Gobierno dirige crítica velada a Israel por vetar entrada a estadounidense

El Gobierno dirigió hoy una velada crítica a Israel por haber prohibido la entrada al país de una ciudadana estadounidense, Lara Alqasem, debido a su presunto apoyo al movimiento de boicot en solidaridad con los palestinos.

Un portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, aseguró que Washington está proporcionando “asistencia consular” a Alqasem, cuyo caso ha recibido una notable atención en los medios, y defendió su derecho a la libertad de expresión.

“Como principio general, valoramos la libertad de expresión incluso en casos en los que no estamos de acuerdo con las opiniones políticas expresadas, y este es uno de esos casos”, afirmó Palladino en una rueda de prensa.

El portavoz no quiso contestar a la pregunta de si el Ejecutivo está preocupado por el caso de Alqasem, y recordó que la “fuerte oposición” del país “a los boicots y sanciones del Estado de Israel es bien conocida”.

“Israel es una nación soberana que puede determinar quién entra” en el país, puntualizó Palladino.

Alqasem, de 22 años y con abuelos palestinos, aterrizó la semana pasada en el aeropuerto de Ben Gurion en Tel Aviv con un visado válido de estudiante y estaba matriculada para estudiar derechos humanos en la Universidad Hebrea de Jerusalén, de acuerdo a informaciones aparecidas en la prensa.

Según la cadena CBS, las autoridades israelíes le negaron la entrada y ordenaron su deportación por sospechar que apoya el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

Israel considera que detrás de la campaña del BDS hay un sentimiento antisemita y una agenda antiisraelí, y ha intensificado su lucha en los últimos años contra la “amenaza estratégica” que supone esa iniciativa, fundada en 2005.

De hecho, una ley israelí permite denegar la entrada a los extranjeros implicados en acciones de boicot contra el país, aunque se contempla la posibilidad de que el Ministerio de Interior revise cada situación y autorice el acceso en casos particulares.

El ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Gilad Erdan, defendió hoy el derecho de Israel a “hacer lo que considera correcto” en el caso de Alqasem, según la CBS.

La joven apeló su orden de deportación y un tribunal israelí ordenó que se quede bajo custodia de las autoridades mientras se resuelve ese trámite.

Aunque el Gobierno israelí mantiene que Alqasem puede abandonar el país si quiere, la joven se encuentra en una zona cerrada “con escaso acceso a su teléfono, sin internet y con una cama infestada por chinches”, de acuerdo a gente cercana a ella citada por CBS.