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“Él quería atacar a la policía y hacernos pagar”: jefe de la policía de Dallas sobre el francotirador

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La casa del francotirador de Dallas tenía materiales para fabricar bombas y un incoherente diario que mostraba planes para atacar a oficiales a causa de lo que el sujeto consideraba como ‘abuso de minorías’, informó el jefe de policía de Dallas, David Brown.

“Estamos convencidos de que este sospechoso tenía otros planes y pensaba que estaba haciendo lo correcto”, afirmó Brown el domingo, en una entrevista con CNN. “Él quería atacar a la policía y hacernos pagar”.

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Los videos de policías disparando a sospechosos en Louisiana y Minnesota “aumentaron sus delirios y aceleraron sus planes”, afirmó Brown. “Él interpretó la protesta en Dallas como una oportunidad de empezar a causar estragos en nuestros oficiales”.

Micah Xavier Johnson, un veterano del ejército, de 25 años de edad y que había combatido en Afganistán, murió mediante el uso de un robot de bombas, después de un enfrentamiento con la policía. Las autoridades de Dallas señalaron que fue el único tirador, responsable por el asesinato de cinco policías y por las heridas causadas a otras siete personas durante una protesta llamada Black Lives Matter (Las vidas de la raza negra importan), realizada en la noche del jueves último.

En la entrevista de este domingo, Brown dio nuevos detalles de la confrontación de su departamento con Johnson, y afirmó que el sospechoso se había involucrado en una conversación sarcástica durante dos horas, luego de que la policía lo inmovilizara, en un estacionamiento. “Nos mentía, nos engañaba, se burlaba de nosotros, cantaba y nos preguntaba a cuántos había matado”, relató Brown, quien aseguró que el sujeto “parecía estar muy en control de sí mismo” y resuelto a herir a más oficiales.

Brown confirmó la información que señalaba que Johnson había insistido en hablar con un negociador negro. Cuando lo hizo, inicialmente desconfió de que el policía fuera en efecto de raza negra. “En realidad, no importaba si era o no negro, porque él nos estaba disparando”, dijo Brown, quien es afroamericano. “Eso no nos dio lugar a ningún tipo de solución pacífica”. También señaló que el tirador, aparentemente herido, escribió mensajes con su propia sangre en las paredes del estacionamiento, incluyendo sus iniciales, R.B. Brown confirmó que la policía no logró dar sentido a los mensajes.

El jefe del departamento aclaró que la protesta había sido inicialmente planeada como una manifestación “estática”, no como una marcha, y que sus oficiales debieron moverse velozmente para vaciar las intersecciones cuando los manifestantes comenzaron a caminar espontáneamente por el centro de la ciudad. Como no era una marcha, las autoridades no habían tomado precauciones de seguridad en ninguna ‘ruta’, señaló.

Johnson aprovechó la situación; se anticipó a la ruta de los manifestantes y tomó posición en un edificio alto. “No planeábamos bloquear calles. Tuvimos que luchar para lograrlo, y eso expuso a nuestros oficiales a este ataque”, expresó Brown, y agregó que Johnson cambió su posición para disparar desde diferentes ángulos, “casi triangulando a nuestros oficiales con su fuego rápido”.

El líder policial aseguró que Johnson planeaba usar esas tácticas de estilo militar, que resultaron ser especialmente mortíferas: “Habitualmente no vemos este tipo de movimientos y tiroteos por parte de presuntos delincuentes”. “Estaban en un embudo”, dijo el jefe de la policía, acerca de sus propios oficiales. “Resultó ser un embudo mortal. Hicieron cosas ese día que son difíciles de describir. Estamos comprendiendo ahora que los oficiales se expusieron a sí mismos para atraer los disparos y así poder ver de dónde provenían, dónde estaba el tirador”. Brown también afirmó que Johnson estaba protegido detrás de un muro y que la policía no tenía ninguna posibilidad de dispararle sin exponerse.

Antes de brindar una conferencia de prensa en la escena del crimen, el jueves, Brown afirmó que había instruido a su personal para crear un plan de lucha contra el francotirador. Quince minutos después fue propuesto el uso del robot, que según Brown estuvo armado con una libra de explosivos C4. “Lo aprobé, y volvería a hacerlo si se presentaran las mismas circunstancias”, señaló, mientras sostuvo que no tenía paciencia para debatir si el uso del robot presentaba una imprudente escalada de las tácticas policiales. También señaló que los investigadores aún estaban analizando el teléfono celular de Johnson, su computadora y diario, y que no habían descartado la posibilidad de que haya contado con cierta ayuda.

Durante la protesta se arrestó a tres personas; dos de ellas fueron liberadas y una fue acusada de un cargo de delito menor de armas, informó Brown. Algunos manifestantes tenían rifles AR-15 y llevaban chalecos antibalas y camuflaje, aparentemente como un efecto, dijo. “No tiene sentido para nosotros, pero tienen derecho a hacerlo en Texas”, agregó.

El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, declaró que los manifestantes originaron cierta confusión durante el tiroteo. “Eso distrajo nuestra atención por un momento”, afirmó en Face the Nation, de CBS.

Por su parte, Brown prefirió no dar su opinión respecto de si los EE.UU. necesitan nuevas medidas para el control de armas. Pero, mientras el país sigue perturbado por las protestas contra los tiroteos que involucran policías, Brown hizo un emotivo llamamiento para que una “mayoría silenciosa” de la opinión pública exprese su reconocimiento por los oficiales. “Nosotros juramos protegerlos; ustedes tienen derecho a protestar, y nosotros daremos nuestras vidas por ello”, aseguró. “Es una posición en la cual es difícil estar”.

Si desea leer la nota en inglés haga clic aquí.

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