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Cacería de presos fugados continúa, van 11 días

Joyce Mitchell comparece ante el juez Mark Rogers en Pittsburgh City, Nueva York, 15 de junio de 2015. Está acusada a ayudar a los asesinos convictos Richard Matt y David Sweat a escapar de una cárcel de máxima seguridad cerca de la frontera canadiense el 6 de junio.

Joyce Mitchell comparece ante el juez Mark Rogers en Pittsburgh City, Nueva York, 15 de junio de 2015. Está acusada a ayudar a los asesinos convictos Richard Matt y David Sweat a escapar de una cárcel de máxima seguridad cerca de la frontera canadiense el 6 de junio.

(G.N. Miller / AP)
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Los equipos de búsqueda regresaron a los bosques del norte de Nueva York el martes en el onceavo día de búsqueda de dos asesinos que escaparon de una cárcel de máxima seguridad utilizando herramientas que, de acuerdo con las autoridades, les proporcionó una empleada de la penitenciaría.

Más de 800 agentes del orden que persiguen a David Sweat y Richard Matt han orientado su búsqueda hacia el este por la Ruta 374 desde Dannemora, la pequeña población donde se encuentra la Penitenciaría Clinton.

Los agentes, algunos de ellos con perros, recorren los bosques en la población vecina de Plattsburgh, unos 8 kilómetros al este de la prisión. Matt, de 48 años, y Sweat, de 35, escaparon el 6 de junio.

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Sweat purgaba cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional por matar a un policía. Matt fue condenado a 25 años a perpetua por secuestrar, torturar y matar a su ex jefe y luego desmembrarlo con una sierra.

La mujer acusada de proporcionarles sierras, cortafierros y otras herramientas compareció por segunda vez ante una corte el lunes.

Los fiscales dicen que Joyce Mitchell, instructora del taller de sastrería de la cárcel que se había hecho amiga de los presos, había aceptado conducir el auto en el que se fugarían, pero se arrepintió porque amaba a su esposo y se sentía culpable.

Mitchell, de 51 años, compareció en Plattsburgh vistiendo traje de preso a rayas y un chaleco antibalas. Renunció a una audiencia preliminar para que continuara el proceso en una corte local.

No se han denunciado robos de vehículos en la zona, por lo cual la policía cree que los prófugos se encuentran en las cercanías.

Mitchell fue acusada de proporcionarles también un punzón y un destornillador. Se ha declarado inocente. Está suspendida sin goce de sueldo de su trabajo, en el cual supervisaba a los presos que cosen ropa y reparan máquinas de coser en la prisión.

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