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El exrecluso de Guantánamo refugiado en Uruguay vuelve a entrar en coma

Jihad Ahmad Diyab, el exrecluso de Guantánamo (Cuba) refugiado en Uruguay, entró hoy en un "coma superficial" debido a la huelga de hambre que mantiene, situación en la que ya se encontró a mediados del pasado mes de septiembre, confirmó a Efe un grupo de sus allegados.

Jihad Ahmad Diyab, el exrecluso de Guantánamo (Cuba) refugiado en Uruguay, entró hoy en un “coma superficial” debido a la huelga de hambre que mantiene, situación en la que ya se encontró a mediados del pasado mes de septiembre, confirmó a Efe un grupo de sus allegados.

(Matilde Campodonico / AP)
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Jihad Ahmad Diyab, el exrecluso de Guantánamo (Cuba) refugiado en Uruguay, entró hoy en un “coma superficial” debido a la huelga de hambre que mantiene, situación en la que ya se encontró a mediados del pasado mes de septiembre, confirmó a Efe un grupo de sus allegados.

Su situación es “más grave que la registrada el mes pasado porque se suman días de huelga de hambre y huelga seca”, afirmó al matutino local El Observador una de las profesionales del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Julia Galzerano, que atendió al sirio en su domicilio del centro de Montevideo este lunes.

Diyab está inconsciente y está siendo hidratado con suero fisiológico por los médicos de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y del SMU, dijeron a Efe sus allegados.

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Asimismo, el grupo “Vigilia por Jihad Diyab”, que forma parte del entorno del sirio, anunció hoy en un comunicado que “la huelga de hambre continúa”, ya que así lo dejó establecido Diyab antes de entrar en estado de inconsciencia.

En estos momentos, miembros de dicho grupo son quienes deciden por la salud de Diyab.

“Está en un coma superficial, lo que quiere decir que no tiene un compromiso neurológico importante. Se le hicieron varios análisis (sangre, glicemia y función renal) que dieron bastante bien”, señaló Galzerano a El Observador.

Diyab había pasado por un episodio similar a mediados de septiembre, cuando cayó en un estado de inconsciencia luego de desmayarse.

Esto último también estuvo relacionado con la decisión de Diyab de suspender el consumo de alimentos y la ingesta de líquido, medidas que lleva a cabo en señal de protesta y en busca de ser reunificado con su familia en un país del mundo árabe o que cuente con una comunidad musulmana numerosa.

La semana pasada, Diyab solicitó a la Comisión de Refugiados (Core) cuatro cartas firmadas por el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, dirigidas a las embajadas de Turquía, Venezuela, Líbano o Catar en las que quedara constancia de que no existen impedimentos legales para que pueda viajar a esos países.

Si bien las autoridades uruguayas han negociado con diferentes países para encontrar una solución a su situación, las conversaciones no han dado frutos y naciones como Líbano, Qatar, Venezuela y Turquía rechazaron alojarle.

Nin Novoa pidió recientemente a Diyab que “abandone la huelga de hambre que se encuentra llevando a cabo”, durante una conferencia de prensa en la que también animó al sirio a continuar “la búsqueda de un futuro mejor para él y su familia”.

Diyab fue acogido en Uruguay en diciembre de 2014 junto a otros tres sirios, un tunecino y un palestino como parte del compromiso del entonces presidente uruguayo, José Mujica, de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el plan de cierre del penal de Guantánamo (Cuba).

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