Anuncio

Jeffrey Epstein, el misterio de su fortuna y cómo la hizo

Share

En un vecindario de millonarios y multimillonarios, cerca de la famosa Milla de los Museos de Nueva York, dos iniciales adornan discretamente la entrada de una de las mansiones más opulentas de la ciudad: J.E.

Las letras representan a Jeffrey Epstein, el autodenominado “coleccionista” de los hombres ricos y poderosos, acusado de agredir sexualmente a niñas dentro de esa lujosa propiedad de Manhattan.

El lunes, mientras los fiscales federales presentaban nuevos cargos alegando que Epstein dirigía una red de tráfico sexual que atraía a docenas de mujeres jóvenes a la casa, sus pesadas puertas de madera mostraban marcas de palanca, evidencia de cómo las autoridades se abrieron paso durante el sofocante fin de semana del Cuatro de Julio. Los fiscales afirman que encontraron cientos, posiblemente miles, de fotografías sugestivas, incluyendo algunas que parecían ser de menores de edad.

Anuncio

El último giro en la larga y espeluznante saga de Jeffrey Epstein se produjo más de una década después de que un acuerdo secreto le permitiera evitar cargos similares en Florida. Ahora, preguntas familiares giran otra vez en torno a sus posibles vínculos con un quién es quién de prominentes figuras políticas y empresariales.

La carrera temprana de Epstein está mejor documentada. Nació en 1953 y se crió en Brooklyn; abandonó Cooper Union y el Instituto Courant de la Universidad de Nueva York. Dio clases de cálculo y física en la exclusiva Dalton School de Manhattan desde 1973 hasta 1975, según un perfil publicado en 2002 en New York Magazine. Entre sus estudiantes en Dalton estuvo el hijo del presidente de Bear Stearns, Alan Greenberg.

A pesar de toda su mala reputación, hay pocos detalles sobre cómo ganó su dinero. Aunque a menudo se le ha considerado como multimillonario, su patrimonio neto es difícil de descubrir. Manejó una firma de gestión financiera para ultra ricos, principalmente para el fundador de Victoria’s Secret, Les Wexner, pero sus activos nunca se hicieron públicos y pocos en Wall Street lo han tratado como asesor financiero.

Según sus abogados de hace más de una década, tenía un patrimonio neto superior a las nueve cifras. Hoy en día, se sabe tan poco sobre el negocio o los clientes actuales de Epstein que los únicos bienes que se pueden valorar con certeza son sus propiedades. La mansión de Manhattan se estima en al menos $77 millones, según un documento federal presentado antes de la audiencia de fianza de Epstein.

También tiene propiedades en Nuevo México, París y las Islas Vírgenes, donde posee una isla privada, y una finca en Palm Beach con un valor estimado de más de $12 millones. Entre todas ellas se mueve en un jet privado y tiene al menos 15 autos, incluidos siete Chevrolet Suburbans, según las autoridades federales.

Se unió a Bear Stearns en 1976 como asistente subalterno de un negociante de piso. En un rápido ascenso, negociando opciones de compra, se convirtió en socio cuatro años después, y el ex presidente ejecutivo Jimmy Cayne elogió sus habilidades. Renunció en 1981 para montar J. Epstein & Co., pero un ejecutivo bancario afirmó que se mantuvo cerca de Cayne y Greenberg y fue cliente hasta la desaparición de Bear Stearns.

El negocio de gestión financiera de Epstein tenía un enfoque exclusivo: sólo trabajaba con multimillonarios. Epstein supuestamente hacía todas las gestiones de inversión.

Desde la década de 1990, la compañía está registrada en las Islas Vírgenes y ahora se llama Financial Trust Co. La persona que atendió el teléfono en la empresa de St. Thomas colgó después de que se solicitaran comentarios para este artículo.

El principal cliente fue Wexner, fundador de la fábrica de ropa interior L Brands. Epstein comenzó a administrar su dinero en la década de 1980, y un perfil de Vanity Fair en 2003 observó que la dupla tenía una relación cercana, lo suficiente como para que Epstein adquiriera la mansión de Manhattan de Wexner.

No está claro cuánto pagó por ella ni cuándo tomó posesión realmente.

Wexner había comprado la propiedad a la Birch Wathen School, una preparatoria de Manhattan, en 1989, de acuerdo a los registros de la ciudad. La vendió en 1998 a una entidad de las Islas Vírgenes llamada NES, conforme a una persona familiarizada con la operación. Epstein está vinculado con NES, según muestra la inscripción pública.

No hay registros de propiedad en Nueva York que documenten una transferencia hasta 2011, cuando la compañía que Wexner utilizó para comprar la casa urbana la transfirió a Maple Inc., de Epstein y con sede en las Islas Vírgenes, por $0. Epstein firmó por ambos lados de la transacción. “La gente ha dicho que es como si tuviéramos un cerebro entre ambos: cada uno tiene un lado”, afirmó Epstein en el perfil de 2003.

Wexner, cuya fortuna asciende a los $6.700 millones según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, declinó hacer comentarios. Cortó lazos con Epstein hace más de una década, cuando las sospechas sobre éste se arremolinaban y sus acusadores decían que usaba a sus empleados para que le llevaran chicas adolescentes a su mansión de Florida para tener sexo, y les pagaba para reclutar nuevas víctimas. Las niñas tenían apenas 13 años.

Ninguno de los otros clientes de Epstein ha sido identificado.

Los fiscales intentan incautar la residencia de Manhattan mediante un decomiso, alegando que la espaciosa propiedad fue utilizada para el tráfico sexual. La casa señorial (de tipo townhouse) fue construida en 1932 por Herbert Straus, cuyos padres eran dueños de R.H. Macy & Co. y se dice que es una de las más grandes de Manhattan.

La dirección futura de Epstein podría ser mucho menos confortable; los cargos que enfrenta conllevan un máximo de 45 años de prisión.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio