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Cómo es vivir en la República Turca del Norte de Chipre, un “país” que solo reconoce Turquía

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Se llama República Turca del Norte de Chipre (RTNC) y se autoproclamó independiente en 1983 en la parte norte de la isla de Chipre.

El único país que reconoce a la RTCN como una nación es Turquía. La comunidad internacional considera que es parte de la República de Chipre, que administra el sur de la isla.

La división comenzó en 1974 cuando Turquía invadió Chipre después de un golpe orquestado por una junta militar griega que destituyó al gobierno legítimo de Chipre.

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Subsecuentemente el ejército turco ocupó el 35% del territorio de Chipre y la isla quedó dividida.

En la parte norte, en la autoproclamada RTCN, vive la minoría de pobladores turcochipriotas. Y en la reconocida internacionalmente República de Chipre, en la parte sur, viven los grecochipriotas.

“Entidad ilegal”

Desde entonces, la división de la isla ha sido uno de los conflictos más intrincados y difíciles de resolver.

“Turquía declaró entonces que había intervenido en Chipre -y no lo llama ocupación, lo llama intervención- para proteger a los turcochipriotas que estaban en riesgo tras el golpe militar”, explica Huseyin Alkan, periodista del servicio turco de la BBC.

“Declaró que Grecia quería colonizar la isla y por lo tanto había intervenido para salvar a sus ciudadanos”.

El resultado es que dos generaciones de turcochipriotas han nacido en lo que Naciones Unidas llama “una entidad ilegal”, un enclave considerado una zona gris tanto diplomáticamente.

La invasión de Turquía y la subsiguiente ocupación y declaración de independencia de los turcochipriotas fueron condenadas por varias resoluciones de Naciones Unidas, que han sido ratificadas cada año.

Y la RTCN ha sido severamente castigada: ha estado bajo sanciones internacionales durante las últimas cuatro décadas, repudiada por las instituciones globales y reconocida sólo por Turquía.

“Por ejemplo, no existen vuelos directos al norte de Chipre” explica Huseyin Alkan.

“Si quieres viajar, por ejemplo, de Londres al norte de la isla, debes volar vía Turquía y una vez allí, no te tienes que viajar del avión pero debes esperar a que el vuelo obtenga un nuevo código para seguir el trayecto hacia el norte de Chipre”.

“O vuelas al sur de la isla, por ejemplo a Lárnaca y de allí te trasladas hacia el norte en un taxi”.

“Tampoco hay un servicio postal directo. Todo el correo llega al norte de la isla vía Turquía”.

“Como si no existiéramos”

Desde la RTCN no se llevan a cabo exportaciones y los deportistas turcochipriotas no pueden participar en eventos internacionales.

Y está prohibido el establecimiento de marcas y franquicias internacionales.

“En todos los niveles, económica, social y políticamente, es como si no existiéramos”, le dijo al diario The Guardian Ozdil Nami, uno de los representantes especiales turcochipriotas en las negociaciones para resolver la disputa de Chipre.

“Vivimos en un país donde el contacto regular con el resto del mundo está severamente comprometido”.

Línea Verde

Cuando Turquía ocupó el norte de Chipre, con el despliegue de unos 30.000 soldados, marcó una separación con lo que se conoce como la Línea Verde, una zona desmilitarizada de más de 160 km que divide a la isla, y su capital, Nicosia, en dos partes.

Entonces unos 160.000 grecochipriotas que vivían en el norte huyeron o fueron expulsados al sur.

Y unos 50.000 turcochipriotas del sur se mudaron hacia el norte y se establecieron en propiedades de los grecochipriotas desplazados.

Ambas comunidades quedaron totalmente separadas. No fue hasta 2003 que las autoridades turcochipriotas relajaron las restricciones de la Línea Verde y esta se pudo atravesar por primera vez en 30 años.

Propiedades

El asunto de las propiedades que los grecochipriotas tuvieron que abandonar -y que los turcochipriortas ocuparon- y viceversa, es uno de los más espinosos para resolver la disputa.

¿Cómo se debe compensar a quienes perdieron propiedades y tierra? ¿podrán regresar a sus antiguos hogares o se les pagará por ellos?

Estas son algunas de las preguntas que no han logrado responderse en los varios intentos que ha habido a través de los años para la reunificación de la isla.

También están los asuntos del territorio y la seguridad: ¿cuánto territorio será administrado por cada una de las dos comunidades? ¿qué ocurrirá cuando los 30.000 soldados turcos salgan de Chipre?

Actualmente se están llevando a cabo negociaciones para la reunificación de la isla bajo el auspicio de Naciones Unidas.

Se busca principalmente lograr algún tipo de gobierno federal en Chipre donde el poder esté compartido entre las dos comunidades.

El último intento para cerrar las divisiones, en 2004, terminó en fracaso cuando el acuerdo que lograron los políticos y diplomáticos fue aprobado por los turcochipriotas pero rechazado abrumadoramente por los grecochipriotas.

Tal como señala el periodista de la BBC Huseyin Alkan, lograr un acuerdo es un asunto más importante para los turcochipriotas que para los grecochipriotas.

“Antes de la ocupación, los turcochipriotas eran ciudadanos de segunda clase en la isla, no gozaban de un estándar muy alto de vida, solían ser los empleados de limpieza y otros servicios. De pronto ocuparon casas, fábricas y negocios. y duplicaron su territorio”.

“La economía, sin embargo, no ha funcionado y el territorio vive con el apoyo de Turquía, que cubre sus necesidades básicas y que ha sido su único protector durante las pasadas cuatro décadas”, agrega.

Identidad

Muchos turcochipriotas están nerviosos sobre lo que pasará si se retiran los 30.000 soldados con que Turquía los ha protegido durante las pasadas cuatro décadas.

Y también está el asunto de la identidad: temen volver a ser abrumados por el más poderoso lado griego.

Tal como expresa Huseyin Alkan, “como están las cosas hasta ahora, realmente no hay muchos motivos para mostrarse optimista de que esta vez sí se logrará solucionar el conflicto de Chipre”.

Hay demasiadas preguntas y muy pocos indicios sobre cómo resolverlas y es claro que ambos lados, acostumbrados a vivir en una división pacífica, se muestran temerosos de lo pueda traer el cambio de una reunificación.

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