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Feria culinaria de Miami mantiene su tirón turístico con 110 eventos y playa

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EFE

El popular Festival de Comida y Vino de South Beach (Sobewff) repite a partir de hoy la fórmula que le ha catapultado como la cita gastro-enológica más turística de EE.UU.: más de un centenar de actos y el ambiente informal que envuelve sus costosas cenas y fiestas al aire libre en la playa.

Todo indica que este modelo de feria se mantiene saludable, sin dar señales de agotamiento, favorecido por el tirón turístico que tiene la oferta de playa u ocio de Miami Beach , en el sureste de Florida.

No caracteriza precisamente a esta cita su espíritu de innovación. Esta feria culinaria hace bandera no de iniciativas rompedoras o creativas, sino de la informalidad (costosa) para sibaritas, el bullicio de las degustaciones en primera línea de playa y la presencia de personalidades del mundo culinario y de su industria.

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La decimoctava edición de Sobewff, un festival con fines benéficos, acogerá este año 110 eventos durante sus cinco días de duración, y se espera que congregue a unas 60.000 personas, una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años.

Un buen número de los 450 maestros de fogones invitados a esta edición practica una cocina que se nutre de la despensa iberoamericana, de enorme vitalidad y anclaje en Florida, con amplias capas de población de origen hispano.

En este renglón destaca el evento “Taste of Puerto Rico” (su cupo de reservas ya se agotó), presentado por el chef español José Andrés, uno de los grandes embajadores de la cocina española en Estados Unidos.

El cocinero español será el anfitrión este jueves de una velada y cena firmada por una docena de chefs puertorriqueños que ofrecerán todo el sabor de la cocina tradicional de esta isla caribeña, con platos como el bacalaíto, los tostones, el lechón asado o el mofongo.

“Todos los años hacemos un esfuerzo para mostrar una variedad de chefs de todo el mundo y apreciar su cocina única influenciada por su cultura, como en este evento de culinaria puertorriqueña”, señaló hoy a Efe Lee Schrager, presidente del Sobewff.

Para Schrager, entre los eventos que acapararán una mayor presencia de público se encuentra el Beachside BBQ, en la playa, con el mediático chef estadounidense Guy Fieri como maestro de ceremonias de esta barbacoa de barbacoas.

El precio de la entrada: 225 dólares. Eso sí, los carnívoros podrán satisfacer su paladar con suculentas parrilladas de res, cerdo o ave que confeccionarán una treintena de cocineros especialistas en barbacoas.

Sin duda, esta feria “ha evolucionado” desde su primera edición, y hoy se puede decir que su “público está mucho más educado” en cuestiones gastronómicas gracias a la labor divulgativa de canales de cocina en internet y programas de televisión, apuntó Schrager.

“A medida que las personalidades del mundo culinario han entrado en la corriente general cultural, más y más consumidores han desarrollado un gran interés por la comida y bebida”, resaltó el presidente de esta feria tan inclinada a lo comercial y con amplio respaldo de las grandes compañías distribuidoras y fabricantes.

La huella de la cultura culinaria latinoamericana está presente en la feria desde el primer momento con los reconocidos chefs mexicanos Hugo Ortega (Backstreet Cafe, Hugo’s, Caracol) o Pablo Salas (Lona Cocina y Tequilería).

“Mi intención es cocinar aquí comidas sabrosas y honestas, de sabores francos que representen lo más fiel posible lo que en México comemos cotidianamente, sin pretensiones pero con mucho sabor”, dijo a Efe Salas, que participa en un par de eventos.

Salas se mostró feliz por el “crecimiento de la cocina mexicana e hispana en general en Estados Unidos”, cada vez “más conocida y aceptada”, y “transmitida con más fidelidad que antes”, dijo.

“Hace cinco o diez años, la cocina mexicana en EE.UU. no era más que guacamole, nachos, fajitas y burritos, pero hoy ya se sabe de la importancia de la masa de maíz nixtamalizada para tener tortillas verdaderas y la complejidad de los moles y pipianes”, expresó con orgullo.

El chef Jaime Pesaque, del restaurante argentino Novecento, en Miami, participa en tres eventos y está convencido de que el festival “cada año capta más espectadores por ser un escaparate único de las cocinas de todo el mundo”, señaló a Efe.

Al igual que Salas, Pesaque es un fervoroso partidario de la “rica despensa” latinoamericana, un mosaico de cocinas, apuntó, que “refleja la riqueza de sus culturas” y “ha logrado consolidarse y triunfar en el mercado estadounidense”.

Una variedad de cocinas que no faltará en otro de los eventos más multitudinarios de la cita: el Grand Tasting Village, a la orilla del mar, en South Beach, bajo enormes carpas instaladas en la arena que son desbordadas por una riada de ávidos aficionados a la cocina y el trasiego de vinos.

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