, entonces ayuda al hígado a captar la glucosa y forme glucógenos para almacenarla”, señala.

Esto quiere decir que la insulina funciona como una “llave” para que sustancias como la glucosa entre otras que vienen en los alimentos, puedan entrar a tejidos, como el músculo, y éstos pueda funcionar correctamente.

Cuando una persona consume una cantidad exagerada de carbohidratos simples, harinas, grasas de origen animal e incluso frutas, empieza a elevarse a la par la cantidad de insulina que produce para metabolizarla.

“Esto aumenta la cantidad de grasa de su organismo lo que ocasiona una lipotoxicidad y glucotoxicidad en la cual las células betas del páncreas se inhiben por la gran cantidad de azúcar y grasas que está circulando”, dice el médico.

Como el páncreas deja de producir la cantidad suficiente de insulina para metabolizar la glucosa que está recibiendo esto ocasiona poco a poco una intolerancia a carbohidratos y posteriormente una diabetes, advierte.

“Llega un momento en que el azúcar se queda circulando por la sangre y no puede ser captada ni por el músculo, ni por ningún otro tejido, se une a proteínas tratando de eliminarse de alguna forma y empieza a ocasionar daños.

“Y es que los niveles de glucosa que tenemos en la sangre dependen de un equilibrio entre las hormonas, principalmente la insulina, para bajar el azúcar”, agrega el especialista.

Factor hereditario

Poca o nula actividad física y una dieta en la que predomina la comida rápida ha elevado los niveles de sobrepeso y obesidad en el mundo occidental y en México, factores que junto con la herencia están asociados con diabetes.

El endocrinólogo Guillermo Villareal Coindreau remarca que algunas personas cuentan con una predisposición para desarrollar la diabetes tipo 2 por parte de su lado materno.

“En el caso de la tipo 1, además de la herencia, se habla de ciertos virus que pueden provocar fallas a nivel de las células beta que producen la insulina y provocar este tipo de diabetes”, destaca el también médico internista.

Una pancreatitis por alcoholismo o ingesta abundante de alimentos, cálculos a nivel de la vesícula biliar, tumores pancreáticos o un exceso de hormonas contrarreguladoras, pueden desencadenar una diabetes muy semejante al tipo 1.

Para diagnosticarla es habitual en México realizar el examen de glucosa en ayunas y la curva de tolerancia de la glucosa para detectar diabetes. El de hemoglobina glucosilada todavía no está establecido como factor de diagnóstico.

En el primer método se ha establecido que niveles iguales o superiores a 126 miligramos de glucosa por decilitro de plasma en sangre se considera diabetes, describe el médico del Hospital de Cardiología 34 del IMSS.

“Hasta hace algunos años el valor normal de azúcar era hasta 110 y en los últimos años hemos bajado esa normalidad a 100 miligramos por decilitro en ayuno debido a que posterior a dicha cifra se presentan más frecuentemente las complicaciones cardiovasculares. De 100 a 126 se considera una intolerancia a carbohidratos, dice.

“En el caso que se le practique una curva de tolerancia a la glucosa, los niveles por debajo de 140 son normales a las dos horas, si está arriba de 140 y abajo de 200 tiene intolerancia a carbohidratos y si tiene niveles superiores a 200 el paciente es diabético”.

Las personas con intolerancia a carbohidratos tienen tendencia, y la seguirán teniendo, a desarrollar diabetes, pero si comienzan un régimen de ejercicio y mejoran su alimentación, pueden reducir sus niveles de glucosa.

En el examen de hemoglobina glucosilada se mide el nivel de azúcar en la hemoglobina, una proteína contenida en los glóbulos rojos que permite captar el oxígeno en la sangre a nivel de los pulmones para que la lleve a todos los tejidos.

“Cuando hay un exceso de azúcar en sangre, ésta se pega a la hemoglobina y forma la hemoglobina glucosilada. Si al medirla el porcentaje va del 4 a 6 por ciento se considera normal.

“Pero cuando se tiene arriba del 6 por ciento se habla de un nivel de azúcar elevado y si se tiene 6.5 o más se considera al paciente diabético”, señala.

En números

+ Se encuentra entre las primeras causas de muerte en México.

+ El número de enfermos se ha duplicado entre 2000-2012.

+ Los estados con mayor prevalencia son: Distrito Federal, Nuevo León, Veracruz, Tamaulipas y Durango.

+ Representa un gasto de 3 mil 430 millones de dólares al año en su atención y complicaciones.

+ Es la causa principal de enfermedades cardiovasculares, fallo renal, ceguera y amputaciones no traumáticas en el País.

+ El incremento en actividad física, dieta adecuada y reducción de peso, disminuyen el riesgo de desarrollar diabetes entre 34 y 43 por ciento.

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