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Denver desestima demanda de madre de joven hispano tiroteado por policías

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La Corte de Apelaciones del Décimo Distrito Federal, en Denver, desestimó hoy la demanda de la madre de un joven hispano tiroteado mortalmente por policías en 2014 en el estacionamiento de una funeraria local, indicando que los agentes actuaron apropiadamente.

La Corte de Apelaciones convalidó así la decisión de la corte de primera instancia en contra de la demanda presentada por April Sánchez, madre de Ryan Ronquillo, contra cuatro miembros del Departamento de Policía de Denver (DPD), a quienes Sánchez acusaba de uso excesivo de fuerza y de no haber respetado los derechos constitucionales de su hijo.

Los jueces indicaron que el fallo anterior fue acertado al desestimar sumariamente la demanda y al entender que los policías no infringieron los derechos de Ronquillo y que, por tal motivo, la demanda era improcedente.

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En su fallo de hoy, los tres jueces de la Corte de Apelaciones federal concordaron con la decisión de DPD.

Anteriormente, la Oficina del Fiscal de Denver, la Oficina del Monitor Independiente de Denver (supervisor civil de la policía local) y el Departamento de Justicia federal ya habían llegado, por separado, a esa misma conclusión.

Ronquillo, de 20 años, era buscado por las autoridades como sospechoso de robo de vehículos.

La policía lo encontró el 2 de julio de 2014 dentro de su automóvil, en el estacionamiento de una funeraria donde en ese momento estaban velando a un amigo suyo de la misma edad, que días antes había cometido suicidio.

Según un reporte difundido por DPD el 18 de febrero de 2016, los policías debieron usar “fuerza mortal” contra Ronquillo porque el joven se negó a obedecer las órdenes de salir del vehículo y porque el auto que Ronquillo conducía podría haberse usado como un arma contra los uniformados.

De hecho, cuando los oficiales se acercaron, Ronquillo puso marcha atrás y aceleró, chocando a un patrullero.

En el tiroteo posterior, una bala alcanzó a Ronquillo en la cabeza y otra en el cuello.

En su demanda, la familia de Ronquillo también había criticado la decisión de los policías de llegar al estacionamiento de una funeraria a alta velocidad y de realizar los mortales disparos a la vista de decenas de personas, incluyendo niños.

Pero, según los jueces, los oficiales “razonablemente creyeron” que Ronquillo quería escapar y, por la rapidez de los hechos, los disparos fueron apropiados.

El mismo día que falleció Ronquillo, la policía abatió a otro hispano, Joseph Valverde, quien había arrojado su arma antes de los disparos.

Y en enero de 2015, Jessica Hernández, de 17 años, murió de balas policiales dentro del vehículo que ella conducía. Las respectivas demandas por esos casos aún no encuentran resolución.

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