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Programa piloto enseña inglés por teléfono en Nueva York

Candelaria López sonríe al contar cómo cambió su vida tras empezar a tomar clases de inglés que ofrece un programa piloto de Nueva York a partir de los teléfonos celulares. (AP Photo/Frank Franklin II)

Candelaria López sonríe al contar cómo cambió su vida tras empezar a tomar clases de inglés que ofrece un programa piloto de Nueva York a partir de los teléfonos celulares. (AP Photo/Frank Franklin II)

(Frank Franklin II / AP)
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Candelaria López trató de aprender inglés en el pasado, sin éxito. A veces no podía ir a las clases y cuando asistía, estaba demasiado cansada como para concentrarse durante tres horas luego de un duro día de trabajo en granjas del valle del río Hudson, cerca de Nueva York. Llevaba 20 años viviendo en Estados Unidos, pero apenas si se animaba a soltar un “hi”, u “hola”.

Pero eso ha cambiado recientemente gracias a un programa piloto único que ofrece el estado de Nueva York, que imparte clases de inglés mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto. López, quien tiene 38 años y cuatro hijos, dice que en los últimos meses se le ha abierto un nuevo mundo: ha adquirido mayores responsabilidades en el trabajo, puede hablar con las maestras de sus hijos sin necesidad de un traductor e incluso ayudar a familiares que hablan solo español a encontrar una vivienda para alquilar.

“Me siento muy feliz”, expresó. “Es muy emocionante”.

El estado de Nueva York lanzó al programa este año a través de su Office for New Americans (Oficina para los Nuevos Estadounidenses). La idea es sencilla: quienes se inscriben llaman a un número telefónico cada vez que quieren tomar una clase. Se les hacen preguntas, que responden mediante mensajes de texto, que permiten corroborar que comprenden lo que se les está enseñando. Cuando dan una respuesta correcta, se pasa a otro tema. Si la respuesta es incorrecta, recibirán una llamada de un instructor que les explicará el concepto.

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Se emplea una tecnología muy básica, que no requiere aplicaciones ni teléfonos avanzados. Cualquier persona con el teléfono más barato tiene acceso al programa, el cual es tan flexible que les permite a los estudiantes avanzar al ritmo que desean. Además, es gratis, con excepción de lo que pueden cobrar los servicios telefónicos por los minutos de charla o por los textos enviados y recibidos.

“Queríamos que fuese lo más accesible posible”, expresó Jorge Montalvo, subsecretario de estado para Oportunidades Económicas y quien supervisa la Office for New Americans. El objetivo es que toda persona que complete el programa “esté en condiciones de aprobar los requisitos de inglés del examen de nacionalización”, explicó Montalvo.

Unas 300 personas se han inscrito en tres regiones del estado: el valle del Hudson, la zona metropolitana de la ciudad de Nueva York y el área de Finger Lakes/North Country. Montalvo dijo que después del primer año se verá cómo funciona y si vale la pena expandirlo.

Nueva York es el primer estado que costea un programa de aprendizaje del idioma orientado a los inmigrantes de bajos recursos a partir de los teléfonos celulares, indicó Jessica Rothenbert-Aalami, directora ejecutiva de Cell-Ed, la empresa que ofrece las clases.

La firma de San Francisco funciona desde hace dos años y Rothenberg-Aalami dijo que trata de cubrir las necesidades de educación para adultos en el mundo moderno.

“La demanda no está siendo satisfecha con la educación formal a partir de asistencia a clases”, manifestó.

La flexibilidad con los estudios ayudó a López, quien no tiene que encontrar alguien que cuide a sus hijos o hacer malabares para asistir a clases formales. “Lo único que necesito es el teléfono”, señaló. “Es muy fácil. A veces estoy cocinando y llamo para tomar una clase”.

Rothenberg-Aalami dice que toma un promedio de 25 horas completar un nivel. En Nueva York se ofrecen clases de primer y segundo nivel, además de una clase para el examen de la ciudadanía. Al principio se habla mayormente en español y se pasa al inglés a medida que avanzan las clases.

En el cuarto nivel se hacen conversaciones en inglés, agregó. Pero ya hacia el final del segundo nivel los estudiantes se sienten mucho más confiados con sus conocimientos del inglés.

“Ofrecemos un puente a una cantidad de otros recursos que no están disponibles para quienes no tienen el primer y segundo nivel educativo”, comentó.

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