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Seguro contra terremotos: ¿vale la pena contratarlo?

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Glenn Pomeroy, jefe de la Autoridad de Terremotos de California, pasó el fin de semana en Ridgecrest, cerca del epicentro del sismo de 7.1 grados de magnitud del viernes y su hermano menor registrado el día anterior, de 6.4 grados. “Al conducir, se podía ver claramente que era un desastre”, afirmó. “Los focos parpadeaban, las tiendas estaban cerradas, el suelo todavía se sacudía”.

Pero la gente de Ridgecrest y las comunidades cercanas tuvieron suerte, consideró Pomeroy. El daño podría haber sido mucho peor. “Si ocurriera un sismo de 7.1 en el subsuelo de Los Ángeles, veríamos una situación completamente diferente”, explicó. “Podría haber daños por miles de millones de dólares”.

Los propietarios en Ridgecrest fueron afortunados de otra manera. Alrededor del 20% de ellos poseen seguro contra terremotos, según las estimaciones de la autoridad sísmica. Se trata, aproximadamente, del doble del promedio estatal.

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Si se encuentra entre el 90% de los propietarios de viviendas en todo el estado sin cobertura de este tipo, es posible que desee reconsiderar la decisión. “Vivir en California significa convivir con el riesgo de que se produzca un terremoto en cualquier momento”, indicó el comisionado de seguros del estado, Ricardo Lara. “Si no ha adquirido un seguro contra sismos en los últimos cinco años, piénselo de nuevo”.

Lo primero que debe tener en cuenta es que la mayoría de las pólizas ordinarias para propietarios de viviendas, inquilinos y condominios no cubren los daños causados por temblores. Incendios, sí; robos, también. Terremotos, nada.

Según el Departamento de Seguros, aproximadamente el 21% de los propietarios de viviendas en los condados de Los Ángeles y Orange tienen cobertura por daños sísmicos.

Las cifras disminuyen considerablemente en Inland Empire, con sólo el 9% de las viviendas cubiertas en Riverside y el 8% en San Bernardino.

No hay forma de endulzar esta cuestión: los seguros contra terremotos son caros. Pueden duplicar el costo de cobertura de su hogar, agregando un promedio de $800 al año en primas.

También está el deducible. Antes, el seguro contra sismos venía con un deducible estándar del 15%. Ahora los costos pueden variar al elegir un deducible que oscila entre el 5% y el 25%.

Al igual que los seguros, cuanto más alto sea su deducible, más bajas serán sus primas. Pero mientras más alto sea su deducible, más pagará de su bolsillo antes de que comience a regir la cobertura.

“Comprar o no comprar un seguro contra terremotos es una de las decisiones más difíciles para los propietarios”, consideró Amy Bach, directora ejecutiva del grupo de apoyo de San Francisco United Policyholders. “Las cuentas pueden hacer que sea difícil de justificar”.

Una regla general a considerar es quién es el propietario de la mayor parte de su hogar, si usted o el banco. Si es usted -es decir, si ha pagado la mayor parte de su hipoteca- entonces hay más en juego y el seguro por sismos tiene más sentido. Si es el banco -y si usted está listo para dañar su puntaje de crédito al dejar una estructura dañada por un terremoto- entonces el costo adicional de la cobertura puede no tener mucho sentido.

También hay que tener en cuenta el deducible. La mayoría de los propietarios en California todavía optan por una participación del 15% en los gastos, lo cual significa que una gran cantidad de costos de reconstrucción quedarán a su cargo.

El precio promedio de una casa en California ahora es de $500.000. Digamos que el costo de reemplazo de la estructura es más cercano a $300.000; el deducible del 15% sería entonces de $45.000.

“Creo que la mayoría de los propietarios de viviendas de California no compran pólizas contra terremotos porque toman una decisión inteligente y racional”, señaló Joe Ridout, defensor legislativo de California para Acción del Consumidor. “Por lo general, el daño causado por un sismo será menor al deducible del 15%, lo cual significa que usted será responsable de igual manera”, dijo. “Y en el caso de un temblor enorme, cerca de una gran ciudad, es bastante posible que la Autoridad Sísmica de California (CEA) se quede sin dinero y no logre pagar totalmente, incluso a quienes tengan una póliza”.

Eso es factible. La CEA, una entidad de gestión pública y financiación privada que proporciona cobertura en nombre de unas dos docenas de aseguradoras, afirma tener $17 mil millones para pagar reclamaciones.

Según la entidad, tiene fondos suficientes para manejar una catástrofe. Sin embargo, reconoce que “si un terremoto causa un daño mayor que la capacidad de pago de reclamaciones de la CEA, a los asegurados con daños se les puede pagar una parte proporcional de sus pérdidas cubiertas”.

Eso significa que usted podría obtener sólo una parte del seguro que pagó. “Nadie puede predecir el futuro”, agregó Ridout. “Pero en general, a los propietarios de viviendas les conviene más invertir su dinero en atornillar la casa a sus cimientos o hacer otras mejoras de seguridad, en lugar de pagar primas”.

Yo no concuerdo. Ese terremoto de magnitud 7.1 sirvió como un llamado de atención; un temblor verdaderamente devastador podría ocurrir en cualquier momento.

Obviamente, hablamos de posibilidades, como con todas las formas de seguro.

He tenido seguro contra terremotos desde que me convertí en propietario. Para mí, la prueba es si dormiré mejor por la noche sabiendo que estoy cubierto. En mi caso, la respuesta es sí.

Tal vez la película sobre desastres que describió Ridout me dejaría corto, pero me consuela saber que mi familia está preparada para la mayoría de las emergencias.

Según Pomeroy, el jefe de la autoridad sísmica, hay una serie de variables que afectarán el costo de la cobertura. ¿Su casa está construida sobre roca o arena, por ejemplo? ¿Tiene uno o dos pisos?

El funcionario aconseja a los propietarios que visiten el sitio web de la entidad y procesen los números con una calculadora en línea gratuita. “Mucha gente piensa que el seguro contra terremotos es muy caro; lo entiendo”, aseveró. “Pero mirémoslo de esta manera: sin él, uno está en peligro de perder los ahorros de toda la vida”.

Le pregunté si tenía una teoría sobre por qué los residentes de Ridgecrest muestran el doble de probabilidades de comprar una cobertura que el promedio de los propietarios en California. “Bueno, estaba pensando en eso”, respondió Pomeroy. “Puede ser porque hay una base cercana de la Fuerza Aérea y mucha gente militar en la ciudad. Esa gente tiende a estar más preparada para las contingencias”, expuso.

Bach, de United Policyholders, agregó: “Nunca nos hemos encontrado con alguien que haya pasado por un desastre y se haya arrepentido de tener demasiada cobertura”.

Hoy, tengo 7.1 motivos para pensar que tiene razón.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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