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Detienen activistas que intentaron bloquear acceso al aeropuerto de Chicago

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EFE

La Policía Estatal de Illinois detuvo hoy a varias personas, mayormente activistas afroamericanos, que intentaban bloquear el acceso por carretera al aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, en protesta contra la violencia que afecta a los barrios más conflictivos de la ciudad.

Uno de los primeros en ser detenidos por efectivos de la policía fue el organizador de la protesta, el reverendo Gregory Livingston, al encabezar un grupo de unas 60 personas que al mediodía intentó invadir la autopista interestatal Kennedy, a pesar de las barreras colocadas con patrullas policiales y camiones.

Tras las detenciones de unas 12 personas en total, el resto de los manifestantes retrocedió hasta una zona considerada segura por la policía, mientras que otros mostraron su intención de llegar al aeropuerto por calles secundarias.

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Livingston declaró en una conferencia de prensa realizada antes del intento de bloqueo de la carretera que la violencia que cobra cientos de vida todos los años en los barrios pobres de la ciudad es generada por “un legado de segregación”, que a su entender existe en Chicago.

Esa segregación crearía zonas con muchos recursos y otras sin nada, lo que calificó de “economías ilegítimas”, donde las personas quieren las mismas cosas, “pero en cambio enfrentan la violencia como moneda corriente”.

Este fue el tercer intento, sin éxito, realizado por los activistas desde julio para interrumpir el tránsito en autopistas importantes de la ciudad.

En las marchas anteriores no hubo detenidos, aunque esta vez el despliegue policial fue estatal por encontrarse el aeropuerto fuera de los límites de Chicago y en jurisdicción federal.

“No pudimos ingresar a la autopista, pero no fue un fracaso”, gritó Livingston a los periodistas mientras era retirado del lugar, esposado.

El reverendo esperaba que el bloqueo de O’Hare, durante la jornada feriada del Día del Trabajo, afectara a las aerolíneas y a otras empresas, que podrían obligar al alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, a escuchar sus reclamos.

Entre estos figura la asignación de recursos para iniciativas contra la violencia lideradas por afroamericanos, inversiones económicas en las zonas sur y oeste la ciudad, la obligación de que el 20 por ciento de la fuerza laboral sea afroamericana.

También piden las renuncias de Emanuel -que busca un tercer mandato en las elecciones municipales de febrero de 2019- y del superintendente de policía, Eddie Johnson, que es afroamericano.

“La violencia es como un incendio. Podemos luchar juntos o dejar que el fuego se extienda y que nos queme a todos”, agregó.

La protesta de hoy se produce a solo dos días del comienzo del juicio del oficial de la Policía de Chicago Jason Van Dyke, que la noche del 20 de octubre abatió con 16 balazos al joven afroamericano de 17 años, Laquan McDonald.

La muerte de McDonald y la de otras de afroamericanos por disparos de policías blancos generó el nacimiento del movimiento civil “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”), que reclama el fin de la violencia policial contra la comunidad negra.

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