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Las turistas que invitaron a un mendigo a pasar Navidad en Suecia

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¿Invitarías a un extraño de otro país a pasar Navidad en tu casa?

Es lo que hicieron Annis Lindkvist y su hermana Emma, turistas suecas, con Jimmy Fraser, un mendigo de Edimburgo, Escocia.

Fraser estaba pidiendo limosna en George Street, en el centro de la ciudad escocesa, cuando Annis y Emma le pidieron indicaciones para llegar a un lugar.

Se hicieron amigos e intercambiaron números de teléfono antes de volar a casa a Sagmyra, a 250 kilómetros al norte de Estocolmo.

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El hombre de 54 años de edad le contó a BBC que las hermanas Lindkvist pagaron sus pasajes en avión para que pudiera pasar una semana con ellas esta en Navidad.

“Lo siguiente que supe era que estaba en un avión a Suecia”, dijo.

“No fuera que acabase colgado”

Fraser, que llegó a Edimburgo hace 13 años después de que un divorcio lo dejara sin hogar, dijo que el viaje había sido como un sueño.

“Es raro, estaba pidiendo limosna en George Street y estas dos mujeres se acercaron a mí”, comentó el exguardia de seguridad y padre de dos hijos, originario de Lanark, pueblo a 53 kilómetros de Edimburgo.

“La gente te promete cosas todo el tiempo en la calle, pero nunca cumplen. Mis amigos me dijeron que no debía ir, no fuera que acabase colgado, ahogado o descuartizado”, recuerda. “Pero pensé: ‘voy a aprovechar esta oportunidad, que es única en la vida’”.

El mendigo contó que estaba muy nervioso en el avión y que le preocupaba si lo esperarían o le dispararían.

“En cambio, fue una experiencia hermosa, la familia es tremenda”, señaló.Fue un acto increíble de bondad y me encantó conocer a los amigos, familiares y colegas de Annis. Ojalá estuviera allí ahora”.

“Ser mendigo es frío, solitario y deprimente, y la gente abusa mucho de uno”, agregó. “Pero Annis es una persona maravillosa, amable y generosa. Ojalá todos fueran como ella”.

“Yo podría haber sido una asesina”

Fraser voló el 21 de diciembre y regresó a Escocia el 27 de diciembre. Durante su estadía lo llevaron a un partido de hockey sobre hielo, mercados de Navidad, a la misa de medianoche de Navidad para conocer a la familia, amigos y colegas de Lindkvist.

La mujer de 37 años vive con su esposo Daniel y sus 3 hijos, de 13, 8 y 5 años. Trabaja en una casa de retiro para personas con demencia.

Asegura que ha estado llamando a Fraser todos los días desde que regresó a su país.

“Nunca me he sentido así antes con una persona sin hogar. Mi madre estaba llorando y llorando cuando se fue y mis hijos han estado preguntando todos los días cuando va a volver”, contó.

“Hay un gran lugar en mi corazón para él”.

Annis confesó que tenía dudas acerca de invitar a Fraser y las discutió con él.

Yo podría haber sido una asesinay él también, pero tenía la sensación en mi estómago de que él era una persona muy agradable, detalla. “Damos dinero a obras de caridad cada mes, pero nunca hemos hecho algo como esto antes”.

Algunos amigos y familiares de Annis pensaban que estaba loca. “Pero simplemente le abrí mi casa y le dije que todo lo que es nuestro también era suyo”, indicó.

Lindkvist dijo que ella había invitado a Fraser de regreso para Pascua y lo describió como “parte de la familia ahora”.

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