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Por qué 2017 puede ser clave en el giro hacia la derecha de América Latina

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, evitó andarse con rodeos al hablar recientemente de los problemas que enfrenta la izquierda en distintas partes de América Latina: “Son momentos duros”, admitió.

Se refería a la muerte del líder cubano Fidel Castro y a los no tan recientes fallecimientos del presidente venezolano Hugo Chávez y del exmandatario argentino Néstor Kirchner.

También habló de “reveses electorales” en algunos países de la región, donde la izquierda, que predominaba en la década pasada, ha tenido que ceder paso a gobiernos más conservadores y abiertos al mercado.

En el último año y medio fueron electos el empresario Mauricio Macri en Argentina, el exbanquero Pedro Pablo Kuczynski en Perú y asumió en Brasil un gobierno de centro-derecha encabezado por Michel Temer, tras la destitución de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff en un juicio político.

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Y ahora, el año que acaba de comenzar podría ser clave para definir hasta dónde llega el giro de América Latina hacia la derecha.

Sí, nos vamos a correr desde la izquierda hacia el otro lado. El punto es dónde vamos a terminar. Y de eso no tenemos idea”, dice a BBC Mundo Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, una empresa de encuestas de opinión de la región.

“Los procesos siguen”

Está previsto que en el correr de 2017 haya elecciones presidenciales en Ecuador, Chile y Honduras, así como legislativas en Argentina y de gobernador en el estado de México.

Las de Ecuador, programadas para febrero, se caracterizan por la ausencia de la candidatura del izquierdista Rafael Correa, que ejerce la presidencia desde hace una década.

Su heredero político es el exvicepresidente Lenín Moreno, que encabeza encuestas para la primera vuelta pero podría enfrentar dificultades en un eventual segundo turno si la oposición se uniera.

Aunque se mostró confiado en que el oficialismo ganará, el propio Correa admitió la posibilidad de una derrota.

“Si llegamos a perder, los procesos siguen”, dijo en una entrevista en diciembre con medios de comunicación, la misma en que habló de las dificultades de la izquierda regional, pero negando que sean tiempos “terribles” como en el pasado.

En Chile está al frente de las encuestas para la primera vuelta de noviembre el expresidente Sebastián Piñera: el empresario de derecha figura con varios puntos de ventaja ante el también exmandatario Ricardo Lagos, de la misma coalición de centroizquierda que la presidenta Michelle Bachelet.

Sin embargo, sondeos recientes sugieren que Piñera podría ser derrotado en una segunda vuelta por el senador independiente Alejandro Guillier, próximo al socialdemócrata Partido Radical.

Y en Honduras aparece como favorito para las elecciones de noviembre el actual presidente Juan Orlando Hernández, quien buscaría la reelección por el conservador Partido Nacional.

Su candidatura fue inscrita en diciembre por el Tribunal Supremo Electoral hondureño, pese a que opositores la consideran ilegal y recuerdan cuando el expresidente Manuel Zelaya buscó su propia reelección en 2009 y fue depuesto en un golpe de Estado que enfureció a la izquierda regional.

Los analistas descartan que sea una mera casualidad que estos políticos alejados de la izquierda aparezcan hoy como favoritos para los comicios en sus países.

¿Efecto péndulo?

El informe 2016 de Latinobarómetro registró un aumento de los latinoamericanos que se ubican en la derecha del espectro político por cuarto año consecutivo.

El estudio indicó que 28% de los ciudadanos de la región se colocan en la derecha, nueve puntos más que el 19% registrado por la misma encuesta en 2011.

Por otro lado, actualmente 20% de los latinoamericanos se ubica en la izquierda y 36% en el centro político.

Los expertos creen que detrás de este fenómeno hay varias explicaciones: el fin del boom de precios de materias primas que causó problemas económicos a varios gobiernos de izquierda, una mayor demanda de orden y “mano dura” contra la delincuencia, e incluso el avance regional de la fe evangélica, con posturas conservadoras en temas sociales como el aborto o el matrimonio homosexual.

Además, figuras de la izquierda latinoamericana en la década pasada, como el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva o la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner, están ahora acusados de corrupción ante la justicia.

A eso se suma la grave crisis económica y política que atraviesa Venezuela, que provocó reclamos de un referendo para sacar de la presidencia al heredero político de Chávez, Nicolás Maduro, y contribuyó a la contracción económica de Cuba el año pasado.

“Todo lo que ha sucedido le da una ventaja a la derecha, sin dudas”, sostiene la directora de Latinobarómetro.

Soluciones

No obstante, ella y otros analistas creen que más que una ideología específica, los latinoamericanos están buscando soluciones prácticas a sus problemas, lo que podría aumentar la alternancia en el poder, incluso con triunfos de candidaturas alternativas y populistas de distinto tipo.

Así, un éxito de las opciones conservadoras en las elecciones de este año confirmaría el corrimiento de la región hacia la derecha, marcando una clara tendencia antes de las presidenciales previstas para 2018 en México, Brasil, Colombia, Venezuela y Paraguay.

Pero una falta de mejoras concretas para exhibir por parte de los gobiernos pro-mercado en Argentina, Brasil, Perú y otros países podría aumentar la tensión social y hacer que el viento político latinoamericano vuelva a cambiar de dirección.

Muchos se preguntan además qué efecto político puede tener en la región la llegada este año a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, que durante la campaña en su país ofendió a México con diversos comentarios y prometió más rigor con los gobiernos de Venezuela y Cuba.

Pero los analistas dudan de que en Latinoamérica vaya a resurgir el debate entre derecha e izquierda tal como se planteaba hace 20 años, entre otras cosas porque los conservadores hoy se muestran dispuestos a mantener programas sociales exitosos creados en la década pasada.

“Continuará habiendo en el año nuevo un desgaste de partidos de izquierda en la región, pero no lo veo como si fuese una repetición de los años ’90 en que había gobiernos que implementaban políticas consideradas neoliberales”, dice a BBC Mundo João Augusto de Castro Neves, analista para América Latina de la consultora Eurasia, con sede en Washington.

“Y si los partidos más a la derecha no resolviesen muchos de los problemas sociales y económicos que asolan a América Latina”, agrega, “el péndulo puede volver a la izquierda muy rápidamente”.

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