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Delegada de la ONU muestra preocupación porque EEUU niegue asilo a refugiados

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EFE

La delegada de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para Centroamérica, Marlene Alejos, expresó hoy su preocupación porque Estados Unidos esté obstaculizando que los solicitantes puedan acceder a la condición de refugiado en el país.

La representante de la ONU declaró durante una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) su disconformidad con las dificultades que el Gobierno de Donald Trump impone para que los refugiados conozcan y puedan solicitar sus derechos.

En la sesión, que versó sobre la situación de los derechos humanos para los integrantes de las caravanas de migrantes que cruzan centroamérica, Alejos se mostró contraria a las listas de espera en zonas como Tijuana (México) porque “aumentan mucho la incertidumbre”.

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También criticó el uso de gases lacrimógenos por parte de las autoridades migratorias de Estados Unidos hacia los integrantes de una caravana, que procede de Honduras y que captó la atención de Trump durante la campaña para las elecciones legislativas del pasado 6 de noviembre.

Trump desplegó a militares en la frontera con México con motivo de la llegada de los migrantes.

“Altos oficiales de EE.UU. presentaron a estos movimientos como una invasión” denunció la funcionaria de la ONU, que también criticó las expresiones xenófobas vertidas sobre ellos.

Alejos también alertó de que el enfoque político en la seguridad lleva a que los migrantes y solicitantes de asilo “actúen en clandestinidad”.

“La alta presencia de fuerzas de seguridad en las fronteras ha demostrado ser ineficaz para frenar los flujos migratorios porque las causas que llevan a las personas a emigrar siguen presentes”, consideró Alejos.

Según cálculos de la oficina de la ONU, las aproximadamente 16.000 personas que integraron estas caravanas son “solo una fracción de las más de 300.000 personas que emigran de Honduras, Guatemela y El Salvador cada año hacia México y EE.UU.

A pesar de que valoró que los países centroamericanos permitieron el paso de los migrantes e incluso desplegaran en ocasiones dispositivos para garantizar su seguridad, la delegada de la ONU consideró que el fenómeno “sobrepasó las capacidad de los Estados” para garantizar los derechos de todas las personas.

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