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Ambientalistas piden la liberación de manadas de lobos grises en Nuevo México

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EFE

Una coalición de 25 grupos ambientalistas solicitó hoy al Servicio de Pesca y Vida Silvestre federal la liberación de tres nuevas manadas de lobos grises mexicanos este verano en la zona protegida de Gila Wildernes en Nuevo México para evitar la extinción de esta especie.

El Centro Para Diversidad Biológica indica en un comunicado de prensa que la liberación de las manadas, que incluyen parejas de lobos junto con sus crías, es necesaria para ampliar el número de ejemplares y así aumentar su diversidad genética con el fin de brindar a la especie una oportunidad real de supervivencia.

Esta táctica de liberación de manadas se utilizó por primera vez en 1998 para reintroducir la especie en la zona, pero esta práctica fue suspendida en 2007 ante la fuerte presión de la industria ganadera que busca limitar la presencia de lobos grises mexicanos en estados como Nuevo México y Arizona.

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En 2016 se retomó con una nueva práctica por la cual se liberan crías de lobos nacidas en cautiverio y que son integradas a las manadas ya existentes en la región, pero sin sus padres, una práctica conocida como “crianza cruzada”.

Los defensores el medio ambiente aseguran que solo dos de cada diez cachorros de crianza cruzada liberados entre 2016 y 2017 sobreviven aún, por lo que esta técnica no funciona.

“La desgarradora pérdida de tantos cachorros con crianza cruzada significa que el Gobierno debe regresar a la técnica más confiable de liberar a las familias completas de lobos”, dijo Michael Robinson, representante el Centro de Diversidad Biológica en un comunicado de prensa.

Aseguró que no existe una buena razón por la que los padres de los cachorros no puedan ser liberados junto con ellos.

Aseguran que esta liberación también es necesaria para diversificar la especie ya que actualmente debido a las menos frecuentes liberaciones y la caza clandestina han reducido la diversidad de la especie conduciendo a la homogeneidad genética, lo que significa que ahora casi todos los lobos liberados provienen de la misma familia lo que dificulta su reproducción.

Entre 2012 y 2017, la población del lobo gris mexicano aumentó solamente de 110 a 114.

El Gobierno federal anunció recientemente un nuevo plan para conservar la especie, pero los grupos ambientalistas se han opuesto, presentando una demanda en la que argumentan que no toma en cuenta las investigaciones científicas sobre esta especie, una de los mamíferos más amenazados de Norteamérica y su hábitat. EFEUSA

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