Anuncio

Papa da histórico abrazo a Patriarca ruso y agradece a Cuba

El papa Francisco se reúne con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa Kirill en el Aeropuerto Internaiconal José Martí de La Habana el viernes 12 de febrero de 2016. El papa Francisco aterrizó el viernes en Cuba para la primera reunión de un papa con el líder la Iglesia Ortodoxa, un desarrollo histórico en 1.000 años de sisma dentro del cristianismo. (Foto AP/Gregorio Borgia)
(Gregorio Borgia / AP)
Share

El papa Francisco abrazó y se reunió con el patriarca ortodoxo ruso Kirill tras mil años de distanciamiento entre las dos religiones; y se despidió Cuba con un agradecimiento a la isla por haber sido la histórica entrevista entre las dos denominaciones cristianas.

“No somos competidores, sino hermanos”, expresó un comunicado conjunto y que fue firmado por los jerarcas tras dos horas de reunión.

Si sigue así Cuba será la capital de la unidad.

— Papa Francisco

Anuncio

El documento de 30 puntos hizo énfasis en la necesidad de la unidad de ambas iglesias sobre todo en temas de interés común como la persecución de cristianos en Irak y Siria a donde “la violencia se ha cobrado miles de víctimas”, al mismo tiempo que hizo “un llamamiento a la comunidad internacional” para evitar más desplazamientos de ciudadanos de estos credos y otros tradicionales en el Medio Oriente.

“Esperamos que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación a donde hay tensiones entre los greco-católicos y los ortodoxos”, agregó el texto al cual la AP tuvo acceso.

Ante una fila de sacerdotes católicos y otra de ortodoxos, ambos líderes firmaron el documento conjunto, que clausuró las conversaciones a puertas cerradas de los jerarcas, las primeras cara a cara de los líderes de las dos religiones.

Reunidas en un pequeño salón de protocolo del aeropuerto capitalino José Martí, ambas delegaciones intercambiaron regalos y se presentaron los unos a los otros.

“Si sigue así Cuba será la capital de la unidad”, comentó Francisco en unas breves palabras improvisadas luego de firmar de declaración conjunta.

“Hablamos de nuestras iglesias, coincidimos que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente sin medias palabras”.

La jornada había comenzado con la llegada de Francisco y el encuentro de los dos líderes que se besaron, abrazaron y apretaron sus manos reiteradamente.

“Fue una conversación con mucho contenido, que nos dio la oportunidad de entender las posiciones de uno”, explicó por su parte Kirill tras la firma de la declaración. “Las dos iglesias pueden cooperar en todo el mundo y trabajar conjuntamente”.

El papa Francisco, quien ya visitó Cuba hace solo cinco meses y fue facilitador del deshielo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, partió hacia México, donde el pontífice llevará un mensaje de solidaridad hacia las víctimas de la violencia del narcotráfico, el tráfico humano y la discriminación y exclusión que millones de mexicanos padecen por la pobreza.

Kirill, arribó a la isla en la víspera, para una visita oficial a la isla hasta el domingo, que también lo llevará hacia varios países de Sudamérica. Ambos líderes fueron recibidos por el presidente Raúl Castro al pie de la escalerilla de los aviones que los trajeron a Cuba.

Aunque la reunión de La Habana fue considerada en algunos círculos católicos como un importante avance ecuménico, Francisco también ha sido objeto de críticas que lo acusan de ser utilizado por un Kremlin deseoso de ganar terreno político entre los cristianos ortodoxos y en la escena mundial en momentos en que Rusia está cada vez más aislada de Occidente.

Cuba tuvo una ubicación única e ideal para la reunión: lejos de las batallas territoriales entre católicos y ortodoxos en Europa, además de que es un país familiar para el primer Papa de origen latinoamericano, pero igualmente conocido por la iglesia rusa, dados sus antecedentes antiestadounidenses y su legado soviético.

“Cuba es de hecho un lugar profundamente espiritual en términos de prácticas afrocubanas no es, ni nunca ha sido un lugar muy religioso en el sentido católico formal”, explicó a la AP el analista y experto en Cuba del Baruch College de Nueva York, Ted Henken. “Creo que este hecho junto con su conexión única geopolítica de Rusia se ha convertido en un “terreno neutral” ideal y de confianza para dicha reunión”.

El Vaticano espera que en encuentro mejore las relaciones con otras iglesias ortodoxas y estimule los avances en el diálogo sobre las diferencias teológicas que dividieron al cristianismo del Oriente y el Occidente desde el Gran Cisma de 1054.

Sin embargo, los observadores ortodoxos creen que la disposición de Kirill de reunirse con un Papa tuvo menos que ver con cualquier deseo nuevo de acercamiento ecuménico y más con un interés de la iglesia ortodoxa por mejorar su imagen en un momento en que Rusia está cada vez más bajo el fuego de Occidente por sus acciones militares en Siria y Ucrania.

Kirill, un consejero espiritual del presidente ruso Vladimir Putin, dirige la más poderosa de las 14 iglesias ortodoxas independientes que se reunirán durante el tercer trimestre en Grecia para el primer sínodo Panortodoxo en siglos.

“Esto no es benevolencia. No es un deseo recién descubierto de unidad entre los cristianos”, opinó George Demacopoulos, presidente de estudios cristianos ortodoxos en la Universidad de Fordham, en Nueva York. “Es casi en su totalidad la postura (de Kirill) y de tratar de presentarse como el líder de la ortodoxia”.

Desde Pablo VI, los papas se reunieron con el patriarca ecuménico con sede en Estambul, quien es considerado el “primero entre iguales” en la Iglesia ortodoxa de 250 millones de fieles y el único jerarca que puede hablar por la ortodoxia mundial. Sin embargo, la Iglesia rusa es la más grande, más rica y poderosa de ellas y siempre se mantuvo alejada de Roma.

Los católicos y los ortodoxos estuvieron distanciados por muchas cuestiones, como la primacía del Papa y, más recientemente, las acusaciones rusas ortodoxas de que la Iglesia católica trata de ganar conversos en las antiguas tierras soviéticas. Esas tensiones impidieron que pontífices de Roma anteriores hayan podido reunirse con un patriarca ruso, a pesar de que el Vaticano insistió en que solo estaba haciendo su trabajo religioso entre los adolescentes de las comunidades católicas.

El problema reciente más acuciante se centra en la Iglesia católica griega de Ucrania, la segunda más grande del país, que sigue los ritos de la iglesia oriental pero responde a la Santa Sede. La Iglesia ortodoxa rusa consideró el oeste de Ucrania como su territorio tradicional y resintió la influencia papal allí.

“Sin duda forjará relaciones dentro de la ortodoxia: Todavía no tenemos contacto con muchos de los patriarcas ortodoxos y esta reunión podría ayudar a desarrollar las relaciones antes del Consejo Panortodoxo”, dijo el cardenal Kurt Koch. “Una mejor comprensión entre Roma y Moscú seguramente tendrá efectos positivos en el diálogo teológico”.

Anuncio