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Grexit: ¿por qué la crisis económica y financiera de Grecia vuelve a preocupar al mundo?

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Grecia está de vuelta en los titulares después de que los gobiernos de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sacaran a la luz sus diferencias sobre cómo manejar el rescate financiero del país.

El FMI dice que Grecia necesita más margen de maniobra para pagar sus enormes deudas antes de que se puedan liberar más fondos de rescate.

Pero la eurozona, que ya ha dado al país un alivio significativo de la deuda, se muestra reacia a ir mucho más lejos.

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Este año se vencen los plazos de varias obligaciones financieras del gobierno griego. En este contexto, ¿pueden las partes llegar a un acuerdo antes de que la situación financiera de Grecia se vuelva insostenible?

¿Cuál es la posición del FMI?

Desde hace mucho tiempo, el FMI considera que Grecia necesita más alivio de la deuda para hacer sostenible la situación financiera del gobierno.

El FMI ha publicado su evaluación anual de la economía griega: “Grecia no puede resolver su problema de la deuda solamente con crecimiento económico. Grecia requiere un alivio sustancial de la deuda de sus socios europeos para restaurar la sostenibilidad de su deuda”.

Los gobiernos de la zona euro ya han proporcionado algún alivio de la deuda, en forma de tasas de interés más bajas y períodos de amortización ampliados. El personal del FMI piensa que necesitan más facilidades.

El FMI dice que no hay necesidad de una reducción en el monto principal de la deuda que finalmente ha de ser reembolsado.

Hubo informes el mes pasado de que el análisis de los economistas del FMI sugirió que la carga de la deuda, sin alivio, se convertiría en “explosiva”, pues aumentaría progresivamente como porcentaje de la actividad económica nacional.

¿Qué pasa con los gobiernos de la eurozona?

El ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, que preside las reuniones de la eurozona, describió la opinión del FMI como “innecesariamente pesimista”.

Varios gobiernos tienen cuestionamientos políticos internos frente a la idea de proporcionar alivio de la deuda griega. Es impopular rescatar a gobiernos extranjeros de lo que es visto como la consecuencia de su propia irresponsabilidad.

Algunos también temen que el alivio de la deuda le quitaría la presión de Grecia para llevar a cabo reformas difíciles. El año pasado, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo:

“Cualquiera que ahora hable sobre el alivio de la deuda de Grecia no está ayudando a quienes quieren reformas”.

Ha habido informes de desacuerdos dentro del gobierno de coalición alemán. Alemania es el actor clave (aunque no el único) dentro de la eurozona que no ha estado entusiasmado con el alivio de la deuda.

El periódico empresarial Handelsblatt informó que Sigmar Gabriel, el vicecanciller alemán, había expresado su “gran preocupación” y pidió al gobierno alemán que moderara sus demandas por los objetivos financieros del gobierno griego.

Gabriel representa a los socialdemócratas, el partido menor en la coalición de gobierno. Sus comentarios son vistos como una crítica a Schaeuble, quien lidera la participación de Alemania en las negociaciones con Grecia y es miembro del partido principal del gobierno, la Unión Demócrata Cristiana.

¿Hay divisiones dentro del FMI?

De manera inusual, las opiniones divergentes dentro de la Junta Directiva del FMI se han hecho públicas. Cuando el FMI realiza revisiones anuales de los países, también publica un breve resumen del debate de la Junta.

En esta ocasión, el documento dice que “la mayoría de los directores” pensaba que sería necesario un mayor alivio de la deuda. Había varios otros puntos donde esa frase “la mayoría de directores” surgió. Por lo general, estos informes transmiten una impresión (justificada o no) de consenso.

No hay indicación sobre cuáles directores no compartieron la opinión sobre el alivio de la deuda, pero es razonable arriesgarse a suponer que estaban entre los que representan a los gobiernos de la eurozona.

La Junta está integrada por representantes de los países miembros, además de la directora gerente, Christine Lagarde.

¿Está la situación llegando nuevamente a un punto de crisis?

No inmediatamente. La fecha clave es julio. Es entonces cuando Grecia debe efectuar los pagos de la deuda, a los acreedores en los sectores privado y público (en particular, el Banco Central Europeo).

Para hacer esos pagos, Grecia necesitará el próximo desembolso de su actual (tercer) plan de rescate financiero. No lo conseguirá hasta que no se complete la revisión del programa por el FMI, la Comisión Europea y el BCE, conocidos como la Troika.

Esto se ha retrasado, ya que Grecia no ha podido convencerlos de que ha hecho suficiente progreso con las reformas destinadas a apoyar el crecimiento económico a largo plazo y la estabilidad de las finanzas públicas.

¿Es importante la opinión del FMI?

El FMI no está contribuyendo financieramente al tercer rescate. Proporciona asesoramiento y puso dinero en los dos primeros rescates financieros.

La zona euro desearía contar con el respaldo total del FMI. La situación se complica aún más con las próximas elecciones en los países de la eurozona.

En Francia, el Frente Nacional de Marine Le Pen y en los Países Bajos, el Partido de la Libertad de Geert Wilders, son hostiles a la Unión Europea y han criticado el rescate.

Alemania tiene elecciones más adelante en el año.

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