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Investigan al rector de UC Berkeley por presunta malversación de fondos

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Nicholas Dirks, rector de UC Berkeley, está bajo investigación por parte de la universidad por la supuesta malversación de fondos públicos para viajes y por el uso personal de un entrenador de actividad física del campus sin pago, según información obtenida por Los Ángeles Times.

Una fuente anónima alegó que Dirks pasó por alto el pago por el uso de las instalacioes deportivas del campus y sus servicios profesionales, y que empleó fondos públicos para pagar un viaje con un empleado de la división deportiva para asuntos no vinculados con la universidad, según una carta con fecha del 11 de abril pasado, enviada a Dirks por parte de Rachael Nava, directora de operaciones de la Universidad de California.

En caso de probarse, los alegatos podrían constituir ‘actividades gubernamentales inapropiadas’, dice Nava en su carta, documento que fue obtenido por The Times.

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Dirks señaló a través de un vocero que no haría comentarios hasta que la investigación concluyera.

Pero Mike Weinberger, quien fue director de la instalación recreativa hasta su retiro, en febrero pasado, aseguró que aprobó el entrenamiento personal sin costo y que no creía que se tratara de una violación a la política de la casa educativa. También señaló que a menudo se entregan entradas gratis a los partidos de fútbol y otros eventos deportivos para los fanáticos. Además, aclaró que el entrenador, Devin Wicks, le dijo que Dirks le había hablado acerca del entrenamiento físico poco después de convertirse en rector, en 2013. Weinberger sugirió ofrecer sesiones gratuitas a Dirks para aumentar el prestigio del Departamento de Deportes Recreativos, que con frecuencia opera a la sombra del Departamento de Atletismo y sus famosos equipos deportivos.

Adicionalmente, Weinberger declaró que no sabía cuántas horas de entrenamiento gratuito había provisto Wicks, quien se encuentra actualmente con una licencia administrativa en espera de los resultados de la investigación. “Tener a un rector en el edificio, que veía con cuántos trabajamos, me emocionó”, expresó Weinberger. “Fue una estrategia política que tomé para mejorar nuestra posición en el campus. Si hay una cuestión política no creo que ninguno de nosotros estuviera consciente de ella”.

Las denuncias de un viaje inapropiado implicaron una travesía a la India, realizada en enero por Wicks y la esposa de Dirks, Janaki Bakhle, profesora asociada de Historia en Berkeley. Dirks no viajó con Wicks y nunca lo ha hecho, señaló una fuente universitaria.

La fuente, que habló bajo condición de anonimato porque no está permitido comentar respecto de una investigación en curso, aseguró que el viaje fue pagado por la Asociación de Exalumnos de Berkeley, y no con dólares de la universidad pública. Weinberger informó que aprobó la solicitud de Wicks para utilizar sus días personales de vacaciones para dicho viaje.

Sin embargo, los informes de la investigación han resonado en el campus por semanas, agregando más preocupación al liderazgo de Dirks.

El asediado rector también fue acusado por el mal manejo de las denuncias de abuso sexual. Dirks y Claude Steele, su vicerrector -a quien eligió personalmente y quien renunció a principios de este año- fueron agudamente criticados por imponer sanciones débiles a tres miembros del personal docente que violaron la política de acoso sexual de UC, aunque Steele asegura sólo haber estado involucrado en uno de los casos. Desde entonces, Dirks ha presentado un plan para combatir el tema en el campus.

Pero el rector ha perdido la confianza de muchos miembros del cuerpo docente, que alegan que ha fallado en consultarles adecuadamente acerca de los planes para cerrar un déficit presupuestario de $150 millones y reorganizar los departamentos académicos. Los profesores estuvieron a punto de convocar a un voto de no confianza a principios de este año, y podrían reactivar la iniciativa en el otoño, informó un veterano académico, de alto rango.

“Lamentablemente, el extenso historial de indecisión, de errores y malas decisiones en varios frentes críticos por parte de nuestro administrador superior, ha socavado gravemente la confianza [del cuerpo facultativo]”, afirmó Mara Loveman, presidente del Departamento de Sociología, durante una reunión del Senado Académico en mayo último, según una transcripción obtenida por The Times

Bob Jacobsen, profesor de Física, remarcó que Dirks incorporó cambios positivos al campus, como apuntalar la educación de pregrado con $4 millones adicionales este año para contratar a nuevos instructores, y dar cabida a 1,000 estudiantes adicionales. Si bien aclaró que las preocupaciones de los docentes sobre el liderazgo de Dirks eran legítimas, sostuvo que cree en trabajar para resolver el tema de forma conjunta. “Lo más importante es encontrar formas para trabajar juntos, como campus”, dijo. “Algunos de estos ataques existen con el fin de derribar y acabar con las cosas, y estoy más interesado en construir”.

Dirks también ha sido criticado por gastar $700,000 en un momento de crisis presupuestaria en el campus para erigir una valla de seguridad de 7 pies de altura alrededor de su residencia y evitar así las protestas estudiantiles. Un portavoz de la universidad aclaró que la valla fue recomendada por la policía del campus de Berkeley y que ahorraría cerca de $360,000 al año en costos por seguridad.

También está siendo acusado por la ex administradora de la residencia del rector, quien afirmó que fue despedida en venganza por objetar ciertas condiciones de trabajo. La ex empleada, Alice McNeil, alegó que Dirks y Bakhle le pidieron realizar tareas personales durante su horario de trabajo, y que se enojó cuando divulgó el valor total de su trabajo, el cual genera impuestos, según informó el diario Chronicle de San Francisco.

Dirks afirmó a dicho medio que pagó impuestos sobre esas horas y que “no hay ningún problema” en ello. Una copia de algunos de los documentos contables de 2014 obtenidos por The Times muestra que McNeil y Dirks firmaron las horas, que equivalen al 1% o menos del tiempo laboral para UC. La política de UC permite al personal de los rectores y presidentes usar hasta un 25% del tiempo de su trabajo para la universidad en tareas personales, pero el valor de las horas está sujeto a impuestos.

Dirks no respondió si renunciaría. En una declaración enviada a The Times el martes, dijo que el campus había hecho “grandes progresos” para reducir el déficit estructural presupuestario y aumentar la recaudación de fondos en los últimos dos años. “Voy a seguir reuniéndome con el cuerpo de maestros, el personal y los estudiantes, para escuchar y entender sus inquietudes, para explicar cómo se están abordando estas preocupaciones y para conseguir consenso y apoyo para el logro de las aspiraciones a largo plazo de Berkeley”, aseguró en una declaración.

teresa.watanabe@latimes.com

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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