Escalofriante video de sacerdote que hunde a bebé en agua
Sacerdote criticado por sumergir abruptamente a menor en la pila.
Un video que circula las redes sociales se ha hecho viral al mostrar a un sacerdote que bautiza a un bebé.
Lo sorprendente es que el hombre, cuya procedencia no se sabe, toma al menor de los bracitos y bruscamente lo sumerge con violencia en la pila de agua, no sola una vez o dos veces, sino hasta tres.
Algunas personas que han visto el video ven el incidente como gracioso mientras muchos otros critican al sacerdote alegando que pudo haber lastimado al menor quebrándole los brazos o con una contusión en la cabeza.
Al niño de menos de un año de edad, le vuelan las piernitas mientras el hombre continúa el ritual, y varios niños observando atrás de él se muestran asustados.
Un hecho es que el abuso infantil no es broma, dicen los expertos. En Estados Unidos, por ejemplo, hay cuatro muertes por día de niños que sufren por maltrato y negligencia.
Aunque las autoridades no cuentan con una cifra contundente sobre el maltrato entre menores en el país, estadísticas de The Children’s Bureau del 2017 revelan que en el 2014, se identificaron alrededor de 1,580 muertes de niños que fallecieron como resultado del abuso y la negligencia de sus padres, familiares u otra persona a cargo.
Sin embargo, para el 2015 esta cifra se multiplicó a 1,670 casos, lo que significa la muerte de cuatro a cinco niños por día.
Más del 70 por ciento de los menores que murieron como resultado de abuso o negligencia tenían dos años de edad o menos. Más del 80 por ciento aún no tenían edad suficiente para entrar al kínder.
Enrique Montiel, gerente de programas y cumplimiento de Nuevo Amanecer Latino Children’s Services, una organización que se dedica a servir a niños bajo el sistema de crianza, el maltrato debe denunciarse.
“Estamos viendo que los niños son las víctimas que no pueden defenderse. Mucho de ellos no saben que están siendo maltratados o tienen miedo de reportar el abuso”, dice Montiel.
Para reportar abuso infantil llamar a la línea directa de abuso infantil al 1-800-540-4000 (sólo en California).
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