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Activistas latinos salen en defensa de los refugiados sirios y dicen que no se les puede cerrar la puerta

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Activistas proinmigrantes y políticos latinos han adoptado la defensa de los refugiados sirios a Estados Unidos como un tema casi propio y cuestionan los motivos de los legisladores que quieren cerrar la puerta a estas personas que huyen de la guerra civil en su país.

Además, estos grupos y líderes políticos han reclamado el veto del presidente Barack Obama a cualquier ley que apruebe el Congreso en ese sentido tras los atentados de hace una semana en París que han dejado un saldo de al menos 130 muertos y unos 350 heridos.

“Quieren aprovechar la tragedia y destrucción en París para detener la inmigración de todo tipo”, señaló el congresista por Illinois Luis Gutiérrez.

En su opinión, sus colegas republicanos y demócratas que apoyaron este jueves un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para endurecer los requisitos de entrada de los refugiados usan el miedo como “gran motivador” para sembrar “las semillas de la intolerancia, ignorancia y odio”.

“Recuerden la llegada de los miles de niños centroamericanos, cuando decían que podían contagiarnos el virus del ébola, una verdadera locura”, agregó.

Gutiérrez dijo que es comprensible el temor a los ataques del Estado Islámico (EI), porque que el país es vulnerable y “puede ser blanco en casa o en el exterior”.

“Tenemos que permanecer atentos y vigilantes, pero al sospechar de los refugiados que son investigados muy a fondo antes de ser aprobado su ingreso al país, lo único que hacemos es sembrar el miedo”, señaló.

El legislador encabezó las voces de organizaciones latinas contra la propuesta legislativa y exhortó a no repetir errores históricos, como cuando se internó a ciudadanos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, “en una nación que siempre ha recibido y protegido a los extranjeros”.

Oscar Chacón, de Alianza Américas, dijo que le parecía “repugnante” el comportamiento de los políticos “racistas y xenófobos” que se aprovechan del miedo al terrorismo para castigar más a personas que huyen de la violencia.

“Los refugiados de Siria e Iraq merecen protección humanitaria y cometemos un error moral al querer excluirlos”, declaró.

Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de los Ángeles (CHIRLA, en inglés), dijo por su parte que EE.UU. no puede olvidar sus orígenes inmigrantes y su lucha contra el odio y el fanatismo en el mundo.

“No debemos aceptar la intolerancia que surge de los corazones de nuestros líderes, y tenemos que protegernos de la enfermedad contagiosa del odio y del sentimiento antiinmigrante que ataca nuestras almas”, expresó.

En opinión de Cristina Jiménez, directora de United We Dream Action, el Gobierno no debe hacer una pausa en su programa de reasentamiento de refugiados como anunciaron una treintena de gobernadores, sino expandirlo para que el país continúe siendo “un santuario para quienes huyen de la persecución política y religiosa”.

La activista rechazó la sugerencia del precandidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump de que se establezca una identificación especial para los musulmanes y dijo que los ataques contra esta comunidad y los inmigrantes en general “van en contra de los valores de este país”.

Maribel Hastings, columnista y asesora de America’s Voice, declaró por su parte que los momentos de crisis determinan “quiénes son líderes y quiénes sólo buscan explotar la situación” por motivos políticos.

“Peor todavía es apelar al prejuicio y la xenofobia para condenar a un grupo por las acciones de algunos”, agregó.

Hastings calificó de “vergonzoso” que casi 50 demócratas se unieran a la mayoría republicana en la Cámara baja para aprobar con 289 votos a favor el proyecto de ley que bloquea el reasentamiento de refugiados en el país.

“La retórica antiinmigrante y antirefugiados en año electoral, y las medidas restrictivas, no nos harán más seguros”, afirmó.

Pese a la aprobación en la Cámara de Representantes, el documento aún debe recibir luz verde en el Senado, y Obama ya ha advertido de que vetará la legislación si finalmente logra el consentimiento de los legisladores.

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