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Ciudades y universidades rechazan plan de Trump contra indocumentados

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Las ciudades más pobladas de Estados Unidos y decenas de sus universidades se han rebelado contra el presidente, Donald Trump, y se han negado a ayudarle a ejecutar redadas masivas contra los inmigrantes indocumentados para expulsarlos del país.

La reacción de la comunidad educativa y de las tres urbes más pobladas de EEUU - Chicago, Nueva York y Los Ángeles - se produce después de que Trump firmara una orden ejecutiva para retirar fondos federales a las llamadas “ciudades santuarios”, que protegen de la deportación a los indocumentados.

“Los educadores nos hemos movilizado porque hemos visto la valía y el mérito de esta gente”, dijo la presidenta de la Universidad de California, Janet Napolitano, durante una rueda de prensa con expertos en el centro de pensamiento Instituto de Políticas Migratorias, con sede en Washington.

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Como decenas de presidentes de universidades de EEUU, Napolitano se ha comprometido a no comunicar al Gobierno de Trump el estatus migratorio de sus estudiantes para evitar que sean identificados.

Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) entre 2009 y 2013, Napolitano defendió hoy el programa de Acción Diferida (DACA), que Trump quiere eliminar y que desde 2012 ha permitido a 750.000 jóvenes frenar su deportación, obtener un permiso de trabajo y una licencia de conducir.

La ola de resistencia en las universidades alcanzó su momento culmen a finales del año pasado, aunque las iniciativas de Trump han hecho que se sumen otros centros educativos.

Un “community college” (centro público de educación superior) de la ciudad de San Diego (California) se comprometió a prestar ayuda a todos sus estudiantes, independientemente de su estatus migratorio y sus creencias religiosas.

La resistencia local ha estado liderada por los alcaldes del Partido Demócrata de las grandes ciudades del país, donde viven la mayor parte de los inmigrantes y que en las elecciones de noviembre votaron por la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton y no por Trump, respaldado por las zonas industriales y rurales.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, prometió que “desafiará en los tribunales” cualquier medida que Trump tome para retirar fondos federales a las “ciudades santuario”.

En una entrevista en la radio pública de Nueva York, Bill de Blasio argumentó que en las “ciudades santuario” hay menores tasas de criminalidad que en aquellas urbes donde las fuerzas locales informan al Gobierno del estatus migratorio de sus detenidos para facilitar la deportación de indocumentados.

“Parte de la razón por la que nos hemos convertido en la ciudad más segura de EEUU es porque no hemos creado un ambiente en el que la comunidad inmigrante siente miedo a la policía”, dijo de Blasio.

Los alcaldes de Chicago, Rahm Emanuel, y de Los Ángeles, Eric Garcetti, también han renovado estos días su compromiso para luchar contra la hostilidad de Trump y continuar siendo una “ciudad santuario”, definición bajo la que se incluyen cientos de urbes y condados.

Con Trump...

En el frente opuesto se encuentran algunas universidades y condados que en los últimos días se han comprometido a trabajar con Trump para facilitar las redadas.

El alcalde del condado de mayoría hispana Miami-Dade (Florida), el republicano Carlos Giménez, dijo que obedecerá a Donald Trump y comenzará a detener a los indocumentados por infracciones administrativas, algo a lo que, hasta ahora, se negaba para ahorrarse los costes de detención y encarcelamiento.

De esa forma, el condado de Miami-Dade se convirtió en el primero en abandonar su política de protección a los indocumentados.

Los simpatizantes de Trump han respondido con alegría a las órdenes ejecutivas firmadas esta semana, pero han expresado también cierta ansiedad y rabia debido a que sigue en pie el programa DACA, que protege a los jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños.

El “retraso” en la cancelación de la “amnistía ejecutiva” proclamada por el expresidente Barack Obama ya ha sido considerada como una “traición” por el popular blog conservador RedState.

Además, el portal “Breitbart News” sospecha que un grupo de republicanos, liderado por el jefe de Gabinete, Reince Priebus, y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, está tratando de impulsar algún tipo de campaña para obtener mano de obra barata en el mercado internacional.

“Breitbart News” estaba presidido por el estratega jefe de Trump, Stephen Bannon, y es una web próxima a la derecha alternativa (“alt-right”), una nueva derecha radical que tiene el nacionalismo blanco como valor fundamental.

El despertar de la derecha alternativa y la nueva “rebelión urbana” han acentuado la división de Estados Unidos, donde las zonas rurales suelen ser republicanas, tradicionales y religiosas, mientras que las grandes ciudades son más progresistas y cuentan con gran presencia de extranjeros.

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