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Qué significa que EEUU haya terminado con la política de “pies secos, pies mojados” que amparaba a los cubanos

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A partir de ahora, Estados Unidos tratará a los inmigrantes de Cuba igual que a los de otros países.

La Casa Blanca anunció este jueves el fin con “efecto inmediato” de la política de “pies secos, pies mojados”, que estaba en vigor desde 1995 y que permitía a los cubanos que tocan suelo estadounidense permanecer de manera legal en el país y acceder a la residencia.

En un comunicado la administración estadounidense señaló que el gobierno de Cuba se comprometió a aceptar de vuelta a los nacionales de su país con orden de expulsión en Estados Unidos, algo que no sucedía hasta ahora.

El gobierno de Barack Obama aclaró que se mantienen sin modificaciones en la isla el programa de lotería de 20.000 visas anuales, conocido como “El Bombo”, y el Programa de Reunificación de Familias Cubanas.

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El anuncio de este jueves es fruto del proceso de acercamiento que iniciaron a finales de 2014 los gobiernos de Raúl Castro y de Obama, y que llevó al restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Crisis de los balseros

La política de “pies secos, pies mojados” fue adoptada durante el gobierno del presidente Bill Clinton hace dos décadas como un memorando basado en la Ley de Ajuste Cubano de 1966.

Hasta entonces, a los cubanos interceptados en el mar tratando de llegar a Estados Unidos se les permitía llegar a tierra, pudiendo convertirse en residentes permanentes tras una estancia de un año y un día.

Esta política se adoptó en respuesta a la crisis de los balseros de 1994, cuando decenas de miles de cubanos trataron de llegar a la costa estadounidense en precarias embarcaciones.

Con “pies secos, pies mojados” Washington empezó a repatriar a Cuba a los inmigrantes hallados en alta mar.

En estas dos décadas el gobierno cubano se ha negado a aceptar el regreso a la isla de sus nacionales que EE.UU. quería deportar, algo que cambia a partir de este jueves.

Durante años, La Habana ha denunciado que la política de “pies secos, pies mojados”a incentivado la inmigración ilegal, animando a los cubanos a arriesgar sus vidas escapando en improvisadas balsas por el estrecho de Florida o a través de terceros países.

El gobierno cubano aseguró este jueves que hacía tiempo que tenía interés en adoptar un nuevo acuerdo migratorio” con Estados Unidos y que en 2002 había presentado por primera vez una propuesta que el entonces presidente George W. Bush rechazó.

Según las autoridades cubanas, para llegar al anuncio de este jueves, negociaron con el gobierno de Obama “durante casi un año”.

El compromiso de su parte, añadieron, consiste en “actualizar la política migratoria vigente y ajustarla a las condiciones del presente y futuro previsible”.

Deshielo

La medida se anunció una semana antes de que el presidente Obama abandone su cargo y en el marco del proceso de “deshielo” de las relaciones de Estados Unidos con Cuba.

De octubre a agosto de 2016, casi 47.000 cubanos ingresaron en territorio estadounidense, el doble que en el año fiscal 2014 y 3.000 más que en 2015.

Hay quienes interpretan que este incremento de llegadas a Estados Unidos se debió a la expectativa de los cubanos de que, en algún momento, se acabaran sus privilegios migratorios, como ahora a sucedido.

El portavoz de la Casa Blanca, Ben Rhodes, recomendó este jueves que el Congreso de su paísrevoque en el futuro cercano la Ley de Ajuste Cubano con el objetivo de “normalizar por completo” las relaciones entre ambos países.

“Creo que hay un esfuerzo bipartidista en marcha para lograr ese esfuerzo”, dijo en una conferencia de prensa.

Esta ley contempla desde 1966 un procedimiento especial para los cubanos que les permite a estos obtener una residencia permanente en Estados Unidos tras haber permanecido durante al menos un año en el país.

El proceso de acercamiento entre EE.UU. y Cuba ha sido fuertemente criticado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha dicho que va a revisarlo.

Los médicos

Asimismo,este jueves se anunció que se pone fin al Programa para Profesionales Médicos Cubanos, que otorgaba permiso para permanecer en EE.UU. a los profesionales sanitarios de la isla en misiones en el exterior.

El comunicado de la Casa Blanca señala que ese programa le otorga “tratamiento preferencial” al personal médico cubano y por ello “contradice” los efectos de los esfuerzos de normalización de relaciones entre Cuba y EE.UU..

El personal médico cubano podrá solicitar asilo en las embajadas y consulados de Estados Unidos alrededor del mundo, en consonancia con los procedimientos para todos los ciudadanos extranjeros”, señala el documento.

“Con este cambio seguiremos dando la bienvenida a los cubanos de la misma manera que recibimos a inmigrantes de otras naciones, de acuerdo con nuestras leyes”.

“Medida audaz”

Felice Gorordo, cubano-estadounidense que formó parte del equipo de Obama en la Casa Blanca, le dijo a la BBC que este era un paso importante en el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países y una “medida audaz” del presidente.

“Cuba siempre será una parte integral del legado del presidente Obama y creo que quería dejar su cargo sabiendo que consiguió el mayor progreso posible y que pudo ayudar a definir un nuevo capítulo para los cubanos”.

Por su parte, el senador de Florida Bill Nelson, dijo: “Creo que cambiar esta política obsoleta, para ser justos y también prevenir que la gente abuse del sistema, es lo correcto”.

Pero el alcalde de Miami, Tomás Regalado, de origen cubano, acusó a Obama de “darle un regalo de despedida” a Castro.

Este es simplemente un regalo de despedida de Obama a Raúl Castro”, le dijo al diario El Nuevo Herald.

Regalado dijo que no cree que poner fin a la política vaya a frenar el flujo de cubanos que vienen de Estados Unidos.

Por su parte, la congresista republicana en Florida Ileana Ros-Lehtinen acusó a Obama de hacer “una concesión y darle un regalo más al régimen de Castro” al poner fin al programa para médicos cubanos.

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