El reverendo Jesse Jackson deplora muerte de policías

El reverendo Jesse Jackson condenó la muerte de cinco policías en Dallas, hechos que calificó como “un acto de terrorismo cobarde e insensato”.

El activista promotor de los derechos civiles de la comunidad afroestadounidense dijo en conferencia de prensa en Chicago que el tiroteo, al parecer consecuencia de la muerte de hombres de raza negra a manos de policías de raza blanca en Louisiana y Minnesota, no refleja “de ninguna manera nuestra lucha por la justicia”.

Jackson señaló que la semana pasada, la muerte de 49 personas en Orlando, Florida, acaparaba los reflectores nacionales. “Demasiada violencia, demasiado temor nos hace sentirnos menos seguros”, dijo.

Dijo que su corazón “siente pesar con la idea de que gente inocente sea asesinada”.

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El jefe de la policía de Dallas David Brown dice que el ataque que dejó cinco policías muertos fue “bien planificado”.

Durante una vigilia de oración organizada por varias denominaciones en el centro de Dallas, Brown calificó a los tiroteos de la noche anterior como una “tragedia diabólica bien pensada”, agregando que su departamento “no descansará hasta que entreguemos a la justicia a todos los involucrados”.

En la vigilia participaron cientos de personas, incluyendo cristianos, judíos y musulmanes.

Otros siete policías resultaron heridos en el tiroteo, ocurrido durante una protesta por la muerte de hombres negros a manos de policías blancos en Louisiana and Minnesota. Dos civiles también resultaron heridos, pero el alcalde de Dallas Mike Rawlings ha dicho que nadie sufrió heridas de vida o muerte.

Brown ha responsabilizado a “francotiradores”, pero no está claro si es que varios pistoleros estuvieron involucrados en el ataque del jueves.

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El alcalde Mike Rawling dijo que un total de 12 policías y dos civiles fueron baleados durante una protesta en el centro de Dallas.

Rawlings dijo que no cree que estuvieran en peligro las vidas de los heridos.

Agregó que cinco policías murieron y siete más resultaron lesionados cuando francotiradores comenzaron a disparar contra una marcha que protestaba la muerte de negros a manos de policías.

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La policía de Dallas dijo no haber encontrado explosivos en extensos registros de zonas del centro, tras un ataque de francotiradores en el que murieron cinco agentes de policía y seis resultaron heridos.

Había una intensa seguridad en la ciudad el viernes por la mañana, con muchas calles cerradas al tráfico de vehículos en el distrito financiero del centro, después de los ataques del jueves por la noche.

Los disparos se produjeron durante una protesta por la muerte esta semana de dos hombres negros a manos de la policía en Louisiana y Minnesota. La policía detuvo al menos a tres personas en la investigación sobre el tiroteo en Dallas.

Las autoridades habían sitiado a un cuarto sospechoso que había hecho amenazas sobre bombas, indicó la policía.

El mayor general Max Geron tuiteó antes del amanecer el viernes que se habían completado dos fases de búsqueda y no se habían encontrado explosivos.

En el ataque murieron cuatro agentes de la policía local de Dallas y uno de la agencia Dallas Area Rapid Transit, una agencia de transporte que sirve a Dallas y a otras ciudades del norte de Texas. La agencia gestiona autobuses y el mayor sistema ferroviario urbano en el estado.

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Un grupo dedicado al recuerdo a policías caídos dijo el viernes que el asesinato de cinco policías en Dallas en un ataque atribuido a francotiradores hizo del jueves el día más mortal en la historia de las fuerzas de seguridad estadounidenses desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Cuatro agentes de la policía municipal de Dallas y uno de la agencia Dallas Area Rapid Transit murieron abatidos el jueves por la noche. Los disparos se produjeron durante una protesta por la muerte esta semana de dos hombres negros abatidos por la policía en Louisiana y Minnesota.

Otros seis agentes resultaron heridos en el ataque del jueves.

El National Law Enforcement Officers Memorial Fund, que documenta las muertes de agentes, señaló que 72 agentes murieron como resultado de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. El grupo considera ese día como el más mortal en la historia de las fuerzas de seguridad estadounidenses.