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¿Las escuelas públicas de California fallan en la alfabetización de sus estudiantes?

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La canción “School Days” definió célebremente la educación primaria como “lectura, escritura y aritmética” hace 110 años, reconociendo una verdad ampliamente entendida sobre las escuelas públicas: la alfabetización es una de las habilidades más importantes -o la más importante- que debe impartirse a los estudiantes. De hecho, en la antigüedad, la capacidad de leer y escribir era tan apreciada que los ciudadanos eruditos realizaban presentaciones públicas mostrando sus habilidades con la palabra escrita.

La lectura ha sido valorada en los Estados Unidos desde que el nacimiento del país, e incluso antes. Los colonos tenían más probabilidades de saber leer y escribir que los europeos. Los Padres Fundadores creían que si la población podía leer, y especialmente si podía leer los periódicos de una prensa libre, sería capaz de evadir la tiranía. Hoy en día, la lectura sigue siendo la clave para aprender casi todo lo demás. Teóricamente, al menos, todos podríamos aprender física avanzada de un libro, aunque muchos de nosotros no querríamos intentarlo.

Sin embargo, ahora, según una demanda contra el estado de California presentada por un grupo de estudiantes, padres de familia y organizaciones de defensa, el gobierno no enseña a los estudiantes a leer, por lo cual incumple su responsabilidad constitucional de brindar una educación pública y gratuita de, al menos, una calidad razonable. Si los reclamos de baja alfabetización de los demandantes son ciertos, tienen un buen punto.



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Ciertamente, las señales de problemas están por todas partes. El estado se ubica por detrás del promedio nacional de competencia lectora. Un estudio en la Universidad de Stanford encontró que de los 26 distritos escolares de todo el país con bajo rendimiento de lectura, 11 se encontraban en California. Somos una gran parte de la población nacional, pero no tan grande.

La demanda, presentada por el bufete de abogados de servicio público Public Counsel, alega que los problemas existen tanto en las escuelas charter como en las públicas dirigidas por el distrito.

La demanda señala específicamente a entidades tales como La Salle Elementary, en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), donde sólo alrededor de 10 de los casi 180 estudiantes evaluados cumplieron con los estándares de inglés del estado este año.

Los exámenes de California establecen un nivel relativamente alto, diseñado para evaluar si los estudiantes están en vías de asistir a la universidad después de la graduación.

Pero Mark Rosenbaum, director de Public Counsel, señala que las deficiencias son tan graves que obstaculizan las posibilidades de los jóvenes de obtener trabajos con salarios mínimos, y que ocurren tanto entre los hablantes de inglés fluido como entre los aprendices.

En una entrevista, Rosenbaum comentó que recientemente se reunió con un grupo de estudiantes de preparatoria en el sur de Los Ángeles, quienes carecían de las habilidades de lectura necesarias para completar una solicitud de empleo para una cadena de hamburguesas.

Hace casi cinco años, un informe de un panel de expertos en educación exigió una acción rápida y decisiva para ayudar a las escuelas y los maestros a hacer un mejor trabajo con la enseñanza de lectura.

“La necesidad crítica de abordar el desarrollo de la lectoescritura de los niños y estudiantes de California no puede subestimarse”, decía el informe, y agregaba más tarde: “Como ilustran los hechos enumerados, muchos alumnos estarán en riesgo académico si mejorar el enfoque de la alfabetización no se convierte en un foco central e inmediato del sistema educativo de California”.



Si esos enfoques mejorados se implementaron realmente, no hay muchos indicios de ellos. Los puntajes de lectura del estado se estancaron este año; menos de la mitad de los estudiantes cumplen con los estándares de inglés.

El Departamento de Educación del estado señala que su Fórmula de Financiamiento de Control Local proporciona dinero adicional a las escuelas con un gran número de estudiantes de bajos ingresos y aquellos que no dominan el inglés.

El dinero extra es algo muy positivo, pero también es sólo el primer paso para ayudar a los alumnos. Los dólares deben gastarse de manera que traigan resultados. Sin embargo, en lugar de proporcionar a las escuelas de bajo rendimiento programas de alfabetización comprobados y requerir un mejor rendimiento, el estado ha dejado a los distritos que busquen sus propias soluciones. Control local en serio.

Eso podría funcionar si California se asegurara de que los distritos escolares hagan su trabajo de manera efectiva. En cambio, también se ha alejado de su papel supervisor del progreso educativo, con un nuevo y desconcertante sistema de responsabilidad codificado por colores, que incluye demasiados elementos que no se traducen necesariamente en un mejor aprendizaje. “Su sistema de responsabilidad del tablero es complicado e incompleto” y no revela lo que el estado planea hacer con las escuelas de bajo rendimiento, dice un nuevo informe de un grupo de políticas que examina los planes de mejora escolar desarrollados por cada estado.



California podría ser incapaz de convertir a todos sus estudiantes en académicos de nivel universitario, pero como mínimo, les debe lo más básico de la educación: programas de lectura sólidos y maestros capacitados para impartirlos. Y nadie debería tener que presentar una demanda para exigirlo.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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