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Español del candidato a la vicepresidencia demócrata ayuda, pero no garantiza el voto hispano

La candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y su compañero de fórmula, el senador Tim Kaine, arriban a uyn acto de campaña en la Universidad Internacional de Florida en Miami el sábado, 23 de julio del 2016. (AP Foto/Andrew Harnik)
(Andrew Harnik / AP)
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Cuando el senador Tim Kaine y Hillary Clinton se presentaron juntos por primera vez como compañeros de la fórmula presidencial del Partido Demócrata, Kaine declaró orgulloso que eran “compañeros del alma en esta lucha”.

Lo dijo en Miami, en español.

Luego de que Clinton lo eligiese como su candidato a la vicepresidencia, se habló mucho del tiempo que Kaine pasó en América Latina trabajando en misiones católicas mientras estudiaba leyes. Gracias a su buen manejo del español, el ex alcalde de Richmond y ex gobernador de Virginia pasó de un idioma a otro sin problemas cuando habló por primera vez en un acto de campaña.

Pero si bien algunos hispanos dicen que ese puede ser de gran utilidad para Clinton, agregan que el hecho de que un candidato pueda hablar español ya no garantiza que se alzará con el voto hispano.

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“Las palabras se las lleva el viento, lo que importa son las acciones”, afirmó Daniel López, un guardia que trabaja en un mercado mexicano de Santa Clara, California, quien dice que votará por Clinton por su gran ética laboral, no por el idioma que ella o su aspirante a la vicepresidencia hablan.

Los latinos representan aproximadamente el 17% de la población de Estados Unidos y la mitad de ellos —27,3 millones— pueden votar. Según el Pew Hispanic Center, casi el 70% de los latinos dice hablar sólo inglés en casa o que habla inglés “muy bien”.

No fue casualidad que la presentación de Kaine se haya hecho en Miami, que cuenta con una de las comunidades hispanas más grandes del país. Si bien dio una entrevista conjunta con Clinton al programa “60 Minutes” de CBS, su primera entrevista solo fue con “Noticias Telemundo”.

Marc Campos, veterano asesor de campañas de Houston, dijo que las presentaciones de Kaine en Telemundo y en su principal competencia, Univision, ayudarán a captar el voto de los hispanos mayores, que son los más proclives a votar.

En ciudades como Houston, canales y radios en español tienen ratings que son casi más altos que los de los canales en inglés. Campos dijo que en esos medios Kaine puede ser escuchado por gente que se naturalizó hace poco o que vive en el país ilegalmente, que no puede votar pero puede ofrecerse como voluntaria y ayudar en la campaña.

La profesora de ciencias políticas de la Universidad de California con sede en Berkley Lisa García Bedolla dijo que el poder hablar en español es algo más bien simbólico. Pero en el caso de Kaine, que aprendió español trabajando con misionarios en Honduras, su manejo del idioma hace pensar que entiende los temas que preocupan a los hispanos y refleja una cierta sofisticación cultural poco común entre los candidatos a la presidencia o vicepresidencia.

“Habló de la fe, de la familia y el trabajo. Fue muy respetuoso y humilde al contar lo que aprendió” de los hispanos, indicó.

Se espera que Kaine, quien pronunció el primer discurso en el Senado hablado totalmente en español en el 2013, ayude a Clinton a promover una reforma integral a las leyes de inmigración y a ganarse a las familias que viven con el temor de ser deportadas.

El español de Kaine podría ser muy útil no solo en la Florida, sino en estados reñidos como Colorado, Nevada y Virginia.

Al elegir a Kaine, Clinton descartó a dos hispanos que consideró para el cargo: el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano Julián Castro y el secretario del Trabajo Tom Pérez. Eso generó algunas críticas de académicos y activistas hispanos.

“El uso superficial del español por parte de un político blanco para captar el voto hispano, combinado con la decisión de la campaña de Clinton de no elegir a un hispano como Julián Castro para vicepresidente, refleja una larga tradición del Partido Demócrata de dar por sentado el apoyo de la comunidad hispana”, afirmó Jimmy C. Patiño Jr., profesor de estudios chicanos de la Universidad de Minnesota.

Dennis Montoya, activista demócrata de Río Rancho, New Mexico, dijo: “Creo que si un candidato habla español, es mejor que si no lo hace. Pero en términos generales me queda la sensación de que nos tratan con condescendencia y que a nivel nacional se manejan siempre igual”.

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