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Gingrich: Trump es ‘un candidato necesario’

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Newt Gingrich consideró que Donald Trump es “un candidato necesario” que refleja el actual rechazo hacia la clase dirigente a nivel mundial, pero aclaró que no aceptaría automáticamente una eventual propuesta de convertirse en su compañero de fórmula.

En entrevista con The Associated Press el sábado, el ex presidente de la Cámara de Representantes agregó que los refugiados sirios que desean entrar a Estados Unidos deberían someterse a una prueba para evaluar su compromiso con la sharía, es decir la ley religiosa islámica, que según dijo es incompatible con los valores democráticos.

“Es una manera muy importante de investigar a musulmanes si se cree en la civilización Occidental”, señaló.

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Gingrich dijo creer que Trump anunciará a su candidato vicepresidencial el jueves o viernes de la próxima semana, “de manera que van al fin de semana con un nuevo candidato a la vicepresidencia como una historia positiva hacia la convención republicana del lunes”.

Gingrich confirmó que ha sido entrevistado para el cargo, pero que no ha decidido aún si hacer mancuerna con Trump si se lo solicitan.

“Pienso que querríamos discutirlo y asegurarnos que sabíamos cuál sería la tarea y qué tiene él en mente, porque no se trata de un sí automático”, agregó.

Otros posibles compañeros de fórmula de Trump serían el gobernador de Indiana, Mike Pence, y el gobernador de New Jersey, Chris Christie.

Aunque Gingrich puede estar reflexionando sobre su propia decisión, dijo en la entrevista que la candidatura presidencial de Trump no es un acontecimiento fortuito.

“Creo que es un candidato necesario”, afirmó Gingrich.

Consideró que el referéndum en que los británicos votaron por salirse de la Unión Europea es parte de “un movimiento mundial de descontento hacia la clase dirigente, de realmente sentirse engañados por esa clase política, de realmente creer que los gobiernos han fracasado, y pienso que Trump es parte de ese movimiento global”.

Trump es percibido como divisivo “sólo en el sentido que la clase dirigente está enfrentada con una rebelión popular y no quiere renunciar a todos sus privilegios y a todo su poder”, subrayó Gingrich.

“¿Que si creo que Donald Trump es perfecto? No. ¿Que si creo que comparado con Hillary Clinton, Donald Trump sería un presidente radicalmente mucho mejor? Sí. Hillary Clinton sería una pesadilla”, declaró.

Gingrich es uno de muchos ex funcionarios estadounidenses y dignatarios de renombre internacional que participan en una enorme conferencia anual de un grupo de exiliados iraníes en las afueras de París. El grupo, con sede en Francia, exige un cambio de régimen en Irán.

El político estadounidense dijo considera a ese grupo como musulmanes con pensamiento moderno, aunque afirmó que no tiene tanta tolerancia a ciertos refugiados sirios y otros musulmanes.

“Con respecto a los refugiados sirios, pienso particularmente que se trata simple y llanamente de una mentira por parte del gobierno estadounidense que sugiera que tiene la capacidad de examinar minuciosamente quién es esta gente”, dijo Gingrich. Los funcionarios no conocen sus lealtades, enfatizó, y carecen de capacidades de Inteligencia en Siria para descubrirlo.

Un examen sobre si una persona cree o no en la ley islámica sería revelador porque creer en ella es incompatible con la ley secular, señaló.

Él no dio detalles respecto a cómo sería manejado un examen.

Gingrich reiteró declaraciones realizadas un día antes a la cadena de televisión CNN sobre el racismo en Estados Unidos, diciendo que los padres blancos no pueden conocer los temores de los padres negros.

“Es una realidad objetiva que si uno es un padre blanco con hijos adolescentes, uno tiene mucho menos temor si la policía camina hacia ellos que si uno es un padre negro con hijos adolescentes”, subrayó Gingrich.

“Y hasta que podamos tener una conversación abierta tanto sobre cómo proteger a la policía, pero también sobre cómo protege uno a inocentes, pienso que no vamos a resolver este problema”, agregó.

El asunto de nuevo se convierte en el centro de atención tras la muerte de hombres negros a manos de policías en Minnesota y Louisiana, y del asesinato el jueves de cinco policías de Dallas que vigilaban una protesta por aquellos tiroteos.

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