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John Walker Lindh, el “talibán de EE.UU” sigue siendo un enigma del 11-S

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John Walker Lindh fue una de las muchas historias desconcertantes del 9/11.

El llamado talibán estadounidense creció en el afluente suburbio del condado de Marin, una cuna de valores liberales. Pero terminó a medio mundo de distancia en un campo de entrenamiento dirigido por Al Qaeda, conspirando con el enemigo.

Lindh pasó 17 años tras las rejas antes de ser liberado el pasado jueves de la prisión federal de Terre Haute, Indiana.

Lindh sigue siendo un enigma. Ha habido protestas por su liberación, especialmente de parte de la familia de Mike Spann. El oficial de la CIA fue asesinado durante un levantamiento de prisioneros talibanes en Afganistán poco después de que Spann interrogó a Lindh. También hay evidencia de que continúa teniendo opiniones extremistas.

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No está claro si Lindh planea reunirse con su familia en California.

Aquí está la historia del talibán estadounidense de la página del Times:

Una formación inusual en el condado de Marin

El segundo de tres hijos, Lindh nació con el nombre de John Phillip Walker Lindh -John, por el músico John Lennon, el Beatle que fue asesinado un año antes de su nacimiento. Su familia vivió en Silver Spring, Md., antes de mudarse al oeste.

Su adolescencia la pasó en el rico enclave del condado de Marin en San Anselmo, en un vecindario que cuenta con una serie de casas de campo de 60 años y casas de tres mil pies cuadrados donde él y su familia vivían.

Los residentes describieron el vecindario con sus calles estrechas y sombreadas por árboles como una mezcla de residentes antiguos y otros radicales de los 60’s que encontraron el éxito.

Walker duró aproximadamente un semestre en Redwood High School, luego se transfirió a una escuela pública alternativa vecina. En Tamiscal High, un centro de estudio independiente de élite para 100 estudiantes con orientaciones artísticas, entre ellos, músicos y bailarines, se le permitió a Walker hacer su propio curso escolar, y consultar con los maestros semanalmente.

Aunque se crió como católico romano, Walker desarrolló un interés en el Islam durante este tiempo mientras leía la clásica biografía estadounidense de Malcolm X, el activista afroamericano que se convirtió al Islam y se transformó de convicto en líder político e ícono cultural.

Walker abrazó la religión, cambiando su nombre a Sulayman al Faris. Su padre dijo que Walker comenzó a visitar una mezquita en Mill Valley, a pocos kilómetros de la carretera de la casa de la familia. Más tarde, se dirigió al Centro Islámico de San Francisco.

Los vecinos observaron cómo el joven, a quien describían como un chico delgado y de aspecto académico, cambiaba lentamente cuando ingresaba a la escuela preparatoria. Un vecino dijo que Walker se dejó la barba y usaba túnicas islámicas tradicionales y un turbante.

Una mudanza al Medio Oriente

En 1998, Walker se graduó antes de tiempo tomando un examen de equivalencia de escuela preparatoria. Partió a Yemen a los 17 años para aprender árabe y cursar estudios religiosos.

Walker les dijo a sus padres que, en el 2000, iría a Bannu, Pakistán, para continuar sus estudios con el movimiento Tablighi Jamaat allí.

El Jamaat es ampliamente percibido como apolítico, aunque los informes de los medios de comunicación de Pakistán sugieren que algunos miembros importantes tienen vínculos con facciones islámicas radicales. El grupo incluye al músico de rock británico Cat Stevens, ahora conocido como Yusuf Islam. Un movimiento revivalista que se originó en la India, el Jamaat ha subrayado tradicionalmente la piedad personal.

Frank Lindh, su padre, le dijo al Times en 2002 que perdió el contacto después de que su hijo comenzó a estudiar en la escuela religiosa en Pakistán. En ese momento, el joven envió un correo electrónico diciendo que iba a las montañas para escapar del calor del verano y que ahora se pondría en contacto con poca frecuencia, agregó el padre.

Cuando su hijo aún no había hecho contacto después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, Lindh dijo: “mi ansiedad se disparó”.

Los ‘talibanes americanos’

Los fiscales dijeron que John Walker Lindh a veces enviaba a casa correos electrónicos donde mostraba enojo, alejándose de su familia. Afirmó que EE.UU había instigado la Guerra del Golfo Pérsico y no mostró simpatía por las 17 vidas perdidas en el bombardeo terrorista del destructor Cole.

Lindh encontró su camino hacia un campo de entrenamiento que, según el gobierno, estaba dirigido por Al Qaeda, un aliado de los talibanes. Aprendió a luchar por el ejército talibán y más tarde se rindió a la Alianza del Norte. Luego fue entregado a las autoridades de Estados Unidos.

Regresó resguardado por la guardia de EE.UU, fue procesado por un gran jurado federal por 10 cargos, incluido el de haber conspirado para asesinar a estadounidenses y que conspiró con la red Al Qaeda de los talibanes y Osama bin Laden.

También estuvo implicado indirectamente en la muerte de Spann.

Lindh accedió a declararse culpable de dos cargos por delitos graves: admitió haber servido de soldado para los talibanes y dijo que llevaba un rifle y granadas de mano mientras lo hacía.

En el frenesí después del 11 de septiembre, el caso de Lindh cautivó a Estados Unidos. Se llamaba el Talibán estadounidense, y muchos se preguntaban cómo un niño de un suburbio exclusivo podría terminar involucrado en el terrorismo.

El ex presidente George H.W. Bush dijo una vez que Lindh era “un desorientado de Marin County”, pero más tarde se disculpó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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