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Louisiana: Miles buscan ponerse a salvo de las inundaciones

Danielle Blount besa a su hija de tres meses, Ember, mientras le da su biberón y esperan ambas a ser rescatadas por la Guardia Nacional cerca de Walker, Louisiana, donde las fuertes lluvias inundaron la región, el domingo 14 de agosto de 2016. (AP Foto/Max Becherer)
(Max Becherer / AP)
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Barbara Manuel vio un rayo de sol que le dio esperanza de que la peor inundación que golpeó Louisiana había terminado. Pero luego el cielo se oscureció, las luces de su casa comenzaron a tintinear y con casi un metro de agua (3 pies) afuera de su casa amenazando con inundarla, supo que era el momento de irse de ahí junto con sus dos hijos.

“Nunca antes vi algo como esto”, dijo Manuel, hablando desde un extremo del camino mientras estaba a punto de abordar un vehículo de la Guardia Nacional. La mujer de 41 años es una de las más de 20.000 personas rescatadas de sus hogares hasta el domingo mientras los crecidos ríos se salieron de sus cauces y causaron caos por todo Louisiana.

Ella estaba preocupada por su madre, quien vive un poco más arriba en el mismo camino. Las aguas altas imposibilitan el viaje y problemas con los teléfonos celulares dificultan comunicarse con ella. Pero los dos niños de Manuel, una niña de 5 años y un niño de 8, están bien.

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“Todo lo que me importa es que mis hijos estén bien”, dice ella.

El domingo en todo Louisiana, la gente trataba de ponerse a salvo mientras los ríos y arroyos se salían de sus cauces debido a días de fuertes lluvias, y en algunas áreas llegaron a subir poco más de medio metro (2 pies) en un periodo de 48 horas. También había más de 10.000 personas en refugios, de acuerdo con el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards.

Los socorristas, apoyados con vehículos acuáticos, botes y helicópteros, se apresuraban a auxiliar a decenas de personas mientras el gobernador alertó que esto todavía no termina.

Desde el aire, las viviendas en el suroeste de Louisiana parecían pequeñas islas rodeadas de campos inundados. Los cultivos están bajo las aguas, las calles se convirtieron en piscinas y los centros comerciales tan están inundados que solo se ven los techos de vehículos asomándose sobre el agua. Visto desde abajo, es igual de desastroso.

El sistema de baja presión que causó tantos estragos se desplazó hacia Texas, pero el Servicio Meteorológico Nacional advirtió que persiste el peligro de nuevas inundaciones a medida que las crecidas de los ríos descargan hacia el Golfo de México.

Los ríos en el área de Baton Rouge han comenzado a descender, pero siguen registrando los récords de altura que alcanzaron el fin de semana, informó el lunes el servicio meteorológico.

El gobierno federal declaró desastre mayor en el estado, específicamente en las localidades de Tangipahoa, St. Helena, East Baton Rouge y Livingston. El gobernador Edwards informó que recibió una llamada del presidente Barack Obama, que le dijo que “la gente del sur de Louisiana está en sus pensamientos y oraciones y el gobierno federal será un socio sólido”.

El gobernador pidió a los ciudadanos que se abstengan de salir a “ver” aunque haya mejorado el clima.

Cuatro personas fallecieron, informó el domingo Devin George, secretario estatal del registro civil. Más la noche, socorristas recuperaron el cadáver de una mujer dentro de un vehículo hundido en agua en East Baton Rouge, lo que al parecer elevó a cinco la cifra de fallecidos.

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