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Sueldos excesivos y malgasto encuentran en la administración de la Universidad de California: auditoría

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La administración de la Universidad de California (UC) paga a los trabajadores más cualificados salarios y prestaciones significativamente más importantes que los percibidos por los empleados estatales de similar rango. Además, no comunicó a la Junta de Regentes y al público que contaba con $175 millones de dólares en fondos de reserva presupuestaria, mientras buscaba aumentar la matrícula, descubrió una auditoría estatal dada a conocer el martes.

La investigación desencadenó una disputa con la presidenta de la UC, Janet Napolitano, quien dijo que las acusaciones de fondos ocultos eran falsas, mientras que dos miembros de la Junta de Regentes de la UC recomendaron otorgarle autoridad presupuestaria a la Legislatura sobre la Oficina de la Presidenta, que usurpó los poderes constitucionales de la UC.

Entre los puntos de fricción, los auditores creen que los regentes deben contratar a un tercero que pueda ayudar a los regentes en la supervisión de un plan de acción correctiva de tres años.

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La auditoría también descubrió que la Oficina de la Presidenta no justificó satisfactoriamente su gasto en iniciativas de todo el sistema, e “indebidamente” examinó encuestas presentadas por los auditores a los funcionarios del campus.

“Nuestro informe concluye que la Oficina de la Presidenta ha acumulado considerables fondos de reserva, utilizado prácticas presupuestarias engañosas, provisto a sus empleados con sueldos y beneficios atípicos y no justificó satisfactoriamente su gasto en iniciativas para todo el sistema”, escribió la auditora estatal Elaine Howle al gobernador Jerry Brown y a la Legislatura. “Además, cuando buscamos una perspectiva independiente de las escuelas sobre la calidad y el costo de los servicios, y los programas que les proporciona la Oficina de la Presidenta, ésta interfirió intencionalmente con nuestro proceso de auditoría”, aseveró Howle.

Debido a las recientes alzas de matrícula, la auditora recomendó que la Oficina de la Presidenta reembolse los fondos disponibles en las reservas mediante su devolución directa a las facultades, para el beneficio de los estudiantes.

Ralph Washington Jr., presidente de la Asociación de Estudiantes de la UC, manifestó que si se encuentran reservas de dinero deberían destinarse a ayudar a los alumnos, como eliminar el aumento de la matrícula o asistir a aquellos sin hogar o que pasan hambre, pero le preocupa que los legisladores puedan utilizar la auditoría para decir que la UC no necesita tanto dinero del fondo general.

“Los estudiantes definitivamente no quieren que aumente su matrícula”, remarcó.

El vocero de la asamblea Anthony Rendón (D-Paramount), quien forma parte de la Junta de Regentes, expresó que la auditoría requiere de mayor investigación. “La auditoría de la Oficina de la Presidenta de la UC (UCOP, por sus siglas en inglés) parece haber descubierto el mismo tipo de tergiversaciones presupuestarias y excesos ejecutivo que nosotros hemos visto anteriormente con el Departamento de Parques del Estado y con la Comisión de Servicios Públicos”, aseguró Rendón en un comunicado. “Hay muchas preguntas que necesitan ser contestadas, y con honestidad”.

La auditoría fue solicitada por los legisladores, preocupados por la elevada matrícula y las reclamaciones de un exceso de personal administrativo para supervisar los 10 campus del sistema de la UC.

“La reserva incluye $32 millones de dólares en fondos no utilizados que la universidad recibió de un impuesto anual sobre las escuelas, fondos que los campus podrían haber destinado a los estudiantes”, indicó la investigación.

Según los auditores, los salarios pagados a aquellos en la Oficina de la Presidenta son mucho más altos que los de puestos comparables en otros empleos del gobierno estatal.

Napolitano estuvo de acuerdo con la gran mayoría de las recomendaciones para mejorar los gastos y procesos presupuestarios, pero negó que haber ocultado los $175 millones de dólares de la Junta de Regentes de la UC.

En una carta a Howle, la presidenta afirmó que ya se estaban produciendo los cambios. “Las recomendaciones a [la Oficina de la Presidenta de la UC] son útiles”, escribió Napolitano. “Nos complace recibir esta aportación constructiva, que se alinea con nuestro esfuerzo proactivo para mejorar continuamente las operaciones de la UCOP, y la UCOP pretende aplicar las recomendaciones”.

Sin embargo, la presidenta de la Junta de Regentes, Mónica Lozano, y la regente Charlene Zettel le pidieron a Howle que eliminara las recomendaciones que consideran invaden la autonomía constitucional del sistema universitario, como las propuestas para hacer que la Legislatura apruebe el presupuesto de la Oficina de la Presidenta.

“Tal como está escrito, consideramos que estas recomendaciones amenazan el prestigio de la universidad como una entidad constitucionalmente autónoma, y a la propia Junta de Regentes”, escribieron.

Los sueldos administrativos sumaron $2.5 millones de dólares más que los rangos máximos de salario anual para los empleados estatales similares, encontraron los auditores. Por ejemplo, el salario anual máximo de un gerente de contabilidad es de $169,000 en la UC, en comparación con $156,000 para otros empleados estatales. Un director de sistemas de información puede ganar hasta $258,000 en la UC, pero $150,000 con otras agencias estatales.

La auditoría afirmó: “A 10 ejecutivos de la Oficina de la Presidenta cuya compensación analizamos se les pagó un total de $3.7 millones de dólares en el año fiscal 2014-2015, más de $700,000 por encima de los salarios de sus homólogos empleados estatales mejores pagados”.

En los beneficios, la Oficina de la Presidenta proporciona un plan de jubilación regular, pero también ofrece a sus ejecutivos una cuenta de ahorros de retiro en la cual contribuye hasta un 5% de los sueldos de los ejecutivos, alrededor de $2.5 millones en los últimos cinco años, según la auditoría. “La Oficina de la Presidenta durante los últimos cinco años también gastó más de $2 millones para los gastos de reuniones de negocios y entretenimiento de su personal, un beneficio que el estado no ofrece a sus empleados excepto en circunstancias limitadas”, indicó el documento.

La investigación señaló además que la Oficina de la Presidenta reembolsó gastos de viaje cuestionables, incluyendo un boleto de entrada para una representación teatral y servicios de limusina. Una persona gastó $350 por noche en habitaciones de hotel, lo cual está por encima de la norma permitida para otras agencias estatales. La Oficia tampoco administró su propio presupuesto -que ascendió a $747 millones en el año fiscal 2015-2016- “de una manera fiscalmente prudente o transparente”.

Napolitano dijo que la auditoría estaba equivocada al afirmar que su oficina no había divulgado públicamente las decenas de millones de dólares en fondos excedentes. “De hecho, el presupuesto y los enfoques financieros de la UCOP reflejan un gasto e inversión estratégica, deliberada y transparente en la UC y en las prioridades del estado”, señaló un comunicado de la Oficina de la Presidenta.

Howle no estuvo de acuerdo con ello. “Se necesitan reformas significativas para fortalecer la confianza del público en la Oficina de la Presidenta”, concluyó la auditoría.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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