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ACNUR pide cooperación regional contra drama de refugiados en Centroamérica

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, pide una cooperación regional permanente para dar una respuesta integral al drama de los refugiados, desplazados y personas en tránsito que recorren América Central camino del norte.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, pide una cooperación regional permanente para dar una respuesta integral al drama de los refugiados, desplazados y personas en tránsito que recorren América Central camino del norte.

(Moises Castillo / AP)
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El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, pide una cooperación regional permanente para dar una respuesta integral al drama de los refugiados, desplazados y personas en tránsito que recorren América Central camino del norte.

“La única solución es la cooperación” y el diálogo entre países de origen y receptores, ya que tienen “una responsabilidad compartida”, afirmó hoy José Samaniego, representante de ACNUR para América Central, Cuba y México, en una conferencia en la Casa de América de Madrid.

Las causas de esta tragedia son múltiples, pero destaca la violencia, sobre todo en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), principalmente ejercida por las bandas, además de los motivos económicos, dijo.

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En los últimos dos años se ha duplicado el número de solicitudes de refugio de personas procedentes de estos países, hasta llegar a 55.000 en 2015 y en lo que va de 2016 ya se han alcanzado los 50.000.

Estados Unidos es el primer destino, aunque cada vez hay más personas que dirigen su mirada hacia México, Costa Rica, Panamá o Nicaragua.

Samaniego destacó el problema de los menores no acompañados que llegan a la frontera con Estados Unidos, entre 60.000 y 70.000 en 2014, muchos de ellos huyendo de las bandas.

El representante de ACNUR definió la ruta de América Central hacia Estados Unidos como “uno de los recorridos más peligrosos del mundo”, por el que circulan cada año unas 400.000 personas en busca de una vida mejor.

Sin embargo, el representante del ACNUR, incidió en que “la respuesta no puede ser solo humanitaria” y apeló al desarrollo y a la seguridad, aunque destacó que “si no hay una política más coherente de inclusión, la violencia puede continuar”.

En este sentido, hizo un llamamiento a los estados, para que pongan en marcha programas de prevención y de protección a las víctimas, para superar el principal desafío: “romper el ciclo de desplazamiento y falta de protección”.

Una vez que se producen estos movimientos, Samaniego considera que tienen que ser ordenados y seguros, “el cierre de fronteras es catastrófico”, insistió.

Pero también hizo un llamamiento a la sociedad civil, que consideró “fundamental” para atender a las personas en tránsito, tanto en cuanto a atención médica, comida o para facilitar la comunicación con familiares.

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