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Republicanos conservadores triunfan en elecciones estatales

La mayor derrota la sufrieron los demócratas en Kentucky (este), donde su candidato a gobernador, Jack Conway, perdió ante el aspirante republicano, Matt Bevin, cercano al movimiento ultraconservador del Tea Party.

La mayor derrota la sufrieron los demócratas en Kentucky (este), donde su candidato a gobernador, Jack Conway, perdió ante el aspirante republicano, Matt Bevin, cercano al movimiento ultraconservador del Tea Party.

(David Stephenson / AP)
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A un año de las elecciones presidenciales, los republicanos y los sectores más conservadores del país están celebrando hoy importantes victorias logradas en los comicios locales que se desarrollaron este martes en estados como Kentucky, Virginia, Ohio y Texas.

Igual que ocurrió en las elecciones legislativas de noviembre de 2014, cuando los republicanos tuvieron una noche triunfal con la recuperación del control del Senado y el aumento de su mayoría en la Cámara Baja, este martes también fue un día duro para los demócratas.

En esta jornada electoral a nivel local se votaba a los alcaldes de 300 ciudades, gobernadores de dos estados, legisladores estatales de otros tres estados y varias iniciativas populares, entre ellas la posible legalización de la marihuana recreativa en Ohio.

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La mayor derrota la sufrieron los demócratas en Kentucky (este), donde su candidato a gobernador, Jack Conway, perdió ante el aspirante republicano, Matt Bevin, cercano al movimiento ultraconservador del Tea Party.

Bevin movilizó al voto conservador apelando a asuntos como el aborto y con su defensa de la funcionaria estatal Kim Davis, heroína nacional de los opositores al matrimonio homosexual.

Aunque Kentucky es un estado de tradición conservadora, los demócratas han gobernado allí durante 40 de los últimos 44 años.

Greg Sargent, columnista del diario The Washington Post, sostiene hoy que el caso de Kentucky es un recordatorio de “la profundidad del agujero que los demócratas se han cavado a sí mismos en el ámbito estatal”, en parte por la impopularidad de políticas prioritarias para el presidente, Barack Obama, como su reforma sanitaria o la lucha contra el cambio climático.

La pérdida de Kentucky subraya una vez más que esa situación tiene “consecuencias políticas graves” y un “recordatorio de lo que está en juego”, de acuerdo con Sargent.

En Misisipi, no hubo sorpresas: el gobernador republicano, Phil Bryant, ganó con facilidad la reelección y los conservadores incrementaron su mayoría en la legislatura estatal.

En cuanto a Virginia, el objetivo del gobernador, el demócrata Terry McAuliffe, era que sus correligionarios lograran el control del Senado estatal, para lo que necesitaban únicamente hacerse con un escaño más de los que tenían.

Pero no fue posible y, con todos los escaños de la legislatura estatal en juego, los republicanos retuvieron su mayoría en las dos cámaras.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, admitió hoy en su rueda de prensa diaria que a Obama le habría gustado que a los demócratas les hubiera ido mejor en la jornada electoral, pero a la vez destacó los “buenos resultados” cosechados en lugares como Nueva Jersey.

En ese estado, dirigido por el gobernador republicano y aspirante presidencial Chris Christie, los demócratas ampliaron su mayoría en la legislatura estatal hasta un nivel no visto desde la década de 1970.

Asimismo, los demócratas ganaron las alcaldías de importantes ciudades como Charlotte (Carolina del Norte) o Indianápolis (Indiana).

Mientras, los ciudadanos de Houston (Texas) rechazaron por un amplio margen una ordenanza por la igualdad de derechos, más conocida como HERO por sus siglas en inglés, que buscaba proteger de la discriminación a 15 minorías.

La HERO pretendía evitar la discriminación laboral, en lugares públicos o para encontrar vivienda por raza, color, nacionalidad, género, edad, condición sexual, discapacidad o identidad de género, entre otras razones.

Annisse Parker, alcaldesa de Houston y que convirtió en 2009 a la ciudad en la más grande del país con un dirigente homosexual, lamentó el resultado de la votación y dijo que teme el daño a la reputación de la urbe, así como sus consecuencias económicas “negativas”.

Por otro lado, los defensores de la marihuana recibieron un contundente revés en Ohio, uno de los estados más poblados del país y donde los votantes rechazaron una propuesta para normalizar su consumo.

El rechazo de Ohio a la legalización de la marihuana recreativa frena en seco su buen momento en el conjunto del país, ya que desde 2012 cuatro estados (Colorado, Washington, Oregón y Alaska) han aprobado su consumo, producción y compra-venta. EFEUSA

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