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La actriz de “To Kill a Mockingbirg” defiende el nuevo libro de Harper Lee

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En el día del polémico lanzamiento de “Go Set a Watchman”, que rompe el silencio editorial de 55 años de Harper Lee, Mary Badham, la actriz que encarnó a “Scout” en la adaptación cinematográfica de su primera y hasta ahora única novela, “To Kill a Mockingbird”, defendió con ahínco esta vieja-nueva obra.

“Es un libro fantástico y perfecto para nuestro tiempo. ‘To Kill a Mockingbird’ llegó en un momento perfecto para discutir de manera muy comprensible temas muy complejos. Hoy seguimos lidiando con algunos de estos temas y este libro nos habla ahora”, aseguró Badham.

Badham, retirada del cine desde los años 60 y ahora restauradora de arte, tenía 10 años cuando interpretó a esta atípica heroína, hija de Atticus Finch, y hoy leyó en el centro cultural 92Y el primer capítulo de “Go Set a Watchman”.

La obra que recupera su historia y la de su padre dos décadas después de la Gran Depresión, logró saciar así su curiosidad y la de muchos lectores que amaron a estos personajes clásicos de la literatura estadounidense.

Tras meses de discusión sobre si era una nueva novela o un primer borrador de “To Kill a Mockinbird”, sobre si Harper Lee estaba en condiciones para decidir si quería o no publicarlo, o si fue descubierto el pasado otoño o mucho antes, la última controversia saltó al darse a conocer el texto en sí.

Y es que si algo no esperaban los lectores es que Atticus Finch, el protagonista de ambos libros y considerado un modelo de moral para millones de estadounidenses (y de seres humanos en general), pudiera convertirse, con el paso del tiempo que contempla esta secuela, en un ser de ética dudosa.

Con frases como “Los negros de ahí abajo todavía están en su infancia como personas” o “¿Quieres que negros a mansalva estén en nuestras escuelas, iglesias y teatros? ¿Los quieres en nuestro mundo?”, el giro descorazonador de Finch ha sido la gran sorpresa de esta publicación, que para algunos no solo no está a la altura del clásico, sino que obliga a reinterpretarlo.

“Hay que ponerse en la mentalidad de la época”, justificó Badham, quien defendió que lo que tiene de conciliador “To Kill a Mockingbird”, el nuevo título (escrito antes que aquél) es que apuesta por una visión más agridulce.

“Te enseña a ser respetuoso y comprensivo, pero también a darte cuenta de que cuando tenías 20 años pensabas que lo sabías todo y luego descubres que la vida es más compleja. Entiendes cuando tu padre callaba y asentía”, aseguró.

Mary Badham, hermana del director de “Saturday Night Fever”, John Badham, obtuvo por la película una nominación al Óscar y hoy fue recibida por el público con ovación abierta, con libros para ser firmados y con altas dosis de cariño de una audiencia de todas las edades, razas y clases sociales.

Cumplió, de alguna manera, el papel de única superviviente del clásico (casi por encima de la propia Harper Lee, de 89 años, cuya capacidad de discernimiento ha sido puesta en duda) y satisfizo a la platea con un sinfín de anécdotas.

“¿Existe algo más perfecto que la “Scout” adulta leyendo a la “Scout” adulta?”, dijeron los organizadores del evento, y Badham reconoció que “su personaje” sigue “siendo fabuloso, sigue pulsando las teclas fuerte cada vez que puede y apasionándose con lo que hace”, aunque adelantó que ya es una adulta y, a veces, “hasta se pone un poco borracha”.

La exactriz contó también cómo pasaron muchos años hasta que, por un lado, entendió la película y, después, leyó el libro. “Hasta que no fui a hablar sobre él al instituto de mi hija no me lo leí”, reconoció algo avergonzada, pues es una lectura básica en los institutos de todo Estados Unidos.

Quizá por eso, luego ha consagrado parte de su vida a defender el mensaje de tolerancia, justicia y bondad que el personaje de Atticus Finch imprimía a su trabajo como abogado en un pueblo ficticio de Alabama y como padre de la pequeña “Scout”.

“‘To Kill a Mockingbird’ es una herramienta de aprendizaje. Tiene todas las lecciones de la vida sintetizadas y escritas de una manera que podemos escucharlas”, recordó.

No pudo despedirse sin dar crédito también a Gregory Peck, el actor que interpretó a Atticus Finch en la película de Robert Mulligan y a quien describió como “uno de los mejores padres del mundo”.

“Perdí a mis padres muy pronto y él me llamaba para ver cómo estaba, haciéndome preguntas sobre cómo me iban los estudios o si había leído tal o cual libro. Era un hombre adorable, amoroso, extraordinario. Como actores infantiles nunca nos sermoneó. No nos hablaba a nosotros. Hablaba con nosotros”, dijo.

Y así, Badham dio la que es, quizá hasta ahora, la visión más benévola y conciliadora de la publicación de este libro que, en cualquier caso, ha sido una operación comercial perfecta de HarperCollins, su editorial.

Así ayer a las 6.30 hora local, (10:30 GMT) la cola empezaba a formarse en algunas de las librerías de Nueva York para adquirir un libro que, solo con las reservas online, ha nacido ya como un best-seller y que ha tenido una tirada inicial en Estados Unidos de 2 millones de copias.

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