Rechazo mayoritario de activistas latinos a la militarización de la frontera

Las organizaciones pro derechos de la comunidad latina lamentaron hoy que la frontera con México sea tratada “como un área de guerra”, tras el anuncio del presidente Donald Trump de enviar a la Guardia Nacional para vigilar la zona.

Estos activistas consideran que ello no implica una mejoría relevante en la seguridad nacional, sino que se trata de una herramienta de presión política para satisfacer los objetivos electorales que aún no ha sido capaz de cumplir, entre los que destaca la construcción del muro fronterizo con México.

El coordinador de comunicación de La Unión del Pueblo Entero (LUPE), John Torres, considera que este tipo de medidas favorece un clima de tensión con la comunidad inmigrante, cuyo resultado puede derivar en un aumento de los abusos por parte de los agentes de la Patrulla Fronteriza respecto a los derechos de las personas.

“Me enfada pensar que para nuestra comunidad, donde no hay un excesivo nivel de crimen, seguramente menor que en la mayoría de los Estados Unidos, se quiera enviar más gente armada. Con ello están promoviendo una cultura de abusos”, explicó Torres en una entrevista con Efe.

El representante de esa organización defensora de los derechos civiles consideró “ridículo” destinar recursos para enviar personal armado, cuando lo que reclama la región es una mayor inversión en educación, sanidad y desarrollo laboral para “una comunidad que dispone de bajos recursos, con personas que quieren sacar adelante a sus familias”.

La iniciativa no resulta exclusiva de la actual administración, puesto que los expresidentes George W. Bush y Barack Obama desplegaron temporalmente miembros de la Guardia Nacional en la frontera con México durante sus mandatos.

El presidente del Comité de Asuntos de Veteranos de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), Roman Palomares, dijo creer que el magnate neoyorquino está empleando tácticas basadas en “el miedo” y pidió que se concentre en “aprobar una reforma migratoria integral y humana”.

Además, Palomares negó la insinuación de Trump acerca de que la caravana de personas que se dirige hacia el país esté tratando de sacar provecho del programa DACA, cuando, aseguró, realmente están “buscando refugio” de la violencia, la pobreza y el malestar político en sus países de origen.

“Es imperativo que recordemos el compromiso de nuestro país con las personas que vienen en busca de una vida mejor y protección contra la corrupción y la muerte”, dijo el activista.

En un comunicado emitido por LULAC, Palomares pidió “que se les brinde asistencia humanitaria” a estas personas que corren peligro en caso de regresar a su país.

Por último, la presidenta de la organización Voto Latino, María Teresa Kumar, también opinó que estas acciones “desvían la atención deliberadamente” de otros asuntos como la creación de empleo, la epidemia de opiáceos o la trama rusa, como se conoce la interferencia de Moscú en las elecciones de 2016 en favor del actual gobernante con la presunta confabulación de la campaña de Trump.

“La Guardia Nacional para fines de seguridad fronteriza es ineficiente y peligrosa, además, tal medida desestabilizará potencialmente nuestras fronteras y desvirtuará la confianza con nuestros vecinos”, concluyó Kumar.