Odisea sexual y entrañable por Netflix
Acaba de estrenar en Netflix una maravillosa y atrevida comedia británica con un elenco adolescente de personajes adorables, un grupo de adultos chiflados y mucha, mucha información sexual. Por ende, está clasificada para público “maduro”.
Sex Education se centra en Otis (Asa Butterfield), un adolescente inexperto que se convierte en el consejero sexual de su escuela secundaria, gracias a su empatía y los conocimientos que de oídas captó de sus padres terapeutas.
En su odisea, Otis cuenta con el apoyo de Maeve (Emma Mackey, quien parece la hermanita menor de Margot Robbie), la chica mala de la escuela, y Eric (Ncuti Gatwa), su mejor amigo, quien se declaró gay en la escuela, mas no en su casa.
Juntos, van descubriendo de una manera alocada y cómica los diferentes problemas, dudas y prejuicios sexuales de sus compañeros, a quienes, increíblemente, logran ayudar.
La serie es totalmente explícita (verbal y gráficamente), aunque es poca la anatomía desnuda mostrada en pantalla. Los participantes hablan y practican su sexualidad de manera tan natural y atrevida que no deja de ser una provocación para el televidente.
Sin embargo, el ensamble de personajes creados por Laurie Nunn son tan agradables e interesantes que no hay más remedio que seguir viendo la serie, porque ese grupo de chicos podría fácilmente funcionar en cualquier otro tipo de serie juvenil.
Ubicada en un pueblo ficticio, la serie se filmó en los verdes e impresionantes parajes de Gales, y fue adecuadamente musicalizada, principalmente, por el rockero norteamericano Ezra Furman.
Como bien dice el corto promocional de esta audaz serie, Sex Education cuenta las experiencias de este clan de adolescentes en la que casi siempre resulta ser la más dura, la más salvaje, pero también la mejor época de sus vidas. Sus ocho episodios ya están disponibles en Netflix.
